Con motivo del quincuagésimo aniversario
de la era moderna de la ufología (¿acaso hay otra?) se publicó en 1997 en Gran Bretaña
una obra colectiva sobre el fenómeno ovni en la que participaron algunos de los
más destacados investigadores mundiales. Su título en castellano es “Ovnis
1947-1997: cincuenta años de platillos volantes”, y sus editores fueron el folclorista
Hilary Evans (ya fallecido) y el ufólogo Dennis Stacy.
La obra está dividida en secciones cronológicamente ordenadas por décadas en las que los autores se ocupan de los principales aspectos de la mitología de los ovnis. Destacan los artículos siguientes: What Happened on June 24, 1947 (Qué ocurrió el 24 de junio de 1947), relato original de Kenneth Arnold sobre su observación, que sirvió de detonante para toda esta historia. Adamsky and His Believers: A Reminiscence (Adamsky y sus creyentes: una evocación), por el ufólogo belga Mark Hallet, en donde se ocupa de este famoso contactado. Days in the Life. Diaries Entry from May 15 to July 26, 1966 (Algunos días de una vida: anotaciones en mi diario entre el 15 de mayo y el 26 de julio de 1966), por el conocido ufólogo Jacques Vallée. Project Blue Book´s Last Years (Los últimos años del proyecto “Libro azul”), por Héctor J. Quintanilla. The Belgian 1989-1990 UFO Wave (La oleada belga de 1989-1990), por Win van Utrecht, y varios más en los que se analizan destacados ejemplos de la casuística mundial y otros aspectos de la ufología.
El
único investigador español que contribuyó con un artículo a esta obra fue Vicente-Juan
Ballester Olmos, que en un artículo titulado Desclassification! Military UFO Records Released: The Spanish
Experience (Desclasificación. Informes ovni militares liberados: la
experiencia española) se ocupa de trazar un bosquejo de su implicación en el
proceso de desclasificación, incluyendo diversos ejemplos, entre ellos varias
observaciones ovni canarias.
Finaliza
la obra uno de los editores, Hilary Evans, que en un extenso ensayo encuadra
históricamente el mito ufológico, compuesto por diversos sub-mitos:
contactados, abducidos, secretismo oficial, etc., reseñando sus principales características.
Concluí
mi comentario informativo sobre esta obra en 1997 con el deseo de que esta obra
se viera traducida inmediatamente al castellano, para general conocimiento de
la comunidad de investigadores y de los estudiosos de las leyendas contemporáneas.
Tal deseo no se cumplió, por supuesto.
UFOs 1947-1997
Fifty Years of Flying Saucers
Hilary
Evans & Dennis Stacy (Eds.).
John
Brown Publishing Ltd., The Boathouse, Crabtree Lane, London SW6 6LU, 1997.
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También por entonces tomé
algunas notas del artículo de Hallet sobre Adamski. Fueron éstas:
De todas sus
historias [de Adamski], había una especialmente exitosa entre sus seguidores.
Muchos de los hermanos del espacio vivían actualmente en la Tierra, donde
tenían que cumplir misiones de todo tipo. Por ello, para los creyentes de Adamski,
siempre existía la posibilidad de poder encontrarse cara a cara con un hermano
o hermana del espacio. En Adamski encontramos el patrón inicial del contactado;
después de él los nuevos embaucadores que han ido surgiendo no han contado más
que variaciones sobre las historias de Adamski, que prácticamente agotó el mito
con su calenturienta imaginación. Adamski llegaba a advertir a sus seguidores
que estuviesen atentos, porque muchos contactados eran unos chiflados y sólo
escribían sus historias para ganar dinero. Parece que el charlatán de los
venusinos quería eliminar la competencia. Hallet cuenta algunas anécdotas en
las que Adamski reaccionaba violentamente cuando se enteraba de que alguien
decía estar en contacto con los “hermanos del espacio”: “¡Me han robado mi
idea!”, llegó a decir en cierta ocasión, al mismo tiempo que convencía a sus
incondicionales de que esos seres que habían contactado a otros eran demoníacos
y venían a destruir el mundo.
Algunos de los
amigos de Adamski eran inteligentes mentirosos que decían estar en contacto con
los seres espaciales sólo para ganar dinero y ser apreciados por los ingenuos
seguidores. Otros se engañaban a sí mismos y se convertían en víctimas de estos
charlatanes. Algunas mujeres ingenuas recibían a hombres en sus casas porque
les decían que eran venusinos, entregándoles dinero porque acababan de llegar
de Venus y no tenían recursos económicos... También se intercambiaban energías
a través del acto sexual entre jóvenes “venusinos” y mujeres terrestres...
Y concluye
Hallet: “El sexo sirve para mantener la lealtad de las jóvenes adeptas por
parte del líder de la secta. Adamski fue una excepción. Sin embargo, su
fascinación personal constituía un tipo de lazo amoroso con el cual cautivaba y
provocaba admiración, docilidad y obediencia. Estoy seguro de que si hubiese
querido muchas mujeres se habrían rendido felizmente entre sus brazos. Pero
incluso aunque hubiese estado casado, Adamski parecía preferir jóvenes
muchachos adolescentes; quizá por ello describió al venusino que habría
encontrado en el desierto como un joven hombre muy bello; quizá también por
ello sus encuentros con “extraterrestres” sólo tenían lugar en hoteles y no
deseaba dinero de ellos después de esos encuentros”.
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