lunes, noviembre 19, 2007

La fiabilidad de los testigos (entrevista radiofónica)

Estos días se ha difundido la noticia, nada original por cierto, de que un grupo de científicos, militares y funcionarios gubernamentales han pedido que se reabra la investigación oficial sobre platillos volantes en Estados Unidos.

Entre los citados se encuentra el ex gobernador de Arizona, Fife Symington, que durante una rueda de prensa afirmó que "queremos que el gobierno de EEUU deje de publicar historias que perpetúan el mito de que todos los objetos volantes no identificados se pueden explicar en términos convencionales". Esto es el mundo del revés, en buena medida. No sé si "el gobierno de los USA" ha asegurado en alguna ocasión que todos los casos ufológicos son explicables en términos convencionales, pero eso, desgraciadamente, no es cierto. Es probable que potencialmente todos lo sean, pero en acto, no todos lo son. No existen investigadores y curiosos totipotentes que tengan la capacidad de explicar todos los casos, de la misma forma que no hay comisarios de policía que puedan explicar todos los delitos de que tienen conocimiento. Pero, ¿nos lleva esto a pensar que tras esos asesinos no identificados se ocultan entes supra-humanos? Son muchas las circunstancias que intervienen en la producción final de un relato ufológico como para permitir que todos sean completamente explicables.

Pero, ¿de qué está pretendiendo convencernos el ex gobernador de Arizona?; ¿estará pretendiendo convencernos de que en esos casos no resueltos se ocultan super bichos del espacio inteligentes? Pues si sólo lo intenta con su palabra y la palabra de otros (el decir, el recuerdo de una experiencia) mal lo lleva...

Por supuesto, todos los que participaron en la rueda de prensa han tenido experiencias. Faltaría más. Los convencidos de antemano tienen que dar fe, como en las religiones.

Por su parte, Jean-Claude Ribes, astrónomo del Centro Nacional Francés para la Investígación Científica, dijo que "es necesario vencer los prejuicios". Sí, eso es cierto, es necesario vencer los prejuicios. Eso lleva diciéndolo la ufología crítica y escéptica décadas, pero los creyentes y los negociantes del misterio de diseño no han hecho el más mínimo caso. Por ejemplo, aseguran que algunos episodios sugieren que se trata de máquinas voladoras con características que superan nuestras capacidades terrestres. Me pregunto cómo han podido llegar a eso conclusión sin presentar pruebas de ello; pruebas del mismo tipo de las que existen de que hay fragmentos de materia interplanetaria que caen en la Tierra.

Y por último, la clave de bóveda de esta enésima versión de teatrillo mediático de los platillos volantes, con el que unos pocos pilotos y científicos creyentes que no tienen otra cosa mejor que hacer nos obsequian de vez en cuando: "Si se pudiera comprobar que ese es el caso -la de las capacidades tecnológicas sobrehumanas- la hipótesis extraterrestre sería la más plausible para esas naves avanzadas, una posibilidad fantástica pero no racional dados los datos existentes". Hay unas cuantas morcillas que se le han colado a este científico francés en sus afirmaciones, si no las ha colado porque no podía dejar de colarlas, claro, que si no, para qué iban a convocar una rueda de prensa Washington, oiga usted...

"Si se pudiera comprobar..."; por supuesto, es que habría que empezar por ahí, antes de afirmar nada. Ése es el problema, que no se ha comprobado, y llevamos sesenta años. Pero para comprobar eso no hace falta vencer ningún prejuicio, que es la morcilla de dos párrafos más arriba: se comprobaría y punto, sin necesidad de convocar una rueda de prensa para acabar hablado de los posibles hipotéticos que tal vez a lo mejor llega el día que si tenemos la mente abierta y no soltamos topicazo tras topicazo. Es decir, bastaría con aportar alguna prueba de que esto es algo más que una creencia personal enquistada.

Y de momento la hipótesis extraterrestre no es la más plausible, por todo ello. Porque, como se ha repetido un millón de veces, las pruebas, que en realidad son recuerdos e indicios circunstanciales, no están a la altura de lo que se pretende. Así que lo extraterrestre sigue viviendo en el limbo de lo más fantástico y de lo poco atenido a lo que sabemos racionalmente, dados los datos existentes.

Mucho ruido y pocas nueces, como siempre. De ello acaba de escribir también Luis Alfonso Gámez en Magonia.

Estas noticias suelen arrastrar sobreentendidos, lugares comunes y, posiblemente, deseo de notoriedad por parte de los expertos. Es bastante sospechoso que este grupo de expertos se haya dirigido en primer lugar, como suele ser habitual, a la prensa, y no a las revistas académicas, que es el lugar natural al que hay que dirigirse cuando pretendes demostrar la detección de un misterio con las implicaciones que el mito de los platillos volantes tendría si fuese algo más que una macro-leyenda urbana.

En último término, los relatos de los pilotos están basados en su percepción de algo que no supieron identificar, como siempre. De la escasa fiabilidad científica del testimonio humano estuve hablando en una entrevista radiofónica que me hicieron para un programa de radio especializado, en Puerto de la Cruz (Tenerife). Tienen el archivo sonoro completo en este enlace.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interesante. :D

http://biocab.org/Extraterrestres.html

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