miércoles, septiembre 20, 2006

La sentencia de Bélmez como paradigma de Paranormalandia

El desmadre de algunos magufos españoles no tiene límite. Esto es un síntoma de la auténtica naturaleza de la Paranormalandia local, para su desgracia. Cuando algunos deberían retirarse a vivir a una cueva durante siete u ocho meses a esperar a que pase el ridículo en el que, por enésima vez han caído ("depurada" técnica que practican desde tiempo inmemorial todos los charlatanes) se dedican a lo contrario, a tomarle el pelo al público ignorante, a mostrar lo chulos y lo fantasmas que son, a pasear, para vergüenza ajena y diversión de la mayoría, su ignorancia como el niño que sale a pasear con unos zapatitos nuevos de charol.

Así es Paranormalandia: un erial lleno de mierda, de amenazas a los críticos, de crédulos a prueba de bomba, de maledicencia en muchas ocasiones, de sujetos que no luchan más que por un magro producto cultural en una revista de papel cuché todos los meses. Todo ello orquestado por un asombroso colectivo intelectualmente sectario.

La previsible sentencia del juicio por la estúpida demanda contra un crítico libre, Javier Cavanilles, todo ello relacionado con la patraña belmeziana y las reacciones que ha motivado, es la que tenía que ser. Es como sorprenderse de que un burro rebuzne. Éste es el meollo de lo paranormal mediatizado; éste es el paño que hay. Al final, ni siquiera la reducción de un hipotético debate sobre la naturaleza de lo paranormal (¿es pedir demasiado?; me temo que sí) al terreno que al maguferío más le interesa, que es el insulto, la sospecha de ocultas razones en los demás, el griterío de patio de vecinos mal avenidos, la discusión hortera en la plaza pública, el alejamiento como almas que lleva el diablo de lo que sea cualquier diálogo que cuestione los fundamentos de la creencia -evidentes a poco que se rasque en la superficie- ha servido para aportar algún grano a toda esta paja paranormalista, algo contrastable que suponga un progreso científico en el terreno de lo paranormal. Esa ya tradicional e interesada reducción a "ofensas", "insultos" y torquemadismos variados de toda crítica escéptica de lo paranormal no ha servido para que Bélmez deje de ser, ni en una mínima proporción, lo que lleva siendo décadas: un esperpento fabricado por las revistas del ramo paranormalófilo, hojas dominicales de la religión petarda del misterio. Todo esto me da asco. No me tengo por un virtuoso en nada, ni siquiera en lo moral; pero la poca virtud que me ha tocado o que me he construido me da para percibir que en esta subcultura de lo paranormal -y de lo ufológico- hay una proporción superior a la esperable por el azar de sujetos despreciables, de engañadores profesionales; que las Marbellas del misterio son el pan histórico de cada día...

Las cosas que han pasado estos días forman ya parte de la historia de lo paranormal y del escepticismo españoles, como podría iniciar un discurso alguien que a medio plazo quiera contar esta historia en público. De momento, se pueden deleitar con estas entradas en esos foros públicos y no censurables que son los blogs de Internet:

El fondo del asunto, en particular esta entrada, ésta , ésta y ésta;

Por la boca muere el pez;

Charlatanes; y

Laberinto posmoderno.

Que les aproveche. Y por último, una declaración oracular:

¡Magufo!; sí, tú: creo que te zumban los oídos. No tengas dudas, concéntrate, relájate (pero no cagues) y escucha tu voz interior. ¡Tú sabes que las casualidades no existen, que todo en este universo son causalidades!: sin duda ese zumbido tiene su origen en

¡las carcajadas de los escépticos!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Chaaaaacho!, ¿que te pachoó?, ñoo

Anónimo dijo...

La única neurona que te queda (Sí ésa..la que te da chispazos) seguramente se te está degradando a marchas forzadas.

Síntoma inequívoco del mascachapas de mente pacata, el "tíomierda" revenque, palurdo, soplagaitas, payaso y amargado, del embostado, entullado de escaldón de Pedro el crusantero...

En fin, una piltrafa, que por no saber, no sabe ni escribir un libro.

O acaso crees que por escribir ese panfletillo crítico llamado libro, (que lo habrá comprado tu hermana y algún otro allegado subnormal), o mantener esta basura pseudocrítica, vas a limpiar tu conciencia de mezquino?

¡ Que te den !

Anónimo dijo...

¡ Y al payaso que quiere borrar la página del Friker, que le den por culo también !

Y a todos los que piesan como él

A la puta mierda toda esta basura vomitiva

Anónimo dijo...

Me sigo descojonando, ja, ja, ja, ja, ja, ja... ¿No oyes mis carcajadas?, je, ja, ja, ja...
Saludos, chico New Age, je, je, je...

Anónimo dijo...

Soy una tía, gilipollas de mierda !

Y de niueich tu puta madre

Anónimo dijo...

Hola, chico New Age, ja, ja, ja, ja, ja, ja... Y lee de nuevo cualquiera de mis dos libros, para que se te abra bien la mente y el culito, ja, ja, ja, ja, pero cuidado no se te escape el cerebro, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja. Saluditos mihteriosos, jo, jo, jo, jo, je, je, je, je, je...

Anónimo dijo...

Hola de nuevo, Ricardo. Soy el del penúltimo comentario y quería pedirte disculpas.

Creo que me he pasado tres pueblos, y no está bien que nos tiremos los trastos a la cabeza, cuando efectivamente hay multitud de los llamados "escritores" dedicados al esoterismo que nos venden mil y un misterios a diario.

Creo que efectivamente es necesario un movimiento racional y escéptico para hacer frente a todo el entramado de bobadas que nos venden. Por ejemplo el Friker.

Pero en fin, no caliento más la historia.

Disculpa de nuevo y a seguir así de bien, que creo que estáis haciendo una muy buena labor.

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