¿Por qué creemos en cosas raras?
Pseudociencia, superstición y otras confusiones de nuestro tiempo
Michael Shermer
Alba Editorial, Barcelona, 2008.
Las ideas más peregrinas tienen hoy que adoptar una vestidura «científica» para obtener credibilidad. No son ahora extrañas las «pruebas» de abducciones extraterrestres o de poderes telepáticos o los «documentos» que respaldan que el Holocausto nunca ocurrió. Schermer se interna en ese mundo de profetas y visionarios, fundamentalistas religiosos e «historiadores» racistas, y nos ofrece un análisis de sus credos y métodos, que desmonta pieza a pieza, aplicando nada más que el pensamiento científico.
(Enlace a la editorial).
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Más adelante incluiré aquí -y en otros medios- una reseña de este libro, un clásico de la divulgación escéptica. Difundan su salida al mercado editorial español, tan necesitado de obras como la de quien preside la Sociedad Skeptic (sí, la misma que edita Junior Skeptic, lectura habitual de Lisa Simpson).
Odio la fanfarronería, odio la impostura, odio la superstición, odio la mentira y odio toda clase de tipos miserables y embaucadores, que son muchísimos, como sabes. Luciano de Samósata (s. II)
jueves, noviembre 27, 2008
miércoles, noviembre 26, 2008
Entrevista en Punto Radio
Actualización de 26 de junio.
La entrevista es accesible permanentemente en estos dos enlaces:
1 y 2
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Ayer por la tarde me entrevistaron en Punto Radio sobre mi libro Ovnis ¡vaya timo!
La entrevista se encuentra en el podcast de la emisora. Vayan a este enlace. Empieza en la tercera parte, en el minuto 21:30, y finaliza en la cuarta parte.
La entrevista es accesible permanentemente en estos dos enlaces:
1 y 2
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Ayer por la tarde me entrevistaron en Punto Radio sobre mi libro Ovnis ¡vaya timo!
La entrevista se encuentra en el podcast de la emisora. Vayan a este enlace. Empieza en la tercera parte, en el minuto 21:30, y finaliza en la cuarta parte.
lunes, noviembre 17, 2008
La combustión espontánea de Santa Úrsula
[Nota: esta entrada ha sido redactada con la ayuda de San Google. Ruego se disculpe mi osadía].
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Aclaro de entrada que Santa Úrsula es una localidad del norte de Tenerife. Y que la combustión espontánea de seres humanos es un mito paranormalista que algunos se creen porque les parece plausible. Lean este párrafo:
La aparición en la tarde del martes 5 de junio [de 2007] del cuerpo calcinado de un varón de 64 años y de nacionalidad suiza en el municipio de Santa Úrsula, en Tenerife, ha puesto en circulación el rumor de que pudiera tratarse de un caso de Combustión Espontánea Humana. El cadáver apareció en un sillón devorado por las llamas en torno a las 00,04 de la madrugada, hora en la que se alertó al 112 activando el dispositivo de emergencia de la guardia civil, policía local, bomberos y personal sanitario. La dantesca escena con la que se toparon los testigos fue la de un cuerpo ardiendo en el sillón mientras un vecino intentaba sofocar el fuego con una pequeña manguera, el cuerpo de un hombre que vivía solo y estaba aquejado de una discapacidad que le provocaba problemas de movilidad. Los investigadores barajan como primera posibilidad que un cigarro encendido haya podido desencadenar la tragedia, cayendo cerca del sillón y prendiéndolo sin que la víctima se percatase o tal vez en caso de haberlo hecho, sin posibilidad de evadirse. El fuego no se extendió por el resto de la casa, aunque faltan datos para evaluar el grado de extrañeza del incidente. Obviamente, y sin necesidad de recurrir a la tesis de la Combustión Espontánea Humana las preguntas son innumerables.
Figura en este enlace.
Lo que más me divierte de esta nota es el uso de mayúsculas iniciales para referirse a la Combustión Humana Espontánea. Por mucho que su autor escriba con mayúsculas tal cosa, estilo con el que parece dar a entender que se trata de un fenómeno de la misma categoría que la elevación del nivel de un fluido al sumergir en él un cuerpo sólido o el record de los 100 metros lisos de Bolt, es más una leyenda que un hecho, más una hipótesis de la que no existen pruebas irrefutables que un suceso auténtico del que se conocen sus causas.
En otro artículo del mismo autor, José Gregorio González, se lamenta de que hay
voces disonantes que desconociendo los datos y el estado de la investigación, resuelvan el caso desde su acomodado escritorio.
El problema no es ése: el problema es que quienes supuestamente sí tienen conocimiento de tal estado son incapaces de resolver el caso. Ni al que se refiere ni ninguno, por lo que conozco. No les veremos cometer semejante herejía en la congregación dogmática y religiosa de los enigmas y misterios comerciales. Tampoco me resisto a dejar pasar el hecho de calificar como “disonantes” a las voces críticas con la creencia en los misterios paranormalísimos, cuando lo auténticamente disonante es la cofradía del más allá que detecta extrañezas y junta las cejas fingiendo sorpresa ante unos hechos a los que se da una capa de barniz cuatomilenario para regocijo de la parroquia que les baila el agua. La disonancia es la renuncia a ejercer el pensamiento crítico.
Veamos dos perlitas más:
A estos solo les hace falta una conexión a Internet y un buscador en el que teclear las palabras clave para solucionar el “misterio”, aunque a los “CSI” de verdad les lleve semanas, muchas veces meses, e incluso años dar con la solución, si es que esta finalmente llega
Veo que has hecho tuya la gili-chorrada de la investigación de campo (que es necesaria cuando es necesaria, cuando no, no). Ahora el malvado crítico usa esa perversa arma que es Google. Ese Google que lleva a tus queridas ovejas a tropezarse con artículos y vídeos escépticos, cerrados de mente y que los alejan de la brisa marina un atardecer de verano que representa tu trabajo de creación de realidades alternativas. Claro, la Guardia Civil no tiene el glamour de CSI (en particular el de Miami)… Pero no nos vengas a colar la rueda de molino de que para aclarar la muerte de esa persona era necesaria una investigación tan meticulosa como las de los CSI ¿En qué te basas? ¿Tienes algo que replicar a las conclusiones de los peritos de la Guardia Civil? ¿Has denunciado las supuestas fallas de la investigación? ¿Qué pruebas tienes de que hubo algo que no puede ser explicado por una concatenación de hechos fortuitos? ¿Has solicitado nuevos análisis y a quién? Si es así, ¿dónde están los resultados?
A continuación González se refiere a otros supuestos casos de “combustión espontánea”
ocurridos en Tenerife, de los que hasta el momento nadie había querido, podido o simplemente interesado hablar, y cuyas investigaciones se fueron cerrando sistemáticamente con las hipótesis más probables formuladas desde la lógica, aunque no pocas veces resultaba “ilógico” aplicarlas ante la falta de evidencias que las refrendaran.
Observen la indirecta conspiranoica que abre el párrafo. Y la sugerencia final, especialmente dirigida a mentes abiertas y enemigas de la lógica a la que se refiere. La supuesta ausencia de evidencias hace “ilógico” proponer explicaciones precisamente lógicas. Es decir, el mundo del revés; lo contrario de lo que cualquier mente bien ordenada y cualquier investigador competente haría, que es postular explicaciones lógicas (naturales, nada “paranormales”) ante la ausencia de un indicio que explique definitivamente el suceso. Pero no, en Paranormalandia es “lógico” no usar la lógica, lanzar la navaja de Occam como si fueras un discóbolo y dejar correr la imaginación en pos de un misterio inexistente.
Hombre combustionándose espontaneísimamente
Por algún motivo no explicado, la consulta de fuentes mediante Google sólo parece permitir
opinar en vez de pensar
¿Les gusta esta tontería, que queda bien para hacerse el interesante y provocar la imaginación en el lector impresionable de que el que la ha escrito se pasa el día pensando? Cuidado: no te vayan a confundir con un “pensador” en lugar de un investigador de campo y playa que no usa Google… Para pensar sólo hace falta un lugar apropiado (por ejemplo el salón de una casa ¡oh, anatema!) y bastante esfuerzo, no disfrazarse de CSI provinciano, como la tropa de cuartomilenarios y seiperitos …
Y es que las casualidades dejan de serlo cuando siguen un patrón convirtiéndose en significativas
Te debiste quedar sudando después de escribir esto… Tal cosa, que es muy juiciosa en otros terrenos de la actividad humana y del resto de cosmos, se convierte en una estupidez en el contexto en el que la has escrito. Eso te pasa por leer al de las casualidades que son causalidades y a las fuentes New Age que se han inventado una realidad alternativa para su gusto personal, su billetera y el espectáculo mediático tipo JZ Knight y el permanente maltrato de conceptos físicos convertidos en religión.
Es completamente inútil intentar extrapolar conclusiones válidas (producto de la exigente depuración de la casuística y del tratamiento estadístico, no de porque a mí me lo parece o me sale de ahí…), generalizar y modelar un fenómeno a partir de un conjunto de relatos de dudoso origen y naturaleza, donde precisamente hay, al parecer, casuística sumergida. ¿Qué tipo de casuística es la sumergida? ¿Por qué sabes que existe? ¿Qué te lleva a pensar que es del mismo tipo que la “emergida”? ¿De qué fuentes procede? ¿Quién la ha examinado y etiquetado como sumergida pero susceptible de ser colocada provisionalmente en el cajón de la “combustión espontánea”? Ocurre lo mismo con todo lo que pasa –o no pasa- en Paranormalandia.
La combustión espontánea no ha sido nunca observada mientras supuestamente ocurre. Ha sido una “explicación” que diversos divulgadores han atribuido a ciertos casos de muerte por combustión y materia para escritores de cuentos. Muchos de los supuestos fallecidos por esta causa eran ancianos que se quemaron accidentalmente. Incluso cuando velas o chimeneas son una posible explicación como causa del fuego algunos investigadores prefieren referirse a una causa que requiere la creencia en un suceso cuya probabilidad es casi imposible (véase la voz correspondiente en el Skeptic Dictionary donde se explica el “efecto mecha”, propuesta racional para explicar algunos de los casos de combustión de apariencia extraña. Véase también Not-So-Spontaneous Human Combustion, de Joe Nickel, donde el experto investigador del CSI realiza una crítica del libro Ablaze!, de Larry E. Arnold, el principal promotor de la paranormalidad de la combustión espontánea y de otras cosas como los poltergeists).
Volvamos y acabemos con el artículo de González.
Las habilidades de los mentalistas permiten reproducir todo tipo de efectos presumiblemente paranormales, ¿damos por hecho que no existen o intentamos desentrañar los procesos que los desencadenan cuando no hay mentalistas de por medio?
Ah, ¿pero es que existen procesos paranormales que se producen cuando no hay mentalistas por medio? Esa suposición ¿de dónde parte? ¿Cuáles son esos “procesos”? ¿Por qué crees que existen esos procesos? ¿Cuál es la cadena de razonamiento –nada de Google- que te ha llevado a suponer, a partir de unos hechos indistinguibles de la magia y el ilusionismo, que existe una porción de fenómenos que, siendo indistinguibles, no obedecen al deseo de ser engañado por la magia, a la credulidad, a la habilidad del profesional de la magia? Y si son distinguibles, ¿dónde se ha establecido tal revolución científica, que no nos hemos enterado ni tú ni yo? ¿Dónde está el canon de esos fenómenos, por decirlo de alguna manera, el fundamento más básico de los mismos, el procedimiento por el que fueron integrados en el conocimiento científico (es decir, que no se trata de suposiciones, impresiones o creencias personales nacidas del deseo de detectar un mundo mágico porque éste que vemos, que es único, es muy aburrido y feo y caído…).
A continuación nos deleitas con este párrafo:
El Sol, nuestra estrella, no se sale de su órbita para bailar en una presunta aparición mariana. Las leyes de la física y la lógica nos lo indican. Sí 40.000 personas aseguran haber visto bailar el Sol, ¿hacemos chiste y chascarrillo de la experiencia de 40.000 personas porque tenemos claro que es imposible que fuese el Sol o tendremos interés en indagar en lo que vieron y plantear alternativas factibles? Lo primero sería opinar lo segundo pensar
Me da un poco de vergüenza ajena, así que prefiero no comentar nada al respecto. Dejo al lector que se haga una composición de lugar de tus imaginaciones.
Pero, cerca del final, recuperas el sentido común:
O simplemente podemos estar ante un puñado de casos mal investigados en los que se han dejado escapar datos concluyentes y resolutivos, casos que han sido reunidos arbitrariamente dando origen a un fenómeno o síndrome inexistente
Es una lástima que este razonamiento no lo tengas grabado a fuego en tu mente y en tu corazón, y no lo coloques como lema implícito o invisible en cada uno de los artículos que escribes.
Personalmente seguiremos dudando razonablemente en este fenómeno, pues consideramos que posicionarse hacia una postura u otra –creyente o escéptica- en estos momentos es más un acto de fe que de ciencia
Me temo que eso que tú llamas “dudar racionalmente” lo seguirás haciendo por siempre jamás, incluso después de leer lo que Héctor Fajardo averiguó respecto al caso de Santa Úrsula. Lo que ocurre es que a ti te gusta creer e imaginarte que hay un mundo paralelo de maravillas, de ocurrencias y acontecimientos cálidos y significativos la mayoría, extemporáneos, a-lógicos y románticamente tétricos el resto, como la imaginada “combustión espontánea”. De ahí sólo te va a sacar tu esfuerzo personal, tu deseo de no tragarte sólo lo que te da pistas e indicios de todo ello y el atenerte a lo que son los auténticos hechos por delante del deseo de figurar y de complacer a los desinformados creyentes en cosas raritas.
En cuanto al caso de Santa Úrsula, sigue bajo secreto de sumario y no por ello tiene que haber un Mulder y Scully investigando
Pero no hay que esperar que se levante secreto del sumario alguno. Ya está aclarada la cosa, para satisfacción de todos (es un decir), así que dejémonos de posibilidades más o menos remotas, de paranormal no pero sí, pero por si acaso yo nado y guardo la ropa, y vayamos al caso concreto de Santa Úrsula. Aquí veremos una vez más la magia de Canarias en acción, el misterio, la emoción, la intriga y el dolor de barriga que me da cuando la realidad no se adapta a mis alocadas imaginaciones newageristas y alternativas.
Todo este misterio de la combustión espontánea de Santa Úrsula se reduce, se disuelve y desaparece en cuanto el periodista tinerfeño Héctor Fajardo cogió el teléfono y habló con el servicio de prensa de la Guardia Civil, que llevó el caso, donde le confirmaron que la muerte de ese hombre se produjo por asfixia y que las llamas se originaron en un sofá por la caída de una colilla.
Héctor me comentó en privado que,
según detalló la policía Judicial y los peritos que examinaron el caso, en la combustión se desprendió mucho humo de este sofá, que dejaron inconsciente al individuo en un principio y que posteriormente falleció por inhalación de gases. El fuego hizo el resto después con el cadáver. Evidentemente el señor no murió por arte de magia y por un fuego que se originara en el interior de su cuerpo. Además, según la Guardia Civil, tampoco es cierto que el resto de la casa estuviera intacta, ya que las llamas afectaron a elementos cercanos en la habitación.
Ésta es la nota publicada por Fajardo en La Gaceta de Canarias el pasado 4 de octubre de 2008:
¿Qué pasó con la investigación del autor de Esencia de medianoche? ¿Se le olvidó añadir los detalles en un posterior artículo que confirman que su mente funciona a unas revoluciones distintas a las que corre la realidad? ¿Pensará que la Guardia Civil forma parte de la conspiración para ocultar el tremendo secreto de la Combustión Humana Espontánea de Santa Úrsula? ¿O a nuestros investigadores mágicos no les interesó divulgar la intrascendencia fenomenológica del caso (al margen de la desgracia personal) porque se les vino abajo una de esas infantiles historias con la que amamantan a los ávidos de misterios de pacotilla, rumores y leyendas sin base?
Veo que las notas de Internet aquí comentadas en las que se informa del caso no han sido actualizadas con la información publicada hace ya más de un mes por Héctor Fajardo. ¿Lo serán algún día? Ah, misterio…
Los misterios de Canarias: monjas y obispos incorruptos, lucecitas extrañas, fantasmas en Museos de Historia, psicofonías, lugares mágicos, gente que ¡flas! se enciende como el de los Cuatro Fantásticos y tantos y tantos otros. ¡Qué mundo más maravilloso y epatante! Pero, por favor, ¡que no vaya la Guardia Civil a practicar diligencias, que son unos escépticos!
Ya lo ves, José Gregorio: sin Google y sin el tricornio puesto: con sentido común y profesionalidad: así se resuelve un misterio. Bueno, un pseudo-misterio, que de misterio tenía lo que a ti te dio la real gana imaginarte, como es tradicional, volviendo la lógica patas arriba.
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Aclaro de entrada que Santa Úrsula es una localidad del norte de Tenerife. Y que la combustión espontánea de seres humanos es un mito paranormalista que algunos se creen porque les parece plausible. Lean este párrafo:
La aparición en la tarde del martes 5 de junio [de 2007] del cuerpo calcinado de un varón de 64 años y de nacionalidad suiza en el municipio de Santa Úrsula, en Tenerife, ha puesto en circulación el rumor de que pudiera tratarse de un caso de Combustión Espontánea Humana. El cadáver apareció en un sillón devorado por las llamas en torno a las 00,04 de la madrugada, hora en la que se alertó al 112 activando el dispositivo de emergencia de la guardia civil, policía local, bomberos y personal sanitario. La dantesca escena con la que se toparon los testigos fue la de un cuerpo ardiendo en el sillón mientras un vecino intentaba sofocar el fuego con una pequeña manguera, el cuerpo de un hombre que vivía solo y estaba aquejado de una discapacidad que le provocaba problemas de movilidad. Los investigadores barajan como primera posibilidad que un cigarro encendido haya podido desencadenar la tragedia, cayendo cerca del sillón y prendiéndolo sin que la víctima se percatase o tal vez en caso de haberlo hecho, sin posibilidad de evadirse. El fuego no se extendió por el resto de la casa, aunque faltan datos para evaluar el grado de extrañeza del incidente. Obviamente, y sin necesidad de recurrir a la tesis de la Combustión Espontánea Humana las preguntas son innumerables.
Figura en este enlace.
Lo que más me divierte de esta nota es el uso de mayúsculas iniciales para referirse a la Combustión Humana Espontánea. Por mucho que su autor escriba con mayúsculas tal cosa, estilo con el que parece dar a entender que se trata de un fenómeno de la misma categoría que la elevación del nivel de un fluido al sumergir en él un cuerpo sólido o el record de los 100 metros lisos de Bolt, es más una leyenda que un hecho, más una hipótesis de la que no existen pruebas irrefutables que un suceso auténtico del que se conocen sus causas.
En otro artículo del mismo autor, José Gregorio González, se lamenta de que hay
voces disonantes que desconociendo los datos y el estado de la investigación, resuelvan el caso desde su acomodado escritorio.
El problema no es ése: el problema es que quienes supuestamente sí tienen conocimiento de tal estado son incapaces de resolver el caso. Ni al que se refiere ni ninguno, por lo que conozco. No les veremos cometer semejante herejía en la congregación dogmática y religiosa de los enigmas y misterios comerciales. Tampoco me resisto a dejar pasar el hecho de calificar como “disonantes” a las voces críticas con la creencia en los misterios paranormalísimos, cuando lo auténticamente disonante es la cofradía del más allá que detecta extrañezas y junta las cejas fingiendo sorpresa ante unos hechos a los que se da una capa de barniz cuatomilenario para regocijo de la parroquia que les baila el agua. La disonancia es la renuncia a ejercer el pensamiento crítico.
Veamos dos perlitas más:
A estos solo les hace falta una conexión a Internet y un buscador en el que teclear las palabras clave para solucionar el “misterio”, aunque a los “CSI” de verdad les lleve semanas, muchas veces meses, e incluso años dar con la solución, si es que esta finalmente llega
Veo que has hecho tuya la gili-chorrada de la investigación de campo (que es necesaria cuando es necesaria, cuando no, no). Ahora el malvado crítico usa esa perversa arma que es Google. Ese Google que lleva a tus queridas ovejas a tropezarse con artículos y vídeos escépticos, cerrados de mente y que los alejan de la brisa marina un atardecer de verano que representa tu trabajo de creación de realidades alternativas. Claro, la Guardia Civil no tiene el glamour de CSI (en particular el de Miami)… Pero no nos vengas a colar la rueda de molino de que para aclarar la muerte de esa persona era necesaria una investigación tan meticulosa como las de los CSI ¿En qué te basas? ¿Tienes algo que replicar a las conclusiones de los peritos de la Guardia Civil? ¿Has denunciado las supuestas fallas de la investigación? ¿Qué pruebas tienes de que hubo algo que no puede ser explicado por una concatenación de hechos fortuitos? ¿Has solicitado nuevos análisis y a quién? Si es así, ¿dónde están los resultados?
A continuación González se refiere a otros supuestos casos de “combustión espontánea”
ocurridos en Tenerife, de los que hasta el momento nadie había querido, podido o simplemente interesado hablar, y cuyas investigaciones se fueron cerrando sistemáticamente con las hipótesis más probables formuladas desde la lógica, aunque no pocas veces resultaba “ilógico” aplicarlas ante la falta de evidencias que las refrendaran.
Observen la indirecta conspiranoica que abre el párrafo. Y la sugerencia final, especialmente dirigida a mentes abiertas y enemigas de la lógica a la que se refiere. La supuesta ausencia de evidencias hace “ilógico” proponer explicaciones precisamente lógicas. Es decir, el mundo del revés; lo contrario de lo que cualquier mente bien ordenada y cualquier investigador competente haría, que es postular explicaciones lógicas (naturales, nada “paranormales”) ante la ausencia de un indicio que explique definitivamente el suceso. Pero no, en Paranormalandia es “lógico” no usar la lógica, lanzar la navaja de Occam como si fueras un discóbolo y dejar correr la imaginación en pos de un misterio inexistente.
Hombre combustionándose espontaneísimamente
Por algún motivo no explicado, la consulta de fuentes mediante Google sólo parece permitir
opinar en vez de pensar
¿Les gusta esta tontería, que queda bien para hacerse el interesante y provocar la imaginación en el lector impresionable de que el que la ha escrito se pasa el día pensando? Cuidado: no te vayan a confundir con un “pensador” en lugar de un investigador de campo y playa que no usa Google… Para pensar sólo hace falta un lugar apropiado (por ejemplo el salón de una casa ¡oh, anatema!) y bastante esfuerzo, no disfrazarse de CSI provinciano, como la tropa de cuartomilenarios y seiperitos …
Y es que las casualidades dejan de serlo cuando siguen un patrón convirtiéndose en significativas
Te debiste quedar sudando después de escribir esto… Tal cosa, que es muy juiciosa en otros terrenos de la actividad humana y del resto de cosmos, se convierte en una estupidez en el contexto en el que la has escrito. Eso te pasa por leer al de las casualidades que son causalidades y a las fuentes New Age que se han inventado una realidad alternativa para su gusto personal, su billetera y el espectáculo mediático tipo JZ Knight y el permanente maltrato de conceptos físicos convertidos en religión.
Es completamente inútil intentar extrapolar conclusiones válidas (producto de la exigente depuración de la casuística y del tratamiento estadístico, no de porque a mí me lo parece o me sale de ahí…), generalizar y modelar un fenómeno a partir de un conjunto de relatos de dudoso origen y naturaleza, donde precisamente hay, al parecer, casuística sumergida. ¿Qué tipo de casuística es la sumergida? ¿Por qué sabes que existe? ¿Qué te lleva a pensar que es del mismo tipo que la “emergida”? ¿De qué fuentes procede? ¿Quién la ha examinado y etiquetado como sumergida pero susceptible de ser colocada provisionalmente en el cajón de la “combustión espontánea”? Ocurre lo mismo con todo lo que pasa –o no pasa- en Paranormalandia.
La combustión espontánea no ha sido nunca observada mientras supuestamente ocurre. Ha sido una “explicación” que diversos divulgadores han atribuido a ciertos casos de muerte por combustión y materia para escritores de cuentos. Muchos de los supuestos fallecidos por esta causa eran ancianos que se quemaron accidentalmente. Incluso cuando velas o chimeneas son una posible explicación como causa del fuego algunos investigadores prefieren referirse a una causa que requiere la creencia en un suceso cuya probabilidad es casi imposible (véase la voz correspondiente en el Skeptic Dictionary donde se explica el “efecto mecha”, propuesta racional para explicar algunos de los casos de combustión de apariencia extraña. Véase también Not-So-Spontaneous Human Combustion, de Joe Nickel, donde el experto investigador del CSI realiza una crítica del libro Ablaze!, de Larry E. Arnold, el principal promotor de la paranormalidad de la combustión espontánea y de otras cosas como los poltergeists).
Volvamos y acabemos con el artículo de González.
Las habilidades de los mentalistas permiten reproducir todo tipo de efectos presumiblemente paranormales, ¿damos por hecho que no existen o intentamos desentrañar los procesos que los desencadenan cuando no hay mentalistas de por medio?
Ah, ¿pero es que existen procesos paranormales que se producen cuando no hay mentalistas por medio? Esa suposición ¿de dónde parte? ¿Cuáles son esos “procesos”? ¿Por qué crees que existen esos procesos? ¿Cuál es la cadena de razonamiento –nada de Google- que te ha llevado a suponer, a partir de unos hechos indistinguibles de la magia y el ilusionismo, que existe una porción de fenómenos que, siendo indistinguibles, no obedecen al deseo de ser engañado por la magia, a la credulidad, a la habilidad del profesional de la magia? Y si son distinguibles, ¿dónde se ha establecido tal revolución científica, que no nos hemos enterado ni tú ni yo? ¿Dónde está el canon de esos fenómenos, por decirlo de alguna manera, el fundamento más básico de los mismos, el procedimiento por el que fueron integrados en el conocimiento científico (es decir, que no se trata de suposiciones, impresiones o creencias personales nacidas del deseo de detectar un mundo mágico porque éste que vemos, que es único, es muy aburrido y feo y caído…).
A continuación nos deleitas con este párrafo:
El Sol, nuestra estrella, no se sale de su órbita para bailar en una presunta aparición mariana. Las leyes de la física y la lógica nos lo indican. Sí 40.000 personas aseguran haber visto bailar el Sol, ¿hacemos chiste y chascarrillo de la experiencia de 40.000 personas porque tenemos claro que es imposible que fuese el Sol o tendremos interés en indagar en lo que vieron y plantear alternativas factibles? Lo primero sería opinar lo segundo pensar
Me da un poco de vergüenza ajena, así que prefiero no comentar nada al respecto. Dejo al lector que se haga una composición de lugar de tus imaginaciones.
Pero, cerca del final, recuperas el sentido común:
O simplemente podemos estar ante un puñado de casos mal investigados en los que se han dejado escapar datos concluyentes y resolutivos, casos que han sido reunidos arbitrariamente dando origen a un fenómeno o síndrome inexistente
Es una lástima que este razonamiento no lo tengas grabado a fuego en tu mente y en tu corazón, y no lo coloques como lema implícito o invisible en cada uno de los artículos que escribes.
Personalmente seguiremos dudando razonablemente en este fenómeno, pues consideramos que posicionarse hacia una postura u otra –creyente o escéptica- en estos momentos es más un acto de fe que de ciencia
Me temo que eso que tú llamas “dudar racionalmente” lo seguirás haciendo por siempre jamás, incluso después de leer lo que Héctor Fajardo averiguó respecto al caso de Santa Úrsula. Lo que ocurre es que a ti te gusta creer e imaginarte que hay un mundo paralelo de maravillas, de ocurrencias y acontecimientos cálidos y significativos la mayoría, extemporáneos, a-lógicos y románticamente tétricos el resto, como la imaginada “combustión espontánea”. De ahí sólo te va a sacar tu esfuerzo personal, tu deseo de no tragarte sólo lo que te da pistas e indicios de todo ello y el atenerte a lo que son los auténticos hechos por delante del deseo de figurar y de complacer a los desinformados creyentes en cosas raritas.
En cuanto al caso de Santa Úrsula, sigue bajo secreto de sumario y no por ello tiene que haber un Mulder y Scully investigando
Pero no hay que esperar que se levante secreto del sumario alguno. Ya está aclarada la cosa, para satisfacción de todos (es un decir), así que dejémonos de posibilidades más o menos remotas, de paranormal no pero sí, pero por si acaso yo nado y guardo la ropa, y vayamos al caso concreto de Santa Úrsula. Aquí veremos una vez más la magia de Canarias en acción, el misterio, la emoción, la intriga y el dolor de barriga que me da cuando la realidad no se adapta a mis alocadas imaginaciones newageristas y alternativas.
Todo este misterio de la combustión espontánea de Santa Úrsula se reduce, se disuelve y desaparece en cuanto el periodista tinerfeño Héctor Fajardo cogió el teléfono y habló con el servicio de prensa de la Guardia Civil, que llevó el caso, donde le confirmaron que la muerte de ese hombre se produjo por asfixia y que las llamas se originaron en un sofá por la caída de una colilla.
Héctor me comentó en privado que,
según detalló la policía Judicial y los peritos que examinaron el caso, en la combustión se desprendió mucho humo de este sofá, que dejaron inconsciente al individuo en un principio y que posteriormente falleció por inhalación de gases. El fuego hizo el resto después con el cadáver. Evidentemente el señor no murió por arte de magia y por un fuego que se originara en el interior de su cuerpo. Además, según la Guardia Civil, tampoco es cierto que el resto de la casa estuviera intacta, ya que las llamas afectaron a elementos cercanos en la habitación.
Ésta es la nota publicada por Fajardo en La Gaceta de Canarias el pasado 4 de octubre de 2008:
¿Qué pasó con la investigación del autor de Esencia de medianoche? ¿Se le olvidó añadir los detalles en un posterior artículo que confirman que su mente funciona a unas revoluciones distintas a las que corre la realidad? ¿Pensará que la Guardia Civil forma parte de la conspiración para ocultar el tremendo secreto de la Combustión Humana Espontánea de Santa Úrsula? ¿O a nuestros investigadores mágicos no les interesó divulgar la intrascendencia fenomenológica del caso (al margen de la desgracia personal) porque se les vino abajo una de esas infantiles historias con la que amamantan a los ávidos de misterios de pacotilla, rumores y leyendas sin base?
Veo que las notas de Internet aquí comentadas en las que se informa del caso no han sido actualizadas con la información publicada hace ya más de un mes por Héctor Fajardo. ¿Lo serán algún día? Ah, misterio…
Los misterios de Canarias: monjas y obispos incorruptos, lucecitas extrañas, fantasmas en Museos de Historia, psicofonías, lugares mágicos, gente que ¡flas! se enciende como el de los Cuatro Fantásticos y tantos y tantos otros. ¡Qué mundo más maravilloso y epatante! Pero, por favor, ¡que no vaya la Guardia Civil a practicar diligencias, que son unos escépticos!
Ya lo ves, José Gregorio: sin Google y sin el tricornio puesto: con sentido común y profesionalidad: así se resuelve un misterio. Bueno, un pseudo-misterio, que de misterio tenía lo que a ti te dio la real gana imaginarte, como es tradicional, volviendo la lógica patas arriba.
martes, noviembre 11, 2008
lunes, noviembre 10, 2008
'Misterios a la luz de la ciencia', el 12 de noviembre en Bilbao
Vía Magonia
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La Carpa de la Ciencia de la Universidad del País Vasco (UPV) en Bilbao (plaza del Arriaga) acogerá el 12 de noviembre la tercera edición el ciclo de charlas Misterios, a la luz de la ciencia, organizado por la UPV, el diario El Correo, el Círculo Escéptico (CE) y el Center for Inquiry (CfI). La jornada forma parte de los actos de la 7ª Semana de la Ciencia y la Tecnología. El programa es el siguiente:
17.30 horas: ¡No me lleves con tu líder! Encuentros íntimos con seres del espacio, por Luis R. González, miembro de la Fundación Anomalía.
18.15 horas: Gurús espirituales superventas: conexiones psíquicas y conexiones 'científicas', por Ignacio García-Valiño, novelista y psicólogo.
19.00-19.15 horas: Descanso.
19.15 horas: Ten miedo, ten mucho miedo. El negocio de las teorías de la conspiración, por Mauricio-José Schwarz, periodista científico.
20.00 horas: Mesa redonda. El pensamiento mágico en una sociedad desarrollada.
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La Carpa de la Ciencia de la Universidad del País Vasco (UPV) en Bilbao (plaza del Arriaga) acogerá el 12 de noviembre la tercera edición el ciclo de charlas Misterios, a la luz de la ciencia, organizado por la UPV, el diario El Correo, el Círculo Escéptico (CE) y el Center for Inquiry (CfI). La jornada forma parte de los actos de la 7ª Semana de la Ciencia y la Tecnología. El programa es el siguiente:
17.30 horas: ¡No me lleves con tu líder! Encuentros íntimos con seres del espacio, por Luis R. González, miembro de la Fundación Anomalía.
18.15 horas: Gurús espirituales superventas: conexiones psíquicas y conexiones 'científicas', por Ignacio García-Valiño, novelista y psicólogo.
19.00-19.15 horas: Descanso.
19.15 horas: Ten miedo, ten mucho miedo. El negocio de las teorías de la conspiración, por Mauricio-José Schwarz, periodista científico.
20.00 horas: Mesa redonda. El pensamiento mágico en una sociedad desarrollada.
domingo, noviembre 09, 2008
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¿Caso "tipo Levelland" en Tenerife?
La información sobre este caso consiste en un muy breve y muy dudoso comentario en el libro de Jacques Vallée Fenómenos insólitos del espaci...
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