martes, diciembre 20, 2005

Medicina alternativa: de Paracelso al nacionalsocialismo

El martes 13 de diciembre el programa Enfoque de la segunda cadena de Televisión Española emitió un interesante debate sobre las medicinas alternativas, y, en particular, sobre el camelo homeopático. Había tres defensores de la medicina alternativa y tres críticos de esta moda social. Entre tanta basura paranormalófila un poco de cultura no viene mal a la audiencia... A pesar de que no lo vi en su integridad -por Cuatro estaban echando Roma- cogí el hilo de algunas cosas. Javier Armentia expuso las inexistentes bases científicas de lo alternativo, mientras que un médico colegiado situado enfrente se dedicó a repetir compulsivamente la necesidad de regulación de las prácticas médicas alternativas. Como un gran número de personas usa esos "remedios" lo mejor es legalizarlo, y ganar pasta como Dios manda, no sumergidamente. El homeópata andaba un poco irritado con las críticas. Y Sánchez Dragó iba vestido de algo raro, como últimamente, y lo que decía era exótico, una mezcla de las ideas de pacotilla de Paulo Coelho, Deepak Chopra, y Benítez, el de los platillos volantes. A su bola, y que el herpes labial sólo se cura con homeopatía. Me imagino a los virus del citado herpes luchando a trocito de ADN partido (ya que brazos no tienen) contra la "memoria" del agua... Épico, ¿no creen?

Sánchez Dragó repitió el argumento de la antigüedad para justificar estas prácticas. Parece que por el hecho de que las cosas sean viejas funcionan más y mejor (no es el momento de hacer bromas). Además el argumento es falso, como saben los astrólogos. Lo interesante es que, de pasada, citó que en el siglo XX en algunos países como Alemania también se usaba la homeopatía, y que estaba reconocida oficialmente. Sí, supongo que se estaría refiriendo a la Alemania nacionalsocialista. Como recoge Rosa Sala Rose en su estupendo Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo (voz Paracelso):

En 1934 se inauguró en Dresde el Hospital Rudolf Hess, el primer hospital enteramente dedicado a la práctica de las terapias alternativas que se conoce, en el que el naturismo se complementaba con la hidroterapia, la talasoterapia, la homeopatía, el vegetarianismo, el nudismo, entre otros. En él se trató de trazar un puente entre la medicina ortodoxa y la alternativa invitando a los médicos a venerar las fuerzas curativas presentes en la naturaleza -en palabras del responsable de medicina del Reich- y a reducir el empleo de medicamentos.

No es la única semejanza existente entre el magma contemporáneo de lo oculto, lo alternativo y lo esotérico y la cosmovisión nacionalsocialista. Al margen de factores ideológicos más concretos, hay que señalar la sobrevaloración nazi de lo natural frente a lo artificial y tecnológico, de lo intuido frente a lo pensado racionalmente, y de la emotividad primordial frente al intelectualismo burgués, en este caso el de los médicos, gremio en el que, como señala Rosa Sala, abundaban los judíos de carácter liberal en la Alemania de entreguerras. Por supuesto, no quiero decir que los promotores contemporáneos de las especulaciones ocultistas se identifiquen con la ideología del Tercer Reich -aunque hay excepciones-, sino que ambos beben en fuentes similares en una medida que está por valorar adecuadamente.

El inspirador de esta constelación de ideas médicas alternativas, tanto para el régimen hitleriano como para los heterodoxos previos y posteriores es, entre otros, Aureolus Philipus Theophrastus Bombastus von Hohenheim, más conocido por Paracelso, y que, como se podrán imaginar, no era una versión paranormalista de Celso, el autor de la diatriba del siglo II Discurso verdadero contra los cristianos, sino un médico alemán renacentista, imbuido a partes más o menos iguales de simbolismo mágico-esotérico neoplatónico y de la ciencia, en cuanto crítica de una tradición heredada, que por entonces empezaba a adquirir la forma que siglos después la llevaría al éxito explicativo del mundo. Ferviente partidario de la naturopatía, herborizaba con frecuencia y tomaba nota de los remedios médicos tradicionales que se encontraba en las zonas rurales de su patria y en sus correrías por el resto de Europa, algo que los niños de Adolf harían con fruición cuatro siglos más tarde.


Paracelso


Como indica Javier Puerto en su muy recomendable biografía de este médico alquimista (Paracelso. El hombre en llamas. Nivola Ediciones, Madrid, 2001), su método de conocimiento era la unión íntima de nuestro intelecto superior con la esencia o núcleo espiritual de todas las cosas, realización cognitiva total posible gracias a una de las creencias fundamentales de todo el esoterismo y de no pocas especulaciones contemporáneas como las sincronicidades y las causalidades ocultas: la doctrina de las correspondencias entre el macrocosmos y el microcosmos. ¿Les suena? A muchos alternativos actuales debe darles la impresión de que sus "vanguardistas" creencias están basadas en descubrimientos de la noche pasada. Que se vayan desengañando.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha molestado un poco tu comentario acerca de la regularización que se pide desde los Colegios Oficiales de médicos como forma de "ganar pasta". No vi el programa, pero supongo el médico que hizo el comentario se refería a la reivindicación que hacemos desde todos los Colegios refiriéndose a la regulación como forma de control de prácticas: a mi cualquier paciente me puede denunciar. Y no importa que tenga razón ni motivos, que cualquier QUEJA por nimia que sea -al centro donde trabajo, al Colegio de la provincia, o a la Administración requerirá una investigación. No entraré a discutir aquí sobre los abusos en este tema, las falsas denuncias, las acusaciones de corporativismo etc. ya que no son el tema. El tema es que mi práctica profesional está regulada y para ello he de seguir unos criterios en forma de protocolos, recomendaciones clínicas, códigos éticos, etc. Además, mi actividad privada estará regulada en cuanto a lo económico: honorarios profesionales regulados, facturación, y con la factura posibilidad de reclamar.

Las prácticas no reguladas suponen fraude fiscal, dificultad para reclamar, ningún control ético por no existencia de códigos deontológicos ni conceptos de buena praxis exigibles, etc. Los médicos como yo totalmente ANTI terapias "alternativas" -o como yo prefiero llamarlas, FALSAS terapias- estamos bastante hartos de las consultas que debemos atender por problemas derivados de estas prácticas, a veces en urgencias, a veces con resultados dramáticos, a veces como inferencias contra tratamientos necesarios que son abandonados (los abandonos de tratamientos NECESARIOS nos repercuten sobre todo a los psiquiatras), etc. La regulación nos permitiría actuar contra prácticas fraudulentas de forma mucho más eficaz. Y repito, a tener en cuenta el fraude fiscal, por lo que el que puede "ganar mucha pasta" es sobre todo el no regularizado.

Anónimo dijo...

Es un comentario bastante interesante ¿Significa que si estuviesen regularizadas estas prácticas entonces se podría reclamar a estos charlatanes sin escrúpulos?

Yo no lo tengo tan claro. Se utilizaría esta regularización como una certificación de la validez de estas "Terapias", que seguirían practicándose sin licencia como hasta ahora.

Anónimo dijo...

Vale, regularicemos...
Pero para ello exijamos los mismos índices de seriedad, cientifismo, responsabilidad, etc, que se exigieron para reglarizar las prácticas existentes.
Cojamos un grupo selecto de científicos, pongamos a prueba las teapias alternativas, y las que se demuestren válidas, que se regulen, y las que no, que se castiguen y persigan. A ver cuántas pasan el examen...

Anónimo dijo...

En Realidad no hay que Recurrir al Oscuramtismo (Nazis) cual inquisición para Censurar algo. Actualmente en la Alemania Unificada los Médicos de la Seguridad Social (y ya pueden hacer las Bromas de las SS) Sí recetan medicamentos homeópatas. Yo les receto Humildad y Estudio. Gracias

Anónimo dijo...

Pero que equivocado está el mundo con este tema!!!!!lo que les molesta a los médico alópatas es que somos competencia..porque nos veis como competencia...y la intención de los naturópatas no es ser enemigos, sinó aliados...creo que una colaboración entre ambas medicinas (porque las dos son medicinas que quede claro) sería la mejor solución a los problemas de los enfermos...teniendo en cuenta que los alópatas solo tratan enfermedades y los naturópatas tratamos enfermos...solo es responsabilidad del enfermo dejar un tratamiento que puede ser necesario..no del naturópata. Los buenos naturópatas estudiamos, y estudiamos muchos.También podemos mencionar el montaje industrial de los medicamentos, no puede ser que necesite un protector de estómago porque me estoy tomando "algo" para curarme una migraña..en vez de un medicamento me compro dos...y así constantemente...por no hablar de los pobres ancianos que van con la farmacia a cuestas..no nos veais como un enemigo, no nos gireis la cara, porque todos trabajamos por y para la salud..hay charlatanes alópatas, y charlatanes naturópatas.

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