martes, julio 08, 2008

Caza-cazafantasmas en Muy Interesante

El número 326 (julio 2008) de la revista Muy Interesante incluye un artículo sobre fantasmas y otras cosas imaginarias, firmado por Luis Muiño y Miguel Ángel Sabadell. Este tipo de artículos, que de vez en cuando publica la citada revista, son muy necesarios y convenientes. A pesar de tratarse de una creencia irracional, sigue habiendo quien pretende que tales productos de nuestro cerebro son entidades reales y que nos proporcionan indicios de un "más allá". Quizá esta humana compulsión por lo maravilloso comercializado sea la causa de que el público creyente consuma estas burdas patrañas prefabricadas por pseudo-investigadores de lo "paranormal", menesterosos del sentido común y atracadores de la ingenuidad a los que apasiona retratarse para las revistas del ramo de los enigmas, los años ceros y los más allases, hojas mensuales de la religión ocultista en España.

El artículo de Muy Interesante se inicia contando una divertida anécdota: el fantasma grabado por la cámara de una gasolinera de Ohio en noviembre de 2007 que en realidad era un lepisma o pececillo de plata paseándose por la lente: un risible ejemplo que demuestra que quien quiere ver y creer verá y creerá, por sus cc..., claro que sí. Y ya aparecerá por los alrededores quien le asegure que es muy juicioso, acertado y lógico creer que el fantasma de su abuelo se pasea en calzoncillos a altas horas de la madrugada por el desván de su casa o que su careto se teleplastificó en la pared de la cocina, y muchas otras cosas maravillosas y de buen rollo, producto de la conciencia expandida y la facilidad para desprenderse del dinero propio confiando en cualquier majadero con habilidad para pillar al cándido desprevenido por retaguardia.



El "fantasma" haciendo de las suyas, ¡qué miedo!



El lepisma-fantasma o fantasma-lepisma más clarito y posando para que los parapsicólogos se asombren un rato


También se nos avisa de que el funcionamiento de nuestro cerebro nos juega malas pasadas, porque nuestra psicología no se halla constreñida en una burbuja de cristal, sino que se desenvuelve en un medio social donde esas sensaciones son leídas como algo más, se las interpreta como síntomas o indicios de un más allá, de una sobrerealidad. Quizá no pueda ser de otra forma, si es que en nuestros genes llevamos codificado algo que se manifiesta como trascendencia; pero es necesario que el creyente y el público en general sepa realmente a qué se debe su impresión personal y a qué objetivos obedece la publicidad acrítica de todo ello. Aquí tenemos, por otro lado, un magno ejemplo que podría caber en esa disciplina naciente que suele ser denominada neuroteología: la búsqueda de explicaciones naturalistas para todos los fenómenos religiosos, y entre ellos de los que trata este comentario, puesto que lo paranormal, hijo del ocultismo, es una religión fisicalista (términos no contradictorios), un producto cultural del siglo XIX (precisamente el nuevo número de Skeptical Inquirer, Vol. 32, No 4 July/August 2008, incluye un artículo sobre las supersticiones consideradas fenómeno natural).

Las sensaciones que se producen en las casas encantadas son otro de los tópicos que los autores tratan en su artículo. Al margen de las explicaciones concretas que se pueden aportar para esas casas encantadas (no hay "casas encantadas" hay gente encantada, como decía el psicólogo Robert A. Baker, a quien Muiño y Sabadell citan) hay otra forma -de la que los autores se hacen eco en un recuadro de su artículo- de interpretar globalmente las sensaciones que algunas personas experimentan en una casa encantada: son completamente naturales porque son un mecanismo de defensa innato, con la particularidad de que éste se pone en funcionamiento en un escenario cultural, fabricado por el hombre: la propia "casa encantada". No me negarán que es un panorama realmente maravilloso en el que, por supuesto, no hace la menor falta introducir fantasma ni más allá alguno para entender lo que está pasado.

Los psicólogos evolutivos nos hablan de la habilidad cognitiva para detectar peligros o amenazas, que se activa aunque no sea realmente necesario: el ejemplo recurrente es el del homínido que se adentraba en la selva hace un par de millones de años y veía moverse las ramas bajas de los árboles; vale más ponerse a buen recaudo o en guardia a pesar de que no se tratara más que de la brisa que seguir tan contento y ver cómo un gran felino se abalanza sobre nosotros. Es un mecanismo de defensa que conservamos y que en un ambiente de miedo construido colectivamente como es una "casa encantada" se dispara; así, cada ruido, cada sombra originada por el cambio de ángulo en nuestra perspectiva, cualquier olor de origen indeterminado en una vieja mansión, cualquier corriente de aire, pone en guardia nuestro cerebro inconscientemente. Así nacen los fantasmas, más cuando el "fantasma" puede ser realmente un sujeto de carne y hueso con intenciones desconocidas.

Lea el artículo de Muy; es lo mas interesante -valga la repetición- que sobre este tema ha publicado una revista impresa de gran tirada en los últimos meses. Además de la del pececillo de plata fantasmal incluye otra muy buena y significativa historia: la del cura fantasma del muelle londinense de Ratcliffe.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajja que calladito estas saco mierda, ¿te tiraron de las orejas la "hermandad del pensamiento irracional" por ser tan capullo y parecer mas bien un jacoso de la cuesta piedra que un filosofo? jajajajajjajajajaja, yo se que te gusta mas el papel de "barriobajero", pero estas "representando" a la ciencia y no queda bien; agua y ajo jo.jo,jo,jo,jo...........

Anónimo dijo...

Toma, yo también me parto:

Nuevo episodio de Trickbusters: DEBUNKING GHOST HUNTERS AND THE HAUNTED HOUSES

http://www.youtube.com/watch?v=geIgku4OVn8

Os recordamos que todos nuestros vídeos (antiguos, nuevos, censurados) están disponibles en Youtube, entrando "trickbusters" en el motor de búsqueda, y los nuevos episodios se encuentran en nuestra nueva página:

http://www.youtube.com/user/TheNewTrickbusters

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja

Anónimo dijo...

Solamente para señalar que los "cortapichas" son las "tijeretas" (dermápteros). No los pececillos de plata.

Quizás estoy metiendo la pata y en hispanoamérica se denomina así (¿?). En mi tierra de toda la vida tijeretas y cortapichas han sido la misma cosa.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Gracias por la corrección. Parece que mi fuente se confundió respecto a uno de los nombres populares de los pececillos de plata que toman en la Península.

Ignoro si en Canarias a las tijeretas se las llama de otra forma. Yo las conozco como tales.

Eugenio Manuel dijo...

jeje, qué bueno. Lo leí en Muy interesante, Sabadell es un crack

El vídeo es verdaderamente bueno, una prueba de lo irracional que puede ser el ser humano.

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