una silueta semitransparente que se antoja femenina.
Ya, y a mí se me antoja que la figura en realidad esconde un badajo de campeonato entre las piernas...
Menos mal que luego nos ilumina con las posibilidades explicativas, o lo que es lo mismo, cierra su mente a las posibilidades más magufas y disparatadas: un fallo de revelado, un efecto de la luz, una pareidolia... O todo al mismo tiempo, digo yo. Cuando el catolicismo paranormalizado e hiper-materialista recauchutador de cadáveres se junta con los expertos en el más allá surgen cosas la mar de divertidas.
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