jueves, junio 23, 2005

Magia

Si alguien tiene su sensibilidad forrada de terciopelo es mejor que no lea esto.

Lo de la magia me parece una gilipollez; esto de entrada. Y no me estoy refiriendo al divertido e inteligente arte de la prestidigitación, el mentalismo (siempre y cuando no lo disfracen de portentosas e inexistentes capacidades mentales) y las grandes performances televisivas. Hago mención a la magia que corre por las venas de los creyentes nuevaeristas y de los divulgadores de la emotividad infantiloide, a la que pretenden hacer pasar como un estar novedoso en el mundo o de mayor calidad. Hoy es un día propicio para que los melifluos de la magia se suelten la melena, ma non troppo, se dediquen a dar brinquitos, a hacerse arrumacos tirando a castos y se pongan cachondillos al calor de una hoguera sanjuanera. La verdad es que hasta el espíritu hogueril parece haberse perdido: me acuerdo de algunas hogueras a las que contribuí, acumulando desperdicios de aquí y de allí, maderas y algunos neumáticos, con ánimo de modestísima jodienda vecinal adolescente. Un gran fuego hermoso que ennegreció las sábanas de una vecina que imprudentemente había dejado tendidas aquella noche. Risas al día siguiente. Pero la magia no apareció por ningún lado; menos mal. Ni falta que hacía.

El papanatismo mágico sanjuanero ha llegado a un periódico universitario, el MQ de la Universidad de La Laguna, que en su reciente número 6 publica un reportajillo de dos páginas con escaso texto en el que puede leerse [comentarios míos entre corchetes]:

Magia en la noche. En la noche de San Juan se celebra la llegada del verano. El Solsticio de Verano [mayúsculas sacadas de la manga] se produce aproximadamente el día 21, día que el sol tarda más en ocultarse bajo el horizonte y se funde con la noche del 23 para celebrarlo [no entiendo nada]. De ahí que el fuego, en tributo al triunfo de la luz sobre la oscuridad, sea el protagonista de la fiesta. Alrededor de la energía que nos proporciona nuestro astro rey se han formado una serie de historias de duendes, hadas y magia [he aquí la palabrita de nuevo] que envuelven esta tradicional fiesta y la convierten en una jornada especialmente celebrada dentro de nuestro calendario.

Y es que al final tan sólo basta con creerlo para que se haga realidad [que te crees tú eso]. Que las hadas, duendes, y elfos traviesos estén presentes en esta noche sólo depende de que cada uno los haga vivir [¿y no pasaría lo mismo con el chupacabras y el Yeti?]. Porque, ¿qué sería del ser humano si no caben en nuestras vidas los sueños? [bien, en nuestra vida los sueños caben queramos o no; lo conveniente es que las supersticiones tengan el menor espacio posible en nuestra cabeza y en toda nuestra vida]. No es que nos hayamos vuelto locos [no, sólo empalagosos], pero si observas detenidamente el fuego quizá veas revolotear [no te dan seguridad completa] en él las hadas que encontraste cuando eras pequeño [pues no, oiga] y salías al monte a corretear entre los bosques, esas que se desvanecen al crecer [muchas películas mal digeridas has visto tú]. Esta es una noche para soñadores [faltan tildes y me aburro...], una noche en la que, bajo su misterio, podrás quemar tus malas vibraciones [es que hay gente que vibra mal, como comentó en una ocasión Carlos Santamaría] y permitir [infinitivo a palo seco] que el agua [mala compañía para el fuego...] dé paso a un nuevo período en tu vida [no le cobro nada por ponerle el acento gráfico a 'dé', del que carece en el texto].

Todas estas boberías van sin firma y con unas fotitos facilitadas por el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, en cuyo municipio tiene lugar una de las concentraciones pastelosas y sanjuaneras con mayor presencia de público en Tenerife.

Después de recordar unas cuantas creencias irracionales en torno a la noche de San Juan ("para aprender a tocar la guitarra hay que pasar una noche debajo de una higuera"; yo sé de algunos que se pasan la vida subidos a una) finaliza con esta perla

No te olvides de que esta noche pasará sólo lo que tú quieras que pase y que las supersticiones sólo te afectan si crees en ellas. Lo importante es aprovechar esta noche mágica para hacer cada año de ella un día especial e inolvidable de tu vida, para renovar las energías y sobre todo para mantener una de las fiestas con mayor tradición en nuestras Islas.

¿A qué energías se estará refiriendo? Por si acaso, le recomiendo la lectura de este artículo; me lo agradecerá.

No entiendo por qué un periódico universitario da cabida a semejante colección de tonterías sin sentido. ¿Qué se pretende?, ¿contribuir a la gilipollización social? ¿No les da vergüenza publicar semejantes paparruchas afectadas en un periódico dirigido a estudiantes que supuestamente no se chupan el dedo?

Ea, ahí les dejo este supositorio. Con todas mis energías les digo: tururú.

8 comentarios:

Ricardo Campo Pérez dijo...

[Recuperando comentarios]

1. De: Anónimo - Fecha: 2005-06-23 22:22

EL MQ no es un periódico de la Universidad de La Laguna, sino de una empresa privada que lo distribuye por igual entre ambas entidades canarias.

2. De: Anónimo - Fecha: 2005-06-24 02:19

La gente debe de aprovechar el fuego de las hogueras para encenderse cigarritos caseros de hierbas extrañas, porque no me explico de otro modo eso de ver duendes :/

3. De: rvr - Fecha: 2005-06-24 03:23

Ah, creo que también yo lo recibía en mi casa, mágicamente, dado que nunca consentí que la Universidad cediera mis datos personales a terceros.

4. De: Juanma Gallego - Fecha: 2005-06-24 19:15

Creo que el tema es para mosquearse mucho, muuucho... todo hijo de vecino sabe que para escribir un buen artículo sobre San Juan hay que establecer una correcta contextualización histórica y social del mito, haciendo a la vez un somero repaso de las leyes físicas que regulan el fuego, diferenciando claramente el combustible del comburente y dejando claro que los duendes y hadas son seres folklóricos, fruto de la imaginación popular.

Inspirado por el texto de nuestro buen amigo Ricardo, se me ha ocurrido un proyecto para las próximas navidades: hacer una campaña dirigida a los individuos inmaduros del homo sapiens sapiens (conocidos por el populacho como "niños") para hacerles comprender que los Reyes Magos, Papá Noel y el Olentzero no existen.

Se trata de un tabú al que tarde o temprano deberemos hacer frente desde el Movimiento Escéptico.

Esperando seguir estableciendo con Vds. interacciones simbólicas tan gratificantes, reciban un cordial saludo.

5. De: Ricardo Campo Pérez - Fecha: 2005-06-24 20:38

¡Qué sería de nosotros sin tu sapienza, Juanma! Ahora corre a tomarte tu terrón de azúcar y dentro de un ratito a la cama. Un besito y hasta mañana, je, je, je.

6. De: poquetacosa - Fecha: 2005-06-25 17:45

Lo del Sr. Gallego se conoce vulgarmente como "mezclar churras con merinas". Es lo que tiene el maguferío "intelectual" de última hornada. Renovarse o morir y todo ese rollo.

Anónimo dijo...

Noto que al autor de este post le falta capacidad de pensamiento poético, tan necesario como el pensamiento crítico. No es malo sumergirse CONSCIENTEMENTE en la magia por una noche. Puede que sea casi necesario usar un poco de poesia para satisfacer esa parte irracional y soñadora que todos tenemos. Una cosa es ser exceptico y otra un amargado incapaz de soñar.

Anónimo dijo...

Anonymous, no seas tonto, aunque lo ensayes por la mañana al levantarte. Y
no soy "exceptico", soy escéptico. Lo que no hago es soñar con la primera
gilipollez nuevaerística que me venden, que es lo que me parece el espíritu
de cartón piedra que el maguferío sanjuanero vende como una sensibilidad
nueva. Sueño con muchas cosas, con la buena literatura por ejemplo, no con
chorradas sensibleras.

Anónimo dijo...

Señor Campos, no se si será usted esceptico o exceptico. Lo que si se porque me lo ha dejado usted bastante claro es que es un maleducado y un prepotente.

Anónimo dijo...

Pues tómate dos tazas.

Anónimo dijo...

Jaja, totalmente de acuerdo, este sujeto Ricardo es un amargado, seguramente un desilusionado, algo le paso en la infancia y ahora ataca todo sin misercordia, lo unico realmente importante es el amor, todo lo demas es una ridiculez, una manera de quemar tiempo, y el amor... es algo totalmente magico, no hay ciencia que explique eso, no hay metodos. En fin, me divierte igual leer estos blogs rigidos. Un abrazo!

Anónimo dijo...

Magia: arte de convertir la superstición en algo rentable ("Diccionario del Diablo", Ambrose Bierce)

Anónimo dijo...

Lo que me gusta más es que te digan que "esta noche sólo pasará lo que tú quieras que pase", ja, ja, yo hubiera pedido 1) que me toque la lotería, 2) que no me atropelle un coche, 3) que un millonario desconocido me deje de heredero, 4) que se me quiten las grasas superfluas... etc.

A ver si para el próximo san juan me acuerdo de acordarme de qué es lo que yo quiero que pase.

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