Éste es el significativo título de una monografía fechada en 2005 que lleva el no menos elocuente subtítulo de Pseudoterapias "religiosas" New Age. Sus autoras son Carmen Rodríguez y Carmen Almendros, psicólogas de la Universidad Autónoma de Madrid.
En un breve prefacio, una colega de las autoras, Carla Matteini, asegura que
En las últimas décadas hemos asistido también en España, una sociedad laica y menos conservadora que otras europeas, como la italiana por ejemplo, pero con una pesada carga y tradición confesional, al auge espectacular de sectas y "grupos" de manipulación psicológica, que hallan el terreno fértil entre la gente más joven. Muchas veces disfrazadas tras tendencias exóticas, esotéricas, masajes, tratamientos "orientales", otras en las corrientes holísticas o New Age, sus hábiles "maestros" crean el caldo de cultivo para apoderarse literalmente de entendimiento, afecto, vida en suma de muchas víctimas incautas.
Y en la introducción (p. 14-15) las autoras advierten de que
Las autoridades y los colegios profesionales parecen estar dormidos en un tema que afecta seriamente a la salud física y psíquica de los ciudadanos. ¿Por qué una persona tiene que saber que un médico naturista no ha pasado por Facultad de Medicina, ni tiene conocimientos que avalen ese título, o que la palabra terapeuta no lleva asociado ningún título académico? Cuando un psicólogo o un psiquiatra están haciendo un tratamiento profesional es frecuente que este acto se conozca como una terapia; por tanto, cualquier persona decodificaría que alguien que se anuncie como "terapeuta" se trata de un profesional con estudios universitarios y especializados.
Según las autoras, todos estos alegres practicantes de la terapias "alternativas" necesitan
... un estatus que implique reconocimiento social. La consecución de un título oficial, que acredite unos conocimientos, implica capacidad, esfuerzo, trabajo y tesón, normalmente no menos de 5 ó 6 años. Esto no les merece la pena, les es más fácil moverse en medio de la ambigüedad, utilizando "títulos" que, o no tienen respaldo ninguno, aunque sí en apariencia, o son expedidos a cambio de un esfuerzo mínimo y sin haber revalidado ningún conocimiento, muchas veces por correspondencia.
Exponen con amplitud dos casos de grave manipulación psicológica, uno de un masajista y otro de un médico naturista, que pusieron en práctica todo el repertorio de técnicas de manipulación psicológica para aprovecharse de algunos incautos: apartarlos del grupo familiar y fomentar el odio a sus padres, explotar creencias previas como la reencarnación, controlar la información que llega a los adeptos, exigir dinero, práctica de rituales, inducción de culpa, implantación de fobias, denigración del pensamiento crítico (¡faltaría más!), mentiras y engaños, asignar nuevos nombres, adoctrinamiento, posesión de poderes especiales, insistencia en el concepto de energía (¿de qué me suena a mí esto?), lectura de libros, hipnosis, trances, hiperventilación...
El masajista, como parte del "temario reencarnacionista", hizo creer a la adepta que su padre la había violado en otra vida, y que su madre lo había consentido. También practicaban Reiki (una monserga relacionada con la energía vital universal), hiperventilación, acupuntura, deprivación del sueño, control de la alimentación y, por supuesto, el viaje astral. Valga esto como ejemplo de lo que algunas sanguijuelas que se mueven en el mundo alternativo (todo alternativo excepto la cuenta corriente y la desvergüenza) son capaces de hacer. Los jóvenes que habían caído en las manos de estos "terapeutas alternativos" fueron sometidos a un complicado y prolongado proceso de desprogramación, según comentan las autoras con un nivel importante de éxito.
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LADRONES DE LIBERTAD
Pseudoterapias "religiosas" New Age
Carmen Rodríguez y Carmen Almendros
Ediciones de la Universidad Autónoma de Madrid, 2005.
ISBN: 84-7477-983-9
Odio la fanfarronería, odio la impostura, odio la superstición, odio la mentira y odio toda clase de tipos miserables y embaucadores, que son muchísimos, como sabes. Luciano de Samósata (s. II)
miércoles, agosto 29, 2007
viernes, agosto 24, 2007
Abades en Enigmas
No, no es ningún título en clave, ni un mantram; se lo explico.
Es que, una vez alertado, acabo de comprar Enigmas (nº 141, agosto 2007), una revista de misterios juveniles llena de humor blanco, blanquito. No sé cuántos años hacía que no compraba uno de sus números, creo que desde junio de 1996, cuando publiqué un artículo con el que continué la demolición del famoso caso de 5 de marzo de 1979, el torpemente llamado "ovni de Canarias" (los de la revista le acabaron poniendo este título: Canarias, 5 de marzo de 1979: el "ovni" de la discordia). Digo que continué la demolición porque ésta ya había sido iniciada en 1992 por Manuel Borraz Aymerich en su ensayo Los gigantes de Gáldar y los avistamientos canarios, donde este caso de Gáldar -otro que tal baila- y sus cuatro hermanos iniciaron la pendiente descendente que conduce desde el sensacionalismo y la descarada fabricación mediática a la racionalidad y la placentera aclaración de todo aquello que los mercaderes de lo oculto venden como misterios misteriófilos (iba a decir misteriosones, pero de esa palabra ya tiene Mauricio el copirrai).
¿Que por qué, después de tantos años, he comprado el Diez minutos del misterio? Pues porque Benito Manuel Carballal ha publicado un artículo en el que cita el caso Abades (mal, pero lo cita), un suceso aún no explicado que tuvo lugar el 9 de julio de 1992 en esta zona costera del municipio de Arico, a medio camino del sur de Tenerife. La referencia al caso Abades aparece separada del cuerpo del artículo -una cosa sobre ovnis, Guardias Civiles y los demonios particulares del gallego, los escépticos- pero la ilustración que lo abre reproduce documentos relacionados con el caso Abades. Esta errata ocurre cuando los maquetadores hacen lo que les sale de la entrepierna, porque supongo que no será culpa del autor, ¿no? Además, el pie de foto de esta ilustración contiene una errata aún más grave, tanto que apesta a sensacionalismo:
Bajo estas líneas, diferentes documentos pertenecientes a estamentos militares referentes a avistamientos OVNI ocurridos en la isla de Tenerife.
¿Quién te contó esta mentira? Bueno, no creo que te la hayas tragado; de hecho, es facilísimo comprobar que no se trata de documentos pertenecientes a estamentos militares, sino civiles: basta con mirar el membrete que los encabeza, que es visible incluso en el montaje fotográfico de papelitos con bolígrafo encima totalmente profesional que te cagas. Se trata de una carta que recibió el autor de este blog del Gobernador Civil de la provincia de Santa Cruz de Tenerife fechada el 18 de septiembre de 1992 y del parte de novedades del día del suceso del Aeropuerto del Sur-Reina Sofía. ¿Documentos militares? ¡¡Guauuuuu, me excito con lo militar...!!
¿Cómo llegaron esos documentos a manos del autor enigmático? Les aclararé el misterio: hará unos 10 años -o más- David Heylen Campos, un aficionado local a las cosas raras por decreto comercial, me pidió copia de esos papeles, porque estaba interesado en investigar de nuevo Abades. Yo -ingenuo de mí- se los proporcioné, con la esperanza de que aclarara lo que yo no había podido aclarar, pero aún estoy esperando alguna comunicación por su parte. ¿Hiciste algo, David? ¿Te diste el gusto de aclarar, explicar, demoler, destripar el misterio y te mantienes en silencio? ¿O te dedicaste a perseguir al yeti, al chupacabras y a otros seres que viven en la imaginación de los "critpo"-zoológos? ¡Venga, comparte con todo el mundo tu satisfacción, la alegría de haber derribado un presunto enigma! Ya sé que da más gusto lograr la resolución cuando el pretendido misterio es una desvergonzada chorrada creada por el cerebrito de algún chupatintas del misterio, y en este caso no se trata de tal, sino de un llamativo conjunto de observaciones y relatos ajenos a la fabricación mediática que divulgó la prensa generalista en su momento; pero, aún así, supongo que anhelarás hallar una explicación total, contundente y satisfactoria a un misterio, como es natural en toda mente que muestra cierta educación intelectual.
Pues eso, que le pasé una copia de la carta del gobernador civil y del parte del aeropuerto a David Heylen y hasta luego, Lucas. No volví a saber de él. Pero habría apostado un riñón, por no apostar una gónada, que algún día lo habría visto reproducido en lugar inapropiado. Helo aquí, quiero decir allí, en Enigmas... De todas formas, si Heylen, a través de algún intermediario alternativo-enigmático, no facilitó copias de esos documentos a Carballal bien podría tratarse de simples fotocopias ampliadas, pues ambos documentos fueron publicados por mí y por Vicente-Juan Ballester Olmos en un artículo de la desaparecida Espacio y Tiempo, El caso de avión estrellado que nadie reclamó, en octubre de 1994. Por supuesto, Carballal no cita ni de casualidad este artículo, que no es una nota de tres líneas, sino una encuesta en profundidad que ocupa seis páginas de la revista. Veamos que cuenta Carballal ahora sobre Abades.
... uno de los casos más inquietantes de la historia ufológica.
Bueno, esto es pasarse siete pueblos: ¡si no hubo marcianos, ni aterrizaje, ni huellas, ni skins, ni guardias civiles aporreando ufólogos...! Y tampoco ha hecho correr ríos de tinta: lo que publicó la prensa en su momento y mi artículo con Ballester, y poco más hasta antes de ayer, así que no saquemos las cosas de quicio, ni desbarremos...
Y esos ríos de tinta sí han corrido con algunos casos canarios, no casi todos, como dices. Los ríos de tinta han corrido con el 22/6/76 y el 5/3/79, y poco más. El resto, alucinaciones sabatinas y dominicales; y poco más, repito. Yo no me prodigo mucho, al margen de las cosillas de este blog, normalmente recordatorios; prefiero cocinar a fuego lento y machacar las cosas bien. En el futuro, a lo mejor, meto otra marcha.
¿Documentación oficial? ¿Los documentos que reproduces son "documentación oficial"? Buah... Sí, en tu poder obran desde hace días (sic). Y en el mío desde hace 15 años.
¿Avión en llamas?; ¿qué avión en llamas?, ¿quién dijo que había visto un avión en llamas?; ¿no habrás dado por buena la creativa ilustración que se sacó de la manga la revista en la primera página de mi artículo, verdad? Porque en la información que recogí de primera mano en la 151ª Comandancia de la Guardia Civil en Ofra (Santa Cruz de Tenerife) con mi chaleco multibolsillos, mi cámara de fotos en ristre, mi grabadora, mi bloc de notas y mi boli de cuatro colores (según el ultra-método-paracientífico de Pedro Amorós) en el informe elaborado por la Guardia Civil no hay ninguna referencia a un avión en llamas. Los testigos solo hablaron de una avioneta o avión descendiendo, y otro de algo muy parecido a un avión sobre la superficie del mar. Nada de avión en llamas. ¿Dónde están los testigos que vieron "llamas"?
Pues eso, otra hinbestigasión campestre más al bote...
Ah, por cierto, si ustedes desean desperdiciar el dinero como lo he hecho yo y compran este número de Enigmas verán que la nota dedicada al caso Abades viene acompañada de una bonita foto. Esa foto no pertenece a Abades, sino a la carretera que asciende al Parque Nacional de Teide. Pero, ¿a que queda mona para acompañar una pedestre nota sobre algo ocurrido en Tenerife?; además, ya saben ustedes, ¿no?, aquello de la "magia de Canarias" y otras magufadas y gilipolleces de vergüenza ajena...
Como cité más arriba, sobre el caso de Abades publiqué, junto con Vicente-Juan Ballester Olmos, un amplio artículo en Espacio y Tiempo en su número de octubre de 1994. Como en cualquier momento lo reproduciré en este blog o en cualquier otro lugar que me parezca oportuno, no entro en más detalles. Desgraciadamente, las conclusiones de ese artículo son, de momento, aún válidas, es decir, no ha sido posible disolver el misterio, licuar su extrañeza, pulverizar las incógnitas, que es algo muy sano y recomendable. Pero todo se andará.
Es que, una vez alertado, acabo de comprar Enigmas (nº 141, agosto 2007), una revista de misterios juveniles llena de humor blanco, blanquito. No sé cuántos años hacía que no compraba uno de sus números, creo que desde junio de 1996, cuando publiqué un artículo con el que continué la demolición del famoso caso de 5 de marzo de 1979, el torpemente llamado "ovni de Canarias" (los de la revista le acabaron poniendo este título: Canarias, 5 de marzo de 1979: el "ovni" de la discordia). Digo que continué la demolición porque ésta ya había sido iniciada en 1992 por Manuel Borraz Aymerich en su ensayo Los gigantes de Gáldar y los avistamientos canarios, donde este caso de Gáldar -otro que tal baila- y sus cuatro hermanos iniciaron la pendiente descendente que conduce desde el sensacionalismo y la descarada fabricación mediática a la racionalidad y la placentera aclaración de todo aquello que los mercaderes de lo oculto venden como misterios misteriófilos (iba a decir misteriosones, pero de esa palabra ya tiene Mauricio el copirrai).
¿Que por qué, después de tantos años, he comprado el Diez minutos del misterio? Pues porque Benito Manuel Carballal ha publicado un artículo en el que cita el caso Abades (mal, pero lo cita), un suceso aún no explicado que tuvo lugar el 9 de julio de 1992 en esta zona costera del municipio de Arico, a medio camino del sur de Tenerife. La referencia al caso Abades aparece separada del cuerpo del artículo -una cosa sobre ovnis, Guardias Civiles y los demonios particulares del gallego, los escépticos- pero la ilustración que lo abre reproduce documentos relacionados con el caso Abades. Esta errata ocurre cuando los maquetadores hacen lo que les sale de la entrepierna, porque supongo que no será culpa del autor, ¿no? Además, el pie de foto de esta ilustración contiene una errata aún más grave, tanto que apesta a sensacionalismo:
Bajo estas líneas, diferentes documentos pertenecientes a estamentos militares referentes a avistamientos OVNI ocurridos en la isla de Tenerife.
¿Quién te contó esta mentira? Bueno, no creo que te la hayas tragado; de hecho, es facilísimo comprobar que no se trata de documentos pertenecientes a estamentos militares, sino civiles: basta con mirar el membrete que los encabeza, que es visible incluso en el montaje fotográfico de papelitos con bolígrafo encima totalmente profesional que te cagas. Se trata de una carta que recibió el autor de este blog del Gobernador Civil de la provincia de Santa Cruz de Tenerife fechada el 18 de septiembre de 1992 y del parte de novedades del día del suceso del Aeropuerto del Sur-Reina Sofía. ¿Documentos militares? ¡¡Guauuuuu, me excito con lo militar...!!
¿Cómo llegaron esos documentos a manos del autor enigmático? Les aclararé el misterio: hará unos 10 años -o más- David Heylen Campos, un aficionado local a las cosas raras por decreto comercial, me pidió copia de esos papeles, porque estaba interesado en investigar de nuevo Abades. Yo -ingenuo de mí- se los proporcioné, con la esperanza de que aclarara lo que yo no había podido aclarar, pero aún estoy esperando alguna comunicación por su parte. ¿Hiciste algo, David? ¿Te diste el gusto de aclarar, explicar, demoler, destripar el misterio y te mantienes en silencio? ¿O te dedicaste a perseguir al yeti, al chupacabras y a otros seres que viven en la imaginación de los "critpo"-zoológos? ¡Venga, comparte con todo el mundo tu satisfacción, la alegría de haber derribado un presunto enigma! Ya sé que da más gusto lograr la resolución cuando el pretendido misterio es una desvergonzada chorrada creada por el cerebrito de algún chupatintas del misterio, y en este caso no se trata de tal, sino de un llamativo conjunto de observaciones y relatos ajenos a la fabricación mediática que divulgó la prensa generalista en su momento; pero, aún así, supongo que anhelarás hallar una explicación total, contundente y satisfactoria a un misterio, como es natural en toda mente que muestra cierta educación intelectual.
Pues eso, que le pasé una copia de la carta del gobernador civil y del parte del aeropuerto a David Heylen y hasta luego, Lucas. No volví a saber de él. Pero habría apostado un riñón, por no apostar una gónada, que algún día lo habría visto reproducido en lugar inapropiado. Helo aquí, quiero decir allí, en Enigmas... De todas formas, si Heylen, a través de algún intermediario alternativo-enigmático, no facilitó copias de esos documentos a Carballal bien podría tratarse de simples fotocopias ampliadas, pues ambos documentos fueron publicados por mí y por Vicente-Juan Ballester Olmos en un artículo de la desaparecida Espacio y Tiempo, El caso de avión estrellado que nadie reclamó, en octubre de 1994. Por supuesto, Carballal no cita ni de casualidad este artículo, que no es una nota de tres líneas, sino una encuesta en profundidad que ocupa seis páginas de la revista. Veamos que cuenta Carballal ahora sobre Abades.
... uno de los casos más inquietantes de la historia ufológica.
Bueno, esto es pasarse siete pueblos: ¡si no hubo marcianos, ni aterrizaje, ni huellas, ni skins, ni guardias civiles aporreando ufólogos...! Y tampoco ha hecho correr ríos de tinta: lo que publicó la prensa en su momento y mi artículo con Ballester, y poco más hasta antes de ayer, así que no saquemos las cosas de quicio, ni desbarremos...
Y esos ríos de tinta sí han corrido con algunos casos canarios, no casi todos, como dices. Los ríos de tinta han corrido con el 22/6/76 y el 5/3/79, y poco más. El resto, alucinaciones sabatinas y dominicales; y poco más, repito. Yo no me prodigo mucho, al margen de las cosillas de este blog, normalmente recordatorios; prefiero cocinar a fuego lento y machacar las cosas bien. En el futuro, a lo mejor, meto otra marcha.
¿Documentación oficial? ¿Los documentos que reproduces son "documentación oficial"? Buah... Sí, en tu poder obran desde hace días (sic). Y en el mío desde hace 15 años.
¿Avión en llamas?; ¿qué avión en llamas?, ¿quién dijo que había visto un avión en llamas?; ¿no habrás dado por buena la creativa ilustración que se sacó de la manga la revista en la primera página de mi artículo, verdad? Porque en la información que recogí de primera mano en la 151ª Comandancia de la Guardia Civil en Ofra (Santa Cruz de Tenerife) con mi chaleco multibolsillos, mi cámara de fotos en ristre, mi grabadora, mi bloc de notas y mi boli de cuatro colores (según el ultra-método-paracientífico de Pedro Amorós) en el informe elaborado por la Guardia Civil no hay ninguna referencia a un avión en llamas. Los testigos solo hablaron de una avioneta o avión descendiendo, y otro de algo muy parecido a un avión sobre la superficie del mar. Nada de avión en llamas. ¿Dónde están los testigos que vieron "llamas"?
Pues eso, otra hinbestigasión campestre más al bote...
Ah, por cierto, si ustedes desean desperdiciar el dinero como lo he hecho yo y compran este número de Enigmas verán que la nota dedicada al caso Abades viene acompañada de una bonita foto. Esa foto no pertenece a Abades, sino a la carretera que asciende al Parque Nacional de Teide. Pero, ¿a que queda mona para acompañar una pedestre nota sobre algo ocurrido en Tenerife?; además, ya saben ustedes, ¿no?, aquello de la "magia de Canarias" y otras magufadas y gilipolleces de vergüenza ajena...
Como cité más arriba, sobre el caso de Abades publiqué, junto con Vicente-Juan Ballester Olmos, un amplio artículo en Espacio y Tiempo en su número de octubre de 1994. Como en cualquier momento lo reproduciré en este blog o en cualquier otro lugar que me parezca oportuno, no entro en más detalles. Desgraciadamente, las conclusiones de ese artículo son, de momento, aún válidas, es decir, no ha sido posible disolver el misterio, licuar su extrañeza, pulverizar las incógnitas, que es algo muy sano y recomendable. Pero todo se andará.
martes, agosto 21, 2007
Reseña de Los ovnis ¡vaya timo! en Pensar
El nuevo número de Pensar, revista en español del CSI, ha publicado una reseña de mi libro Los ovnis ¡vaya timo! de la que es autor José Luis Calvo. Puede leerse en este enlace.
Y en el blog La nave de los locos tienen un comentario sobre el nuevo número de Pensar.
Y en el blog La nave de los locos tienen un comentario sobre el nuevo número de Pensar.
viernes, agosto 17, 2007
Metafísica para mentecatos
El ocultismo es la metafísica de los mentecatos. La condición subalterna de los medios es tan poco accidental como lo apócrifo y pueril de lo revelado. Desde los primeros días del espiritismo, el más allá no ha comunicado cosas de mayor monta que los saludos de la abuela fallecida junto a la profecía de algún viaje inminente. La excusa de que el mundo de los espíritus no puede comunicar a la pobre razón humana más cosas que la que está en condiciones de recibir es igualmente necia, hipótesis auxiliar del sistema paranoico: más lejos que el viaje hacia donde está la abuela ha llevado el lumen naturale, y si los espíritus no quieren enterarse es que son unos duendes desatentos con los que más vale romper relaciones. En el contenido burdamente natural del mensaje sobrenatural se revela su falsedad. Al intentar echar mano a lo perdido allá arriba, los ocultistas no encuentran sino su propia nada. Para no salir de la gris cotidianeidad, en la que, como realistas incorregibles, se hallan a gusto, el sentido en el que se recrean lo asimilan al sinsentido del que huyen. El magro efecto mágico no es sino la magra existencia de la que él es reflejo. De ahí que los prosaicos se encuentren cómodos en él. Los hechos que sólo se diferencian de los que realmente lo son en que no lo son se sitúan en una cuarta dimensión. Su simple no ser es su qualitas oculta. Proporcionan a la imbecilidad una cosmovisión. Astrólogos y espiritistas dan de un modo drástico, definitivo, a cada cuestión una respuesta que no tanto la resuelve como, con sus crudas aseveraciones, la sustrae a toda posible solución. Su ámbito sublime, representado en un análogo espacio, requiere tan poco ser pensado como las sillas y los jarrones. De ese modo refuerza el conformismo. Nada favorece más a lo existente que el que el existir como tal sea lo constitutivo del sentido.
Minima moralia (parte tercera)
Theodor W. Adorno
Minima moralia (parte tercera)
Theodor W. Adorno
domingo, agosto 12, 2007
Pensamiento crítico en la UVA
La última semana del pasado mes de julio se impartió el curso Ciencia: fundamentos, desafíos y malos imitadores en la Universidad de Verano de Adeje (UVA), una especie de resumen muy comprimido de Ciencia y pseudociencias 2007. Los cerca de 40 alumnos (que valoraron el Curso como el segundo mejor de 14, según nos confirmó la Vicerrectora de Relaciones Universidad y Sociedad) aprendieron unas cuantas nociones básicas de ciencia y de crítica a algunas de las ideas paranormalófilas más divulgadas, desde el caso Arnold a las/los caras de Bélmez, pasando por las técnicas de lectura en frío que utilizan los adivinos y disparatadas creencias como el uso del 10% del cerebro y la mítica conexión astrológica entre los astros y el ser humano.
Néstor Torres, durante su charla ¿Es posible curar con genes?
En este enlace la la UVA tienen, a la derecha, en la sección Todas las noticias de la XV edición de la Universidad de Verano un resumen de mi intervención Crónicas de Paranormalandia, así como de las de Carlos Álvarez La UVA desenmascara a mediums, adivinos y demás y Carlos J. Álvarez: 'Es falso que usamos sólo el 10% de nuestro cerebro'.
Como se imaginarán, ni esta mi segunda charla ni la primera sobre el mito de los platillos volantes estaba enmarcada en el curso Ciencia y Tecnología del Espacio para la Observación de la Tierra (una errata del editor), sino en el ya citado Ciencia: fundamentos, desafíos y malos imitadores.
Néstor Torres, durante su charla ¿Es posible curar con genes?
En este enlace la la UVA tienen, a la derecha, en la sección Todas las noticias de la XV edición de la Universidad de Verano un resumen de mi intervención Crónicas de Paranormalandia, así como de las de Carlos Álvarez La UVA desenmascara a mediums, adivinos y demás y Carlos J. Álvarez: 'Es falso que usamos sólo el 10% de nuestro cerebro'.
Como se imaginarán, ni esta mi segunda charla ni la primera sobre el mito de los platillos volantes estaba enmarcada en el curso Ciencia y Tecnología del Espacio para la Observación de la Tierra (una errata del editor), sino en el ya citado Ciencia: fundamentos, desafíos y malos imitadores.
sábado, agosto 11, 2007
Enigmapedia
Plagio una nota publicada por el Círculo Escéptico sobre este importante proyecto. La ordenación progresiva de toda la información crítica de la red puede suponer un recurso muy importante para contrarrestar el voluminoso montón de chatarra no reciclable que pulula por Internet.
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¿Qué le hace falta al escepticismo en español? Una mayor presencia en Internet para tenerla también en el mundo real. Es lo que pensamos algunos. Es cierto que en los últimos años las webs escépticas han aumentado en número y calidad; pero también lo es que no hay ninguna que sirva de guía para quien quiera información fiable sobre cualquier presunto misterio o divulgador de lo paranormal. El universo pseudocientífico es tan amplio que resulta imposible cubrirlo todo y estar a la última, como demuestra el hecho de que, a pesar del creciente número de bitácoras críticas, aún haya que recurrir a fuentes en otros idiomas para algunos asuntos, a pesar de ser el español un idioma hablado por más de 400 millones de personas.
Para cubrir ese hueco nace hoy el proyecto Enigmapedia, una iniciativa del Círculo Escéptico abierta a la participación de asociaciones y particulares de todo el mundo de habla hispana. El objetivo es crear una enciclopedia en línea que sirva de referencia al pensamiento crítico iberoamericano y, por extensión, a todo aquel que necesite información fiable sobre los llamados fenómenos paranormales. Así, llegará un momento en el que cualquier periodista o interesado encontrará en esa web la información necesaria para separar el trigo de la paja, la verdad de las mentiras sobre las que se levantan las pseudociencias y hacen carrera sus impulsores.
Enigmapedia -el nombre es provisional- está todavía en mantillas y su éxito dependerá, en gran medida, de que los escépticos iberoamericanos quieran aunar fuerzas y trabajar juntos en el proyecto. Habrá un reducido grupo de editores, que serán los que en realidad se encarguen del día a día, pero se va a necesitar de todo: ancho de banda, artículos, programadores, autores, documentación. Imagínense lo que puede ser sumar de una forma ordenada y coherente gran parte de la información escéptica que hay hoy en día en Internet. Y lo que puede suponer para el avance del pensamiento crítico que una enciclopedia escéptica sea lo primero que aparezca en Google cuando uno escriba triángulo de las Bermudas, ovnis, acupuntura, Charles Fort...
Aunque el Círculo Escéptico va mandar en las próximas semanas las pertinentes invitaciones a organizaciones y particulares, si usted no quiere esperar, escriba a circulo@circuloesceptico.org
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¿Qué le hace falta al escepticismo en español? Una mayor presencia en Internet para tenerla también en el mundo real. Es lo que pensamos algunos. Es cierto que en los últimos años las webs escépticas han aumentado en número y calidad; pero también lo es que no hay ninguna que sirva de guía para quien quiera información fiable sobre cualquier presunto misterio o divulgador de lo paranormal. El universo pseudocientífico es tan amplio que resulta imposible cubrirlo todo y estar a la última, como demuestra el hecho de que, a pesar del creciente número de bitácoras críticas, aún haya que recurrir a fuentes en otros idiomas para algunos asuntos, a pesar de ser el español un idioma hablado por más de 400 millones de personas.
Para cubrir ese hueco nace hoy el proyecto Enigmapedia, una iniciativa del Círculo Escéptico abierta a la participación de asociaciones y particulares de todo el mundo de habla hispana. El objetivo es crear una enciclopedia en línea que sirva de referencia al pensamiento crítico iberoamericano y, por extensión, a todo aquel que necesite información fiable sobre los llamados fenómenos paranormales. Así, llegará un momento en el que cualquier periodista o interesado encontrará en esa web la información necesaria para separar el trigo de la paja, la verdad de las mentiras sobre las que se levantan las pseudociencias y hacen carrera sus impulsores.
Enigmapedia -el nombre es provisional- está todavía en mantillas y su éxito dependerá, en gran medida, de que los escépticos iberoamericanos quieran aunar fuerzas y trabajar juntos en el proyecto. Habrá un reducido grupo de editores, que serán los que en realidad se encarguen del día a día, pero se va a necesitar de todo: ancho de banda, artículos, programadores, autores, documentación. Imagínense lo que puede ser sumar de una forma ordenada y coherente gran parte de la información escéptica que hay hoy en día en Internet. Y lo que puede suponer para el avance del pensamiento crítico que una enciclopedia escéptica sea lo primero que aparezca en Google cuando uno escriba triángulo de las Bermudas, ovnis, acupuntura, Charles Fort...
Aunque el Círculo Escéptico va mandar en las próximas semanas las pertinentes invitaciones a organizaciones y particulares, si usted no quiere esperar, escriba a circulo@circuloesceptico.org
miércoles, agosto 01, 2007
Medicina ¿natural?
La última semana del mes pasado se celebró en Tenerife un congreso sobre Medicina y Salud Natural (sic). ¿Es que la penicilina sintetizada en laboratorio no es natural? ¿Y el calcio añadido a la leche sintetizado en laboratorio tampoco lo es? El uso del término natural es bastante tramposo en estos círculos; vende producto apoyándose en el desconocimiento del consumidor. Una decena larga de profesores de la Universidad de La Laguna (ULL) enviaron a los medios de comunicación una carta criticando algunos conceptos utilizados por los organizadores. La reproduzco a continuación, pero también la pueden ver
en este enlace del Gabinete de Prensa de la ULL ,
en Tenerife Hoy
y en La Opinión de Tenerife
En esta nota se nos dice que todo es cojonudo, que el número de Avogadro se tendrá en cuenta, y que las energías sutiles y mesmerianas serán medidas con toda rigurosidad. Me quedo más contento.
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El próximo lunes, 23 de julio de 2007, arrancará en La Laguna el Primer Congreso de Medicina y Salud Natural, organizado bajo los auspicios de diversas instituciones públicas, entre las que destacan el Cabildo Insular de Tenerife y la Universidad de La Laguna. Su objetivo, según destacan en la página oficial, no es otro que tratar sobre las principales terapias complementarias, desde terapias occidentales como la Homeopatía y la Osteopatía, a medicinas ancestrales como Ayurveda de la India, Medicina Tradicional China y Shiatsu desde Japón, con los objetivos de favorecer la adquisición de una visión general en las diferentes terapias médicas no convencionales, su evolución histórica, estado actual y perspectivas de futuro; obtener conocimientos en aspectos científicos y socioculturales relacionados con la salud y las terapias; promover un espíritu de colaboración entre profesionales e investigadores, con el objetivo de mejorar la salud de la población.
El congreso, por lo que parece, intenta establecer nexos de unión y colaboración entre una serie de terapias alternativas, englobadas todas ellas bajo el siempre socorrido cuño del carácter “natural”. Entre el grupo de ponentes hay destacados nombres vinculados a la investigación y a la docencia en la Universidad de La Laguna, con una trayectoria intachable. Precisamente por esto, y por contar con la bendición de una de las dos instituciones académicas superiores del archipiélago, es por lo que resulta preocupante que bajo el paraguas que dan éstas y aquéllos se sitúen una serie de pretendidas terapias que sólo pueden ser etiquetadas como pseudomedicinas.
El congreso pretende facilitar la obtención de conocimientos científicos vinculados a la salud, pero se da la paradoja de que ninguna de las terapias mentadas ha conseguido aportar pruebas fiables de su eficacia mediante el empleo del método científico.
En el caso de la terapia occidental más popular, la homeopatía, en agosto de 2005, la revista médica The Lancet publicó un profundo metaestudio de numerosas pruebas clínicas a las que se han sometido las terapias homeopáticas, determinando de manera clara que la homeopatía no tiene una eficacia superior a la de cualquier placebo. Los practicantes de esta terapia no han aportado investigaciones, hallazgos, descubrimientos ni terapias originales, niegan de forma dogmática la existencia de organismos patógenos microscópicos, como serían las bacterias y virus, además de realizar afirmaciones sobre el "espíritu curativo" de ciertas sustancias que no ha conseguido probar. Igualmente, niegan los conocimientos que tenemos sobre la química al enseñar que los efectos de una sustancia son mayores, cuanto menor sea su cantidad, cuando es fácilmente demostrable que en el mundo real los efectos son mayores a mayor cantidad. La doctrina homeopática contradice buena parte de los conocimientos que nos han aportado disciplinas como la física, la química, la biología o la medicina (la medicina real), conocimientos que han supuesto una gran mejora de la salud y el bienestar de los ciudadanos. Lo que acontece con esta pseudoterapia puede hacerse extensivo a cualquiera de las mencionadas en el programa del congreso.
Más allá de la tradicional (y falaz) distinción entre medicina “oficial” y medicinas “alternativas”, la filosofía del evento parece incidir en el ámbito de la complementariedad, sobre la base de que las segundas son una buena herramienta para afianzar la eficacia de la primera, idea ésta que choca con el problema ya citado: no han logrado demostrar su eficacia en condiciones objetivas. Como se preguntara Alfonso López Borgoñoz, respecto del polémico decreto catalán sobre medicinas alternativas, ¿cómo puede ser beneficioso para las instituciones sanitarias coger bajo su manto unas prácticas ineficaces? ¿No será más bien un grave riesgo para la salud pública el proporcionar autoridad a una serie de personas poco preparadas que usan una serie de técnicas terapéuticas que jamás han demostrado que sirvan para nada?
Lo que importa a la salud pública, en realidad, es que hay terapias que curan y terapias que no curan. No hay terapias oficiales y alternativas. Y todas las que se demuestra que curan son siempre incorporadas por la medicina que se ha dado en llamar oficial. Y sólo se sabe si unas curan de verdad o no lo hacen, mediante el cumplimiento de las mismas de una serie de protocolos y mediante la comprobación de su eficacia mediante una serie de ensayos clínicos controlados que se trata que sean lo más objetivos posibles. Lo que será del mayor interés social no será tanto el defender un tipo de medicina en sí u otra, o situarlas –como se plantea en el congreso- en una armónica relación colaboradora, sino potenciar tan sólo aquellas terapias que hayan podido demostrar de forma clara que realmente proporcionan beneficios para la salud pública, más allá de la fe de los que las ejercen o de los que las reciben, o de sus comentarios particulares, sin relevancia estadística.
No nos negamos a las novedades. La ciencia es eso, novedad continua. No nos negamos a nuevas terapias curativas, la medicina basada en la ciencia es eso continuamente. No se trata de defender privilegios ni de defender ningún tipo de medicina en concreto, sino sólo la que su uso esté acreditado que cura, y por acreditado nos referimos a estudios realizados en las condiciones debidas y que sean contrastables por otros equipos de investigación. De hecho, como ya hemos dicho, se debe pensar que la medicina actual ‘oficial’, se basa en la búsqueda y demostración continua de mejores terapias, de fármacos con más posibilidades de actuación. No es un conocimiento estancado, fosilizado, como el de las terapias alternativas que se enumeran en el programa del congreso. Criterios como la antigüedad de una terapia o la autoridad moral de quien primero la hizo servir, es una práctica felizmente retirada de la praxis médica en muchos países desde hace mucho tiempo, lo cual ha significado un notable crecimiento en la mejora de la calidad de vida de miles de millones de persona de forma objetiva y demostrable, así como un incremento notable en la esperanza de vida de la población de la mayor parte de países.
Por todo ello, manifestamos nuestra sincera preocupación por el hecho de que, bajo el paraguas institucional y junto a los representantes de la ciencia, se sitúen actividades que contradicen formalmente los principios que rigen lo primero (destacando sobremanera el interés social) y frontalmente los métodos y resultados obtenidos, propios de la segunda. No existen medicinas oficiales y alternativas, sólo una, la que cura. Y, como se ha dicho tantas veces, su única alternativa es una medicina mejor.
en este enlace del Gabinete de Prensa de la ULL ,
en Tenerife Hoy
y en La Opinión de Tenerife
En esta nota se nos dice que todo es cojonudo, que el número de Avogadro se tendrá en cuenta, y que las energías sutiles y mesmerianas serán medidas con toda rigurosidad. Me quedo más contento.
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El próximo lunes, 23 de julio de 2007, arrancará en La Laguna el Primer Congreso de Medicina y Salud Natural, organizado bajo los auspicios de diversas instituciones públicas, entre las que destacan el Cabildo Insular de Tenerife y la Universidad de La Laguna. Su objetivo, según destacan en la página oficial, no es otro que tratar sobre las principales terapias complementarias, desde terapias occidentales como la Homeopatía y la Osteopatía, a medicinas ancestrales como Ayurveda de la India, Medicina Tradicional China y Shiatsu desde Japón, con los objetivos de favorecer la adquisición de una visión general en las diferentes terapias médicas no convencionales, su evolución histórica, estado actual y perspectivas de futuro; obtener conocimientos en aspectos científicos y socioculturales relacionados con la salud y las terapias; promover un espíritu de colaboración entre profesionales e investigadores, con el objetivo de mejorar la salud de la población.
El congreso, por lo que parece, intenta establecer nexos de unión y colaboración entre una serie de terapias alternativas, englobadas todas ellas bajo el siempre socorrido cuño del carácter “natural”. Entre el grupo de ponentes hay destacados nombres vinculados a la investigación y a la docencia en la Universidad de La Laguna, con una trayectoria intachable. Precisamente por esto, y por contar con la bendición de una de las dos instituciones académicas superiores del archipiélago, es por lo que resulta preocupante que bajo el paraguas que dan éstas y aquéllos se sitúen una serie de pretendidas terapias que sólo pueden ser etiquetadas como pseudomedicinas.
El congreso pretende facilitar la obtención de conocimientos científicos vinculados a la salud, pero se da la paradoja de que ninguna de las terapias mentadas ha conseguido aportar pruebas fiables de su eficacia mediante el empleo del método científico.
En el caso de la terapia occidental más popular, la homeopatía, en agosto de 2005, la revista médica The Lancet publicó un profundo metaestudio de numerosas pruebas clínicas a las que se han sometido las terapias homeopáticas, determinando de manera clara que la homeopatía no tiene una eficacia superior a la de cualquier placebo. Los practicantes de esta terapia no han aportado investigaciones, hallazgos, descubrimientos ni terapias originales, niegan de forma dogmática la existencia de organismos patógenos microscópicos, como serían las bacterias y virus, además de realizar afirmaciones sobre el "espíritu curativo" de ciertas sustancias que no ha conseguido probar. Igualmente, niegan los conocimientos que tenemos sobre la química al enseñar que los efectos de una sustancia son mayores, cuanto menor sea su cantidad, cuando es fácilmente demostrable que en el mundo real los efectos son mayores a mayor cantidad. La doctrina homeopática contradice buena parte de los conocimientos que nos han aportado disciplinas como la física, la química, la biología o la medicina (la medicina real), conocimientos que han supuesto una gran mejora de la salud y el bienestar de los ciudadanos. Lo que acontece con esta pseudoterapia puede hacerse extensivo a cualquiera de las mencionadas en el programa del congreso.
Más allá de la tradicional (y falaz) distinción entre medicina “oficial” y medicinas “alternativas”, la filosofía del evento parece incidir en el ámbito de la complementariedad, sobre la base de que las segundas son una buena herramienta para afianzar la eficacia de la primera, idea ésta que choca con el problema ya citado: no han logrado demostrar su eficacia en condiciones objetivas. Como se preguntara Alfonso López Borgoñoz, respecto del polémico decreto catalán sobre medicinas alternativas, ¿cómo puede ser beneficioso para las instituciones sanitarias coger bajo su manto unas prácticas ineficaces? ¿No será más bien un grave riesgo para la salud pública el proporcionar autoridad a una serie de personas poco preparadas que usan una serie de técnicas terapéuticas que jamás han demostrado que sirvan para nada?
Lo que importa a la salud pública, en realidad, es que hay terapias que curan y terapias que no curan. No hay terapias oficiales y alternativas. Y todas las que se demuestra que curan son siempre incorporadas por la medicina que se ha dado en llamar oficial. Y sólo se sabe si unas curan de verdad o no lo hacen, mediante el cumplimiento de las mismas de una serie de protocolos y mediante la comprobación de su eficacia mediante una serie de ensayos clínicos controlados que se trata que sean lo más objetivos posibles. Lo que será del mayor interés social no será tanto el defender un tipo de medicina en sí u otra, o situarlas –como se plantea en el congreso- en una armónica relación colaboradora, sino potenciar tan sólo aquellas terapias que hayan podido demostrar de forma clara que realmente proporcionan beneficios para la salud pública, más allá de la fe de los que las ejercen o de los que las reciben, o de sus comentarios particulares, sin relevancia estadística.
No nos negamos a las novedades. La ciencia es eso, novedad continua. No nos negamos a nuevas terapias curativas, la medicina basada en la ciencia es eso continuamente. No se trata de defender privilegios ni de defender ningún tipo de medicina en concreto, sino sólo la que su uso esté acreditado que cura, y por acreditado nos referimos a estudios realizados en las condiciones debidas y que sean contrastables por otros equipos de investigación. De hecho, como ya hemos dicho, se debe pensar que la medicina actual ‘oficial’, se basa en la búsqueda y demostración continua de mejores terapias, de fármacos con más posibilidades de actuación. No es un conocimiento estancado, fosilizado, como el de las terapias alternativas que se enumeran en el programa del congreso. Criterios como la antigüedad de una terapia o la autoridad moral de quien primero la hizo servir, es una práctica felizmente retirada de la praxis médica en muchos países desde hace mucho tiempo, lo cual ha significado un notable crecimiento en la mejora de la calidad de vida de miles de millones de persona de forma objetiva y demostrable, así como un incremento notable en la esperanza de vida de la población de la mayor parte de países.
Por todo ello, manifestamos nuestra sincera preocupación por el hecho de que, bajo el paraguas institucional y junto a los representantes de la ciencia, se sitúen actividades que contradicen formalmente los principios que rigen lo primero (destacando sobremanera el interés social) y frontalmente los métodos y resultados obtenidos, propios de la segunda. No existen medicinas oficiales y alternativas, sólo una, la que cura. Y, como se ha dicho tantas veces, su única alternativa es una medicina mejor.
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