Lo paranormal, los ovnis y demás cosas raras parecen estar exentos del tratamiento normal que en los medios de comunicación se dispensa a otros aspectos de la actividad humana. Y digo humana, sí, tratándose de paranormalidades y de ovnis. Ese tratamiento normal es el que presenta las dos caras de la moneda, los pros y los contra, el que le da un espacio equivalente a los que están a favor y a los que están en contra, en particular en programas informativos como los telediarios. Recientemente tuvimos el enésimo ejemplo de tratamiento, no ya desigual, sino en sí mismo partidista, incompleto y desinformativo con la tontería esa de las caras de Bélmez, que mira que han ordeñado la cosa desde 1971. Me ahorraré contarles la historia, pues ya está perfectamente detallada en otros blogs como este y este.
La asepsia informativa no es habitual; lo frecuente es que lo paranormal o cualquier invento criptozoológico, platillesco o de embrutecimiento, perdón, de cambio de la conciencia para jóvenes y entidades cándidas que se administran su dosis de basurrilla mensual en papel cuché multicolor aparezca como Pedro por su casa en los medios de comunicación, sin que al reportero de turno parezca sonarle raro lo que está oyendo, como si lo que le está contando el patán acientífico de turno fuera un género en sí mismo, una perspectiva, una posibilidad, de tal forma que alguien, imbuido de una versión fallida del concepto de libertad de expresión podría llegar a ver con malos ojos la crítica o la refutación de la parida misteriófila que acaba de escuchar. Esto es lo que permite que cosas tan chuscas como los caretos de Bélmez aparecieran en los telediarios con el mismo mimo, tiempo y relevancia que si se hubiese ajustado al 100% la causa de la extinción de los dinosaurios. Y si en este caso es de suponer que los científicos hablarían de posibilidades confirmadas (los pros) y muy probablemente -habría sido lo correcto- habrían entrevistado a voces críticas de la explicación total (los contras), en el caso de Bélmez no ocurrió así: el paquete va entero, sin voces discordantes, sin "quisiera apuntar otras posibilidades menos fantásticas que las de los paranormalistas", sin que los periodistas televisivos se preguntaran en ningún momento si no estarían colándole un gol a la audiencia, es decir engañándola con una absurda representación en la que un señor con un boli en la mano y rodeado de una penumbra ad hoc señalaba algo en el piso, mientras desbarraba un rato sobre los acojonantes misterios que rodean el pueblo jiennense. Me pareció estar viendo una parodia de los Simpson...
Para remediar un poco la situación ventajista de que los señores del misterio industrial gozan en los medios de comunicación se está gestando una iniciativa hasta donde sé pionera en España, surgida de la lista de correo electrónico Charlatanes y promovida inicialmente por Mauricio José Schwarz. El próximo día 20 de noviembre se difundirá a todos los medios nacionales y extranjeros acreditados en España un dossier crítico sobre Bélmez, con el que se espera conseguir que los periodistas adquieran la sana e ineludible costumbre de consultar a fuentes opuestas sobre los temas paranormales y misteriosillos, platillos volantes estrellados, luces populares (¿se referirán a las de las verbenas?), Yetis, vírgenes que lloran sangre y otros efectos especiales, viajes astrales y un laaaaaargo etcétera, además de, por supuesto, las pinturas belmecianas en el cemento.
¿Qué podemos hacer mientras? Podemos firmar antes del día 20 el breve texto que acompañará el dossier citado, que reproduzco a continuación. Para firmar debe ir a esta dirección web y cumplimentar las casillas que aparecen en la parte inferior.
POR EL DERECHO A UNA INFORMACIÓN CRÍTICA EN TEMAS CIENTÍFICOS
Desde principios de octubre, los medios informativos españoles han dedicado gran cantidad de tiempo a difundir como un hecho la afirmación de que ciertas manchas presentes en una casa en Bélmez de la Moraleda, Jaén, son rostros humanos producidos de forma paranormal, afirmación que se extiende a la primera casa en la que se pueden ver estas caras desde 1971.
La única fuente informativa citada en todos los casos es una asociación relacionada con la explotación económica del fenómeno durante los últimos años y que carece de toda representatividad y rigor científico, y que no está acreditada en modo alguno, llamada SEIP, Sociedad Española de Investigaciones Parapsicológicas, a cuyos integrantes se ha presentado como "científicos" sin serlo y "expertos" sin sustentarlo.
Los medios no han mostrado interés alguno en acudir a otras fuentes para contrastar estas extravagantes afirmaciones. Desde hace 31 años, al publicitarse por primera vez este caso, se han ofrecido explicaciones al fenómeno y éstas han sido difundidas por organizaciones como ARP-SAPC (Alternativa Racional a las Pseudociencias-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico) que reúne, entre otros, a destacados científicos y miembros del mundo académico español. Numerosos sitios en Internet, publicaciones, análisis, estudios críticos y otras fuentes ponen en duda tanto la explicación paranormal de las caras de Bélmez como la seriedad y credibilidad de la SEIP y de sus dirigentes.
Quienes suscribimos la presente consideramos que esta situación vulnera lo dispuesto en el artículo 20.1.d) de la Constitución Española, que garantiza el derecho A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión, ya que la información al respecto ha sido tendenciosa, sesgada, sin contrastar y en general desaseada y amarillista, en modo alguno veraz.
Igualmente consideramos que la presentación de esta información seudocientífica sin contrastarla y sin dar espacio a una visión equilibrada de tal información propicia la difusión de las supersticiones, promueve el ocultismo, va a contracorriente de los esfuerzos educativos esenciales para la sociedad española y se opone al pensamiento crítico que es la esencia de toda sociedad libre y democrática.
Por ello, de manera atenta pero enérgica solicitamos que se tenga en consideración el dossier que se ha preparado sobre el caso, que resume la visión crítica sobre el siempre sospechoso caso de las caras de Bélmez, y esperamos que se le dé una difusión similar, en cuanto a atención, espacio y tiempo, a la que se le concedió en las semanas anteriores a la publicidad de la SEIP y del Ayuntamiento de Bélmez de la Moraleda.
Atentamente
Odio la fanfarronería, odio la impostura, odio la superstición, odio la mentira y odio toda clase de tipos miserables y embaucadores, que son muchísimos, como sabes. Luciano de Samósata (s. II)
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1 comentario:
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1. De: razonesparadudar - Fecha: 2004-11-12 13:31
"(..)es decir engañándola con una absurda representación en la que un señor con un boli en la mano y rodeado de una penumbra ad hoc señalaba algo en el piso(...)"
Te ha faltado el detalle más importante, aquel que es capaz de convertir a cualquier persona en investigador (igual que los trajes de superhéroe), el magnífico, el impresionante... CHALECO DE INVESTIGADOR!!! No puede faltar en el armario de cualquier parapsicólogo que se precie de serlo.
Tal vez si los científicos cambiaran la bata blanca por la moda Coronel Tapiocca...
2. De: Lola Cárdenas - Fecha: 2004-11-12 16:08
Aprovecho que se menciona el traído y llevado chaleco para decir que me parece igual de absurdo reírse de los paranormaloides por su uso del chaleco multiusos como me lo parece reírse de Javier Armentia por el manido tema de la capa y el castillo.
Tal y como lo veo, el asunto del chaleco me parece un ataque tan "ad hominem" como los que los paranormaloides nos dedican a diario. Ya que nosotros tenemos argumentos para rebatirles, usémoslos y no nos quedemos en lo anecdótico.
3. De: rvr - Fecha: 2004-11-12 16:33
Lola: Bien dicho.
4. De: razonesparadudar - Fecha: 2004-11-12 18:34
Vale, vale, copiaré cien veces: "No volveré a reirme del chaleco de Pedro Amorós"... ;-)
He de reconocer que tienes razón aunque, desgraciadamente, lo anecdótico suele ser más llamativo y más atractivo que las razones bien argumentadas.
5. De: Ricardo Campo Pérez - Fecha: 2004-11-12 19:11
Bueno, yo creo que lo del chaleco es un cachondeo totalmente legítimo porque no estamos ante el chaleco de un arqueólogo o de un paleontólogo: estamos ante el chaleco de alguien que se disfraza de "investigador de campo". El chaleco forma parte de la indumentaria magufa, es parte de su figuración, con él intentan asemejarse a los científicos que necesariamente trabajan al aire libre en alguna etapa de su trabajo de investigación. El chaleco es en gran medida superfluo para la investigación de los testimonios de ovnis, por ejemplo, para la que se trata de capturar testimonios humanos, en gran medida. Lo del chaleco no es una casualidad: se intenta dar el pego, aparentar que se llevan muchos adminículos, que uno es un "profesional", que se lo toma en serio, como un arqueólogo cualquiera. El chaleco dice más que la pura y supuesta utilidad que podría aparecer a primera vista. Se podría hacer una "pequeña teoría del uso magufo del chaleco multibolsillos".
6. De: Luis Alfonso - Fecha: 2004-11-13 01:07
Hombre, lo del chaleco es bastante impresentable; viene a ser el uniforme oficial de engañabobos. Chaleco hasta para ir a misa.
Respecto a lo de la capa roja, a mí nunca me molestó que Javier Armentiase pusiera una capa; lo que me pareció fuera de lugar es que asistiera al programa de las 'mentes'. Todavía no lo entiendo. Uno puede ir disfrazado a la tele y hacer un buen espectáculo que a la vez sea socialmente útil. Y uno puede ir a una mierda de programa con traje y corbata y hacer el ridículo.
7. De: rvr - Fecha: 2004-11-13 01:51
Estoy de acuerdo con la tesis que expone Ricardo. Pero faltos de contexto, las burlas de ese estilo son malinterpretadas por aquellos a los que supuestamente nos dirigimos al tratar de combatir las pseudociencias. El toque de Lola me parece pertinente.
8. De: Luis Alfonso - Fecha: 2004-11-14 00:38
Pues a mí me hace gracia lo del chaleco y me parece de legítimo cachondeo. Lo llevan para todo: viajes en avión, al borde del mar, en el interior de cuevas... Armentia, que yo sepa, sólo llevó capa en el programa de infausto recuerdo por neecsidades del guión. Los engañabobos van de chaleco porque quieren venderse como exploradores...
9. De: razonesparadudar - Fecha: 2004-11-14 23:44
Yo lo veo como parte del disfraz, incluso algunos no llevan sólo un chaleco de explorador, sino que llevan en la espalda serigrafiados en grande el logo de su "club" y la palabra "INVESTIGADOR"... es una cuestión de imagen, probablemente basada en la mercadotecnia. Igual que los SWAT o los forenses americanos.
10. De: razonesparadudar - Fecha: 2004-11-15 00:29
Obviamente, me refiero a que tratan de imitar a los SWAT o los CSI, no que éstos se vistan así por márketing (aunque tampoco lo descarto totalmente ;-) )
11. De: Paulino - Fecha: 2004-11-16 00:35
Saludos cordiales,
Precisamente sobre pseudociencia expongo en Mi Magnífico y Elogioso Blog un tema de importante consideración: la falsa hipótesis de los astrólogos sobre el planeta Hercobolus, un mundo que en realidad jamás ha existido.
Pueden consultar la magnífica información que les presento en este enlace.
Y otros temas de no menos importancia en:
http://cienciapaulino.blogspot.com
Atentemente,
Paulino.
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