Les dejo por aquí el programa de la jornada divulgativa que organiza el Círculo Escéptico junto con el Center for Inquiry en Bilbao el próximo día 7 de noviembre. Esperamos que se trate de la primera de una prolongada serie de colaboraciones entre el Círculo Escéptico y el CfI.
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MISTERIOS, A LA LUZ DE LA CIENCIA
7 de Noviembre de 2006
Aulas de la Experiencia de la UPV-EHU
c/ Banco de España, nº2 (Bilbao)
18.00 - "¿Hay alguien ahí? La búsqueda de extraterrestres", por Agustín Sánchez Lavega, astrofísico y catedrático de la UPV-EHU.
18.30 - "Me pareció haber visto un lindo monstruito. Nessie, el yeti y otros seres enigmáticos", por Eduardo Angulo, biólogo y profesor titular de la UPV-EHU.
19.00 - "¿Sirven las témporas para predecir el tiempo del próximo invierno?", por Jon Sáenz, físico y profesor titular de la UPV-EHU.
19.30 - 19.45 - Descanso
19.45 - "Ferraris a 1.000 euros. Las afirmaciones extravagantes y cómo someterlas a prueba", por Mauricio-José Schwarz, periodista científico y miembro del Círculo Escéptico.
20.15 - Mesa redonda: "Los riesgos del pensamiento mágico".
21.00 - Cierre.
Odio la fanfarronería, odio la impostura, odio la superstición, odio la mentira y odio toda clase de tipos miserables y embaucadores, que son muchísimos, como sabes. Luciano de Samósata (s. II)
jueves, octubre 19, 2006
martes, octubre 17, 2006
¡Y también se apareció en Tijuana!
Sí, mis cuates de los cochambrosos misterios canarios, esta vez fue en la localidad de Tijuana en la que el pasado día 27 de junio tuvo a bien aparecerse el famoso "ovni" de Canarias, ese que tantas risas provoca y que tantos buenos ratos ha hecho pasar a algunos críticos cuando la opinión magufa intenta disfrazarlo de una historia de acojono y canguelo. Ahí lo tienen, en lo alto, con sus etapas, su quema de combustible, su probable lanzamiento desde la base californiana de Vandenberg y demás evidentísimas señas coheteriles al alcance de todos aquellos a los que el cerebro no se les haya evadido por tener la mente abierta todo el día. ¡A disfrutar con el vídeo!
sábado, octubre 14, 2006
Infiltrado
Acaba de llegar a las librerías la novela Infiltrado (Libros del Atril, colección Omicrón, Barcelona, 2006) de la multipremiada escritora de ciencia ficción Connie Willis. En la solapa puede leerse:
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Rob, escéptico director de la revista El ojo cínico, dispone de la inestimable ayuda de Kildy, una brillante y bella actriz de cine. Ambos intentan desenmascarar a la médium Ariaura que pretende ser capaz de canalizar espíritus del pasado, muy en la habitual línea New Age.

Pero, sorprendentemetne, Ariaura parece canalizar también el más inesperado de los espíritus, el del racionalista escéptico y gran crítico de las pseudociencias H. L. Mencken, quien inspiró uno de los principales personajes de La herencia del viento, la famosa obra teatral sobre el llamado 'juicio Scopes': el primer juicio que, en los Estados Unidos en 1925, intentó abolir la enseñanza de la teoría de la evolución biológica darwiniana.
La maravillosa novelita de Connie Willis, la inolvidable autora de El libro del día del juicio final y Oveja mansa, es también un brillante manual sobre cómo desenmascar charlatanes.
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Pues eso, es una simpática y muy entretenida novela que deberían leer todos los habitantes de Paranormalandia. Por ella, al margen del "espíritu" de Mencken, desfilan algunos protagonistas de la historia paranormal, como el científico creyente en fantasmas Willian Crookes o el prestidigitador Uri Geller.
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Rob, escéptico director de la revista El ojo cínico, dispone de la inestimable ayuda de Kildy, una brillante y bella actriz de cine. Ambos intentan desenmascarar a la médium Ariaura que pretende ser capaz de canalizar espíritus del pasado, muy en la habitual línea New Age.

Pero, sorprendentemetne, Ariaura parece canalizar también el más inesperado de los espíritus, el del racionalista escéptico y gran crítico de las pseudociencias H. L. Mencken, quien inspiró uno de los principales personajes de La herencia del viento, la famosa obra teatral sobre el llamado 'juicio Scopes': el primer juicio que, en los Estados Unidos en 1925, intentó abolir la enseñanza de la teoría de la evolución biológica darwiniana.
La maravillosa novelita de Connie Willis, la inolvidable autora de El libro del día del juicio final y Oveja mansa, es también un brillante manual sobre cómo desenmascar charlatanes.
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Pues eso, es una simpática y muy entretenida novela que deberían leer todos los habitantes de Paranormalandia. Por ella, al margen del "espíritu" de Mencken, desfilan algunos protagonistas de la historia paranormal, como el científico creyente en fantasmas Willian Crookes o el prestidigitador Uri Geller.
miércoles, septiembre 20, 2006
La sentencia de Bélmez como paradigma de Paranormalandia
El desmadre de algunos magufos españoles no tiene límite. Esto es un síntoma de la auténtica naturaleza de la Paranormalandia local, para su desgracia. Cuando algunos deberían retirarse a vivir a una cueva durante siete u ocho meses a esperar a que pase el ridículo en el que, por enésima vez han caído ("depurada" técnica que practican desde tiempo inmemorial todos los charlatanes) se dedican a lo contrario, a tomarle el pelo al público ignorante, a mostrar lo chulos y lo fantasmas que son, a pasear, para vergüenza ajena y diversión de la mayoría, su ignorancia como el niño que sale a pasear con unos zapatitos nuevos de charol.
Así es Paranormalandia: un erial lleno de mierda, de amenazas a los críticos, de crédulos a prueba de bomba, de maledicencia en muchas ocasiones, de sujetos que no luchan más que por un magro producto cultural en una revista de papel cuché todos los meses. Todo ello orquestado por un asombroso colectivo intelectualmente sectario.
La previsible sentencia del juicio por la estúpida demanda contra un crítico libre, Javier Cavanilles, todo ello relacionado con la patraña belmeziana y las reacciones que ha motivado, es la que tenía que ser. Es como sorprenderse de que un burro rebuzne. Éste es el meollo de lo paranormal mediatizado; éste es el paño que hay. Al final, ni siquiera la reducción de un hipotético debate sobre la naturaleza de lo paranormal (¿es pedir demasiado?; me temo que sí) al terreno que al maguferío más le interesa, que es el insulto, la sospecha de ocultas razones en los demás, el griterío de patio de vecinos mal avenidos, la discusión hortera en la plaza pública, el alejamiento como almas que lleva el diablo de lo que sea cualquier diálogo que cuestione los fundamentos de la creencia -evidentes a poco que se rasque en la superficie- ha servido para aportar algún grano a toda esta paja paranormalista, algo contrastable que suponga un progreso científico en el terreno de lo paranormal. Esa ya tradicional e interesada reducción a "ofensas", "insultos" y torquemadismos variados de toda crítica escéptica de lo paranormal no ha servido para que Bélmez deje de ser, ni en una mínima proporción, lo que lleva siendo décadas: un esperpento fabricado por las revistas del ramo paranormalófilo, hojas dominicales de la religión petarda del misterio. Todo esto me da asco. No me tengo por un virtuoso en nada, ni siquiera en lo moral; pero la poca virtud que me ha tocado o que me he construido me da para percibir que en esta subcultura de lo paranormal -y de lo ufológico- hay una proporción superior a la esperable por el azar de sujetos despreciables, de engañadores profesionales; que las Marbellas del misterio son el pan histórico de cada día...
Las cosas que han pasado estos días forman ya parte de la historia de lo paranormal y del escepticismo españoles, como podría iniciar un discurso alguien que a medio plazo quiera contar esta historia en público. De momento, se pueden deleitar con estas entradas en esos foros públicos y no censurables que son los blogs de Internet:
El fondo del asunto, en particular esta entrada, ésta , ésta y ésta;
Por la boca muere el pez;
Charlatanes; y
Laberinto posmoderno.
Que les aproveche. Y por último, una declaración oracular:
¡Magufo!; sí, tú: creo que te zumban los oídos. No tengas dudas, concéntrate, relájate (pero no cagues) y escucha tu voz interior. ¡Tú sabes que las casualidades no existen, que todo en este universo son causalidades!: sin duda ese zumbido tiene su origen en
¡las carcajadas de los escépticos!
Así es Paranormalandia: un erial lleno de mierda, de amenazas a los críticos, de crédulos a prueba de bomba, de maledicencia en muchas ocasiones, de sujetos que no luchan más que por un magro producto cultural en una revista de papel cuché todos los meses. Todo ello orquestado por un asombroso colectivo intelectualmente sectario.
La previsible sentencia del juicio por la estúpida demanda contra un crítico libre, Javier Cavanilles, todo ello relacionado con la patraña belmeziana y las reacciones que ha motivado, es la que tenía que ser. Es como sorprenderse de que un burro rebuzne. Éste es el meollo de lo paranormal mediatizado; éste es el paño que hay. Al final, ni siquiera la reducción de un hipotético debate sobre la naturaleza de lo paranormal (¿es pedir demasiado?; me temo que sí) al terreno que al maguferío más le interesa, que es el insulto, la sospecha de ocultas razones en los demás, el griterío de patio de vecinos mal avenidos, la discusión hortera en la plaza pública, el alejamiento como almas que lleva el diablo de lo que sea cualquier diálogo que cuestione los fundamentos de la creencia -evidentes a poco que se rasque en la superficie- ha servido para aportar algún grano a toda esta paja paranormalista, algo contrastable que suponga un progreso científico en el terreno de lo paranormal. Esa ya tradicional e interesada reducción a "ofensas", "insultos" y torquemadismos variados de toda crítica escéptica de lo paranormal no ha servido para que Bélmez deje de ser, ni en una mínima proporción, lo que lleva siendo décadas: un esperpento fabricado por las revistas del ramo paranormalófilo, hojas dominicales de la religión petarda del misterio. Todo esto me da asco. No me tengo por un virtuoso en nada, ni siquiera en lo moral; pero la poca virtud que me ha tocado o que me he construido me da para percibir que en esta subcultura de lo paranormal -y de lo ufológico- hay una proporción superior a la esperable por el azar de sujetos despreciables, de engañadores profesionales; que las Marbellas del misterio son el pan histórico de cada día...
Las cosas que han pasado estos días forman ya parte de la historia de lo paranormal y del escepticismo españoles, como podría iniciar un discurso alguien que a medio plazo quiera contar esta historia en público. De momento, se pueden deleitar con estas entradas en esos foros públicos y no censurables que son los blogs de Internet:
El fondo del asunto, en particular esta entrada, ésta , ésta y ésta;
Por la boca muere el pez;
Charlatanes; y
Laberinto posmoderno.
Que les aproveche. Y por último, una declaración oracular:
¡Magufo!; sí, tú: creo que te zumban los oídos. No tengas dudas, concéntrate, relájate (pero no cagues) y escucha tu voz interior. ¡Tú sabes que las casualidades no existen, que todo en este universo son causalidades!: sin duda ese zumbido tiene su origen en
¡las carcajadas de los escépticos!
domingo, septiembre 10, 2006
Encuentro escéptico europeo
Hoy finalizan las dos jornadas de divulgación escéptica de Alfaz del Pi (Alicante), organizadas por la ECSO, entidad que agrupa a las principales organizaciones escépticas europeas, y el Círculo Escéptico.
La revista Skeptical Inquirer, que acaba de cumplir 30 años, será presentada durante el acto, al igual que la hispanomericana Pensar.
El programa es éste:
Sábado, 9 de septiembre
-11.30: Misterios de lo paranormal, por Fernando L. Frías, Luis Alfonso Gámez y Paolo Zerbato (español).
-16.00: Apertura oficial del encuentro a cargo de Amardeo Sarma y Fernando L. Frías, presidentes del ECSO y el CE, respectivamente (español e inglés).
-16.30: The fabricated cosmonaut and the nonexistent prophecy, por Luis Alfonso Gámez (inglés).
-17.30: The Turin burial cloth, por Amardeo Sarma (inglés).
-18.30: Pausa.
-19.30: The power of mind, por Juan Soler (español e inglés).
-21.00: Cena.
Domingo, 10 de septiembre
-10.00: Combatting nonsense, por Ludek Pekárek (inglés).
-11.00: Pseudoscience in Europe. Mesa redonda (inglés).
-12.00: Presentación de las revistas The Skeptical Inquirer y Pensar, por Barry Karr, director ejecutivo del Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones de lo Paranormal (CSICOP), y Luis Alfonso Gámez (español e inglés).
-13.00: Clausura.
¿Y el/lo/la SEIP no participa? Pues ellos se lo pierden... Por cierto, esta noche empieza de nuevo Cuarto milenio, al parecer con algunas ampliaciones en el plató. Parece que al camarote de los hermanos Marx del misterio español (y perdón por compararar a los Marx con este engendro televisivo) le han dado unos cuantos metros cuadrados más para hacer sus cabriolas...
La revista Skeptical Inquirer, que acaba de cumplir 30 años, será presentada durante el acto, al igual que la hispanomericana Pensar.
El programa es éste:
Sábado, 9 de septiembre
-11.30: Misterios de lo paranormal, por Fernando L. Frías, Luis Alfonso Gámez y Paolo Zerbato (español).
-16.00: Apertura oficial del encuentro a cargo de Amardeo Sarma y Fernando L. Frías, presidentes del ECSO y el CE, respectivamente (español e inglés).
-16.30: The fabricated cosmonaut and the nonexistent prophecy, por Luis Alfonso Gámez (inglés).
-17.30: The Turin burial cloth, por Amardeo Sarma (inglés).
-18.30: Pausa.
-19.30: The power of mind, por Juan Soler (español e inglés).
-21.00: Cena.
Domingo, 10 de septiembre
-10.00: Combatting nonsense, por Ludek Pekárek (inglés).
-11.00: Pseudoscience in Europe. Mesa redonda (inglés).
-12.00: Presentación de las revistas The Skeptical Inquirer y Pensar, por Barry Karr, director ejecutivo del Comité para la Investigación Científica de las Afirmaciones de lo Paranormal (CSICOP), y Luis Alfonso Gámez (español e inglés).
-13.00: Clausura.
¿Y el/lo/la SEIP no participa? Pues ellos se lo pierden... Por cierto, esta noche empieza de nuevo Cuarto milenio, al parecer con algunas ampliaciones en el plató. Parece que al camarote de los hermanos Marx del misterio español (y perdón por compararar a los Marx con este engendro televisivo) le han dado unos cuantos metros cuadrados más para hacer sus cabriolas...
sábado, agosto 19, 2006
Respuesta a Miguel Jordan
No vamos a confiar la investigación a un testigo ocular. Lo que importa son las pruebas.
Horatio Caine (CSI Miami).
Echando un vistazo a las entradas antiguas del blog descubrí hace unos días un largo comentario de Miguel A. Jordan, de la agrupación ufológica chilena ESIO a esta entrada. Teniendo en cuenta el esfuerzo que su autor ha hecho para escribir su texto -lo que es de agradecer- y la oportunidad que me da para expresar una vez más cuáles son algunos de los puntos de vista de la ufología escéptica, hago yo también un esfuerzo similar y contesto a su escrito por medio de una nueva entrada. Mi réplica va en negrita.
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Estimado Sr. Campo,
he estado leyendo algunos artículos vuestros en relación a las pseudociencias y he encontrado cosas afortunadas y otras definitivamente desafortunadas. Me parece muy bien buscar investigar las cosas de la mejor manera posibls y si se da el caso de obtener pruebas físicas tiene sentido entonces el buscarlo pero creo que de pronto he visto en muchos pseudo-argumentos vuestros una argumento que no lo es tal sino más bien un pre-juicio o una falta de experiencia en ciertas materias o una extrapolación de las conclusiones respecto de algunos casos a todo el universo de casos, y eso me parece que me merece dudas y de paso gran pena porque veo que una actitud así no sirve para generar un ambiente sano y serio que permuta diluscidar una fenomenología que varios estudiamos y que no es fácil de registrar pero que tampoco tiene sentido llegar y criticar de la manera como algunos de Uds. lo han venido haciendo.
Esencialmente se trata de una cuestión de gusto y opinión, así que no tengo nada que decir al respecto mientras no detalle exactamente a qué se refiere. En su mano está el aportar las pruebas de un fenómeno que, al parecer, usted sabe con seguridad que existe y que no es reducible a ningún otro fenómeno conocido (explicaciones naturales, tecnológicas, testimonios fraudulentos o distorsionados, etc.). Si hasta ahora no se han presentado estas evidencias no debe ser tan exigente como para pedir que todos sigamos teniendo la misma paciencia con quien asegura poseerlas. Gran parte de la ufología internacional no es más que un circo donde atrevidos semi-gurús explotan la credulidad de la gente llenándose la boca con que poseen pruebas de las visitas extraterrestres; aquí seguimos esperando, mientras nuestra vergüenza ajena crece por momentos.
Creo que Uds. no pueden llegar y exigir pruebas a cada persona que ha tenido una experiencia porque aquí estamos hablando de fenómenos relacionados generalmente a la manifestación de inteligencias desconocidas que por alguna razón inexplicable hasta para los más crédulos, al parecer sólo toman un contacto más directo e intenso y duradero con un grupo pequeno de testigos.
No, no, no y no. En primer lugar, yo no le exijo pruebas a los testigos mientras se limiten a describir (es decir, a recuperar de su memoria visual y a poner en palabras) una experiencia personal. Una experiencia personal puesta tiempo después en palabras es respetable como tal, no prueba nada, pero es respetable. Sólo evidencia que una persona observó algo que no supo identificar; nada más. Pero si esa persona asegura categóricamente que lo que vio fue una nave extraterrestre lo normal es pedirle pruebas, a no ser que se trate de un empeño personal con el que no pretende convencer a nadie; NO ES SUFICIENTE CON SU TESTIMONIO, porque los seres humanos nos confundimos, nos equivocamos y adornamos involuntariamente nuestras percepciones, más si éstas nos resultan sorprendentes, llamativas o causan temor. ¿Es tan difícil de entender? Y, por supuesto, a quien hay que EXIGIR PRUEBAS Y EVIDENCIAS UNA VEZ TRAS OTRA INCANSABLEMENTE es a los investigadores o aficionados que aseguran, como usted, que "estamos hablando de fenómenos relacionados generalmente a la manifestación de inteligencias desconocidas". Así que, una vez más: ¿tiene pruebas de esta afirmación que no sean exclusivamente su opinión o sentimiento personal? ¿Cómo han podido llegar a la conclusión de que se trata de "inteligencias desconocidas" si no pueden compartir indicios de ello con quien se lo pida, salir en primera página de la prensa de todo el planeta con ellos y ser protagonistas del mayor descubrimiento de la historia de la humanidad? Espero que para llegar a esa conclusión ("inteligencias desconocidas") no se habrán basado en los recuerdos de un grupo de personas, ¿verdad? O en la historia colectiva de un grupo de personas que aseguran tener contacto con "inteligencias desconocidas", lo que sería aún más dudoso: ya no se trata de un testigo único, sino de un grupo de ellos, con lo que debería ser más fácil presentar las pruebas adecuadas, sin embargo... aquí seguimos, con las mismas afirmaciones gratuitas e indemostrables de siempre. Es como si un grupo de personas le dijeran que saben de varios perros pastores alemanes que cantan ópera italiana con voz de barítono: ¿ES PARA USTED SUFICIENTE LA PALABRA DE ESAS PERSONAS? ¿A QUE NO?, ENTONCES... Como ya le he dicho, los testimonios personales no demuestran nada, son sólo testimonios personales.
Encontrar esos testigos no es fácil
Depende, en muchas ocasiones en muy sencillo. Basta con buscar en una guía telefónica, por ejemplo.
y además los mismos testigos a veces no tienen idea ante qué tipo de entidades están.
Eso es cierto. Por ejemplo, cuando un ufólogo va a entrevistarlos muchas veces ponen cara de estar pensando "¿pero qué tipo de entidad es ésta?".
Del mismo modo no se puede esperar que todo tenga una evidencia empírica ni que todo tenga que pasar por el filtro del método científico porque decir eso es no entender que el mundo no se llama método científico y que el método es uno más de una multitud de métodos cada uno más o menos válido para entender la naturaleza y la realidad,
Ya, pero es que no estamos hablando de piezas lingüísticas para las que hacen falta las herramientas de la interpretación (bueno sí, estamos realmente hablando del folclore de los platillos volantes, pero ése no es ahora estrictamente el asunto); estamos hablando de hechos, sucesos o fenómenos de carácter EMPÍRICO que supuestamente tienen lugar en la misma realidad en la que usted y yo vivimos. Esas "entidades extraterrestres" no se aparecieron en sueños, ni están hechas del mismo material que el lenguaje poético, sino que se hicieron notar de la misma forma que se hace notar una estrella fugaz, un conejo que cruza la carretera corriendo o cualquier otro suceso del que existen pruebas al alcance del cualquier interesado. Una vez más, aquí hay algo que falla, y es la enorme desproporción existente entre lo que se pretende pasar por real y los medios de que se dispone para probarlo. Si no podemos "esperar que todo tenga una evidencia empírica ni que todo tenga que pasar por el filtro del método científico", lo cual me parece lógico en otros ámbitos de la cultura humana, quizá podríamos pensar que los testigos mienten, o que han visto en realidad a papá Noel: como se trata, al parecer, de fenómenos reales pero que dependen en último término del gusto o personalísima interpretación del investigador... Llegamos a este bonito callejón sin salida en el que lleva estancada la ufología sesenta años.
pero que no podemos andar suponiendo que todo debe tener una explicación científica pues algunas cosas definitivamente no la tienen, o no la tienen aún o quizás es muy probable que la dimensión y embergadura del fenómeno o manifestación sobrepase por mucho los estrechos marcos que el método científico ofrece
¿Por qué son estrechos los marcos que el método científico ofrece si estamos hablando de fenómenos que se desarrollan en la realidad que compartimos?
como puerta para lograr un tipo de conocimiento más objetivo pero nunca el mejor o el más adecuado.
¿Por qué? ¿Cuál sería otro método más adecuado para entender el fenómeno? ¿Cuáles son las características del fenómeno que les han llevado a pensar que debe ser usado otro método para entenderlo? Volvemos a la contradicción: es como si alguien hubiese descubierto un tipo de lluvia para la que no fuese suficiente el método científico basado en sólidos conocimientos de física atmosférica y termodinámica. ¿Es éste el caso de los presuntos fenómenos o entidades que se ocultan tras los ovnis? ¿Cómo han llegado a esta conclusión? Por favor: DETALLE EL PROCESO SEGUIDO PARA LLEGAR A ESTA CONCLUSIÓN.
Creo que es bueno que tengan un poco más de precaución a la hora de hacer críticas a la investigación de personas que se dicen parasicólogos o lo que sea que se autodenominen, porque uno no puede llegar y criticar a todo un grupo de personas solo porque ténicamente laboran en un tema que tiene esa definición.
No, se critican lo resultados. O los supuestos resultados basados en métodos personales no claramente explícitos.
Creo que una crítica personalizada es mucho más ajustada, real y objetiva ya que así se puede referenciar un infortunio o una falta de ética o una falta de conocimiento o lo que sea, a un grupo limitado y definido de personas y no algo general.
Leyendo un poco lo que dice el Sr. Ricardo Campo Pérez y cuyo contenido he adjunto más abajo, creo que quedarse con el hecho de que el tema OVNI es unia y exclusivamente un fenómeno psicosocial es no tener una idea ni conocimiento mínimo de las narraciones
Claro, narraciones, no pruebas científicas... ¿Cómo puede un supuesto fenómeno como son los ovnis estar basado exclusivamente en narraciones? Es como si las investigaciones sobre la materia oscura del universo estuviese basada solamente en las elucubraciones personales de los cosmólogos implicados en este campo.
y experiencias de grupos étnicos que por ejemplo viven en latinoamérica y que mencionan conocer el fenómeno OVNI desde al menos 200 anos sino más y que incluso han podido ser reportados (sin saber de qué se trata finalmente) por los mismos expedicionarios espanoles que llegaron a América para la triste y sangrienta colonización!
Esto es un grave y extendido error que, como todos los errores metodológicos y de criterio de la ufología típica, se usa para sostener la creencia, para fortalecerla y permitir que perviva: cosiste en "adivinar" o "intuir" la presencia de un fenómeno actual en un tiempo anterior para dotarlo de la entidad o importancia de la que carece. No tenemos ni una sóla prueba de que lo que desde mediados del siglo XX se llamó platillos volantes u ovnis se observara en algún otro momento de la historia. Que determinadas leyendas y relatos antiguos se parezcan a este mito de la era espacial no es suficiente para meterlo todo en el mismo saco. Es incorrecto querer convertir al "fenómeno ovni" en un fenómeno intemporal. Ocurre, por ejemplo, cuando determinados efectos ópticos en la atmósfera como los halos solares se convierten por obra y gracia del incompetente de turno en un fenómeno extraño en la antigüedad, y aparece en el contexto de una divulgación chapucera de los ovnis.
Lo que ocurre es que los antiguos ignoraban muchas cosas, los españoles, los grupos étnicos prehispánicos y el resto de la humanidad. Es un disparate alargar el presunto fenómeno hacia otros siglos. Las simples sospechas son, al igual que los testimonios personales, elementos muy endebles a la hora de pasar por contundentes demostraciones.
Para esa época no existía el término OVNI y la sociedad no es un término que se pueda usar para agrupaciones de indígenas tan poco numerosas, y además ellos no usaban el término OVNI sino otros que se relacionan a la cultura y mitología propia de ellos en donde se mencionan varios aspectos que son similares a los que hoy en día se conoce dentro de la ovnilogía actual. Por ello estoy de acuerdo que para ciertos casos es posible usar la teoría psicosocial pero suponer que todos los casos son explicables bajo esa suposición me lleva a pensar que dentro de los escépticos hay personajes individuales tan fanáticos y extremistas y desconocedores del tema como los son alguno crédulos acérrimos del tema OVNI. Creo que es necesario ser un poco más cuidadosos en cuanto a ciertas afirmaciones.
Me hace gracia: no es capaz de detectar la falacia en su propio argumento...
" ...grupos étnicos que por ejemplo viven en latinoamérica y que mencionan conocer el fenómeno OVNI desde al menos 200 anos sino más y que incluso han podido ser reportados..."
y pretende achacármela a mí....
Detecto una nueva confusión en su razonamiento: la "teoría psicosocial", tal y como yo la entiendo, es más una posición filosófica que una herramienta multiuso. No se trata de que cuando se tropiece uno con un caso ovni recurra inmediatamente a la teoría psicosocial para resolverla. La teoría psicosocial es más "débil" y más "fuerte" al mismo tiempo que la hipótesis extraterrestre. Es más débil porque carece de los elementos maravillosos, religiosos y conspiracionistas de la creencia extraterrestre. Ésta recurre a presencias alógenas cuya existencia no se ha probado pero no por ello deja de contar con el favoritismo de los aficionados. Todo es posible "explicarlo" mediante la presencia extraterrestre, desde una vaga sensación de extrañeza interior en un proto-contactado al ocultamiento mundial de la presencia alienígena en la Tierra. Por su parte, la teoría psicosocial es débil, parte de la demostrada falibilidad del testimonio humano, de las influencias que éste experimenta y de las transformaciones que sufre una vez lanzado al medio social. Asume que los seres humanos no son criaturas divinas ni tienen acceso a una realidad total ni a la Verdad (representada por los extraterrestres); es, en este sentido, posmoderna, relativiza las verdades predigeridas que circulan por Ovnilandia; pone en cuestión y desmonta uno por uno los ladridos con los que están hechos los Grandes Relatos. Lleva a cabo lo contrario de construir una leyenda.
Pero ésta es, a su vez, la fortaleza de su "debilidad".
Creo que las críticas que Uds. hacen hay que referenciarlas a un marco fenomenológico y casuístico específico y creo que por lo visto se restringe a Espana y Europa pero que poco y nada tiene que ver con el verdadero y genuino fenómeno intligente llamado OVNI
¿Verdadero y genuino fenómeno inteligente llamado OVNI? ¿Y cómo es eso?, ¿cómo es que no nos hemos enterado de ello en todo el mundo? ¿Tiene pruebas científicas a la altura de sus afirmaciones?, ¿o le tengo que creer porque sí?
¿Cómo se puede tener pruebas científicas de algo que es NEGATIVO, es decir, algo no identificado? Porque un ovni es algo no identificado... Es como si yo le dijera que hay un verdadero y genuino fenómeno inteligente llamado OMNG, es decir, Objetos Móviles que No son Guitarras... Claro, los hay a millones, pero es una estupidez definir algo negativamente, tal "definición" no aporta nada sobre el contenido de ese supuesto grupo de fenómenos.
que se presenta en América, en donde especialmente puedo hablar de Chile país desde le cuál yo procedo.
Me parece un argumento bastante dudoso. Lo que usted afirma debería ser válido para cualquier rincón del mundo, ya sea para Chile, para España o para Laponia. Decir que aquí en mi lugar de residencia las cosas ocurren como yo digo no hace más que arrojar serias dudas sobre la veracidad de sus afirmaciones y le resta total credibilidad.
Por otra parte también estoy de acuerdo en que en el mundillo de la ovnilogía hay chantas o personajes que lucran con el tema y que no tienen ningún pudor en jugar con la gente, así como hay otros que no desarrollan una investigación más a fondo y prefieren ser simplistas y facilistas. Pero de allí a considerar que todos los miembros de la parasicología y la ovnilogía se rigan por el mismo patrón creo que muestra poco conocimiento por parte de los autores de dichas citas y esto puede ser un indicador el cual los verdaderos expertos en este tipo de temas llegarán a considerar para alejarse de los supuestos escépticos, porque existen personas escépticas que tienen buenos argumentos y otros que simplemente creen que ser escéptico es algo obvio, natural y que no requiere de mayor trabajo porque es algo a priori. Los que suponen eso muestran para mí falta de experiencia.
De acuerdo, en general.
Yo personalmente conozco personas que son correctamente escépticos porque en sus vidas han tratado de investigar cada caso de la manera más profunda y seria posible dentro de todas las limitaciones que rigen tanto para los escépticos como para los crédulos. Al conocerlos a ellos creo que no se pueden sentir identificados con el grueso de vuestras ponencias y promociones anti-fenómeno y es por ello que no se juntan con Uds. o si lo hacen prefieren mantener distancia y mostrarse en bajo perfil.
Hay aquí un detalle que me parece importante. A ver si consigo explicarlo. Sí, es muy fácil: me repugna el espíritu gregario de la ufología. No tengo espíritu grupal alguno, no considero que pertenezca a una comunidad de investigadores o de simples curiosos; no al menos si la comunidad se define -tácita o explícitamente- tal y como lo hace habitualmente. Quizá usted detecte una contradicción en lo que digo si conoce que pertenezco a la Fundación Anomalía, una entidad que nació en 1996 con una vocación claramente ufológica. Al menos no lo percibo yo así, puesto que jamás he visto coartada mi opinión en ella para despotricar, criticar y debunkizar todo lo que me ha parecido merecedor perteneciendo a ella. Podría decir que el espíritu que anima actualmente a la Fundación es bien distinto al clásico de la ufología, pero no es éste el tema de esta entrada.
Creo que Uds. podrían aprender un poco a tener un poco más de la humildad que muestran estos personajes. Creo que algunos de lo buenos escépticos saben perfectamente que más allá de todo el show paranormal que hay montado en TV y en prensa, hay algo más que es lo que ellos creen que aún permite darle sentido a la búsqueda de casos potencialmente interesantes.
Sin duda: estamos ante un fenómeno sociocultural interesante. Los ufólogos son parte de él. Es decir, los Maussán, los Benítez y otros vendedores de patrañas son parte del "fenómeno ovni". El sentido de la búsqueda viene dado por lo que éstos y otros de su cuerda dicen y aseguran, cómo se escabullen cuando se les piden pruebas, cómo difunden sus historias, qué recursos retóricos usan, cómo se aprovechan de un estado de opinión, cómo se victimizan en ocasiones y cómo usan a los escépticos para indicar lo malos que son. En otras palabras: la labor del ufólogo serio reside en la deconstrucción de la jerga ufológica, de sus representaciones teatrales y de la obra escrita de quienes mantienen el escenario en pie.
Creo que ellos quizás si saben que algo existe y que no se quiere dejar mostrar y que es muy probable que de pronto alguna evidencia importante logren registrar o recoger algunos investigadores y que muestra que efectivamente existirían entidades inteligentes cuya existencia desconocemos mayormente, pero que como prueba puede inmediatamente invalidar aún aquellas teorías del círculo escéptico que la mayoría de sus precursores creen imbatibles y verdaderas. Esa actitud no se ve por lo general en los escritos que Uds. emiten aunque me falta bastante por leer aún de varios documentos que circulan por la red y que al parecer sería de vuestra autoría.
No se ofusque. Ellos (quienes sean) puede "saber" lo que consideren oportuno, que mientras no aporten pruebas de ello, si de cosas extrañas se trata, quedará como una "sabiduría" particular, incomunicable e inútil. Llevamos sesenta años esperando esas pruebas que invaliden el natural escepticismo. ¿Debemos esperar otros sesenta años?
Creo que si creemos tener la razón y que lo que lo que los demás mencionen o cuenten no es verdad, entonces estamos asumiendo una actitud tan fundamentalista como la de aquellos crédulos acérrimos del tema OVNI y lo paranormal que Uds. critican a veces con propiedad, y a veces quizás con evidente prejuicio y sin argumento válido o de peso!
Sin duda ha leído poco de los escépticos. Aquí le he aportado algunos argumentos mínimos para que se dé cuenta de que el terreno de la ufología está contaminado de antemano, y que la loable actitud de imparcialidad que creo detectar en su mensaje peca de ingenua porque no estamos ante un fenómeno de la naturaleza que habla por sí mismo, sino ante un supuesto fenómeno que nos llega a través de múltiples intermediarios: los testigos, los investigadores, los periodistas, los creyentes, etc..
Todos estamos invitados a hacer investigación y a compartir entre todos lo que cada uno va descubriendo de la maravilla que día a día nos presenta la vida como regalo y no necesariamente producto de una supuesta ley aleatoria. Si no lo hacemos así al final simplemente estaremos formando círculos herméticos que no solo se cerrarán a grupos crédulos sino que de paso evitarán ver las distintas formas como la vida se manifiesta.
Puedo hacer el intento de entender o destilar lo que creo que hay detrás de este párrafo (el "pegamento" con el que están unidas estas palabras) y por qué en último término es importante, de hecho fundamental, para su creencia en las visitas extraterrestres a la Tierra, pero no es ése el tema de mi réplica.
Quiero mandarles un documento que envié inicialmente a una persona escéptica del tema de las pseudociencias pero que creí conveniente adaptar para invitar a reflexionar también al resto de los escépticos. esta carta la adjuntaré en otro email.
No llegó.
Me despido de Uds. esperando que tengan a bien leer esta carta y que no busquen segundas intenciones más que la de compartir una opinión desde la perspectiva de alguien que ha visto que los OVNIs si existen porque a varios de nosotros nos tocó ver este tipo de objetos (y sus fenómenos) muy cerca y por un lapso relativamente suficiente de tiempo para entender que lo que estábamos viendo era real.
Respeto su testimonio -y el de sus compañeros- pero no me pida tácitamente que me trague esa rueda de molino sin rechistar como prueba de que hay algo raro en los cielos y no es Supermán... ¿Podría usted aportar alguna evidencia que demuestre a las claras y de una vez por todas que lo que vio se trataba de una nave extraterrestre, de algún fenómeno de la naturaleza desconocido hasta ahora o de algún artilugio o fenómeno fabricado o provocado por alguna inteligencia terrestre que se mantiene en secreto? Fíjese bien en que le otorgo la posibilidad de presentar pruebas en alguno de estos tres grandes campos del "misterio ufológico"; ¿hay alguno más?; ¿tiene usted en mente algo distinto de estas tres posibilidades a la hora de referise a los ovnis? Curiosamente, si usted consiguiera aportar las correspondientes pruebas (porque estamos hablando -lo repito- de fenómenos que ocurren en la realidad, no de cuestiones de fe ni de la metafísica implícita en determinada interpretación de la realidad, para lo que sería absurdo intentar pedir pruebas como si de una cabra con dos cabezas se tratara) dejaríamos automáticamente de hablar de ovnis, y pasaríamos a hablar de algo positivo, real y comprobable. ¿Estamos hablando del mismo tipo de realidad o no? ¿Estamos hablando de algo que es INDEPENDIENTE de la opinión, de los gustos, de los anhelos más íntimos, de aquellas cosas de las que estamos convencidos de antemano, de las creencias religiosas -más o menos evidentes- de cualquiera o de algo que DEPENDE de todos estos factores hasta tal punto que se convierten en lo que le proporciona la esencia a ese supuesto fenómeno, en lo que lo fabrica y lo echa a andar por la jungla de las creencias contemporáneas?
Esto lo vimos de día y de noche en repetidas ocasiones. No sabemos qué eran ni sus naturaleza pero nadie nos va a venir a convencer de que lo que vimos no era real.
Esto es lo malo: nadie puede convencerlos de lo contrario. Ustedes ya "saben" que lo que vieron es real. Pero ¿qué entienden ustedes por real en este contexto?; podría alguien convencerles de que lo que vieron es algún fenómeno natural u objeto aeronáutico y por tanto algo REAL?, ¿o más bien pretende colar que lo real en este caso es que su observación es inexplicable porque lo dicen ustedes? ¿Pone usted el tablero de juego de lo real, las reglas y decide usted cuándo gana y cuándo pierden los demás? ¿Identifica lo real con lo "extraterrestre"?; ¿cómo es eso? ¿Cómo es posible que se haya convencido de ello sin una prueba que usted, a toda prisa, haya presentado ante un comité de científicos independientes? ¿Cómo es posible que se haya convencido de semejante realidad supuesta sólo con algo tan dudoso como es el testimonio humano, en este caso el suyo y el de sus compañeros?; ¿NO SE DA CUENTA DE QUE HAY UNA DESPROPORCIÓN ENORME ENTRE LA CONCLUSIÓN A LA QUE HAN LLEGADO Y LO QUE CONSERVAN PARA SUSTENTARLO: EL RECUERDO DE UNA OBSERVACIÓN?
Si considerásemos el modo de criticar de varios escépticos, en el caso que algunas personas nos critiquen sin saber qué fue lo que entre varios vimos y nos propongan citas tales como alucinaciones colectivas o fenómenos psicosociales o identificación inadecuada de objetos en el cielo, entonces varios de nosotros deberíamos llegar a tener los mismos derechos de los escépticos en criticar quizás livianamente a los que dudan de nuestras experiencias y tendríamos todo el derecho a reirnos de ellos!
Creo que hay una manifiesta confusión en este párrafo. Usted puede criticar a quien le parezca oportuno. Es lo que hago yo habitualmente y voy a seguir haciendo.
Pero afortunadamente mis colegas y yo no tenemos esa actitud discriminadora inadecuada porque nada sacamos con suponer que los demás están 100% en un error pues creemos que el asunto se trata más de una falta de conocimiento o un uso desafortunado de ella, de una investigación incompleta y de una identificación incorrecta.
Nada sacamos con esconder nuestras experiencias porque la idea es que entre todos aprendamos. Tampoco queremso hacer show o lucro de ello porque no es ese nuestro objetivo. Pero también sabemos que existen personas que hacen uso y abuso del tema y que confunden a muchos y que algunos escépticos se enfocan en ellos en ver de descubrir los casos que son potencialmente más interesante o probables de presentar una real anomalía, sea cual sea la explicación final que el investigador crea que sea la más conveniente para él y no quizás para el testigo.
Me parece muy loable su comentario, pero no pasa de ser un deseo inicial que se ve rápidamente traicionado por las ideas preconcebidas que ha expresado a lo largo de su mensaje.
Como investigadores del tema al menos sabemos que ciertos fenómenos sí existen tal cual como se describen
¿Podría detallar el proceso de investigación y razonamiento que les llevó a esta conclusión?
y que si nosotros lo vimos otros también pueden tener una experiencia similar, sea que lo que ellos aprecien varíe en forma, color, comportamiento, tamano, velocidad, cercanía, duración, o en el modo de percepción, reacción emocional, asimilación etc etc etc.
Por ello esta carta la escribo con bastante respeto porque se que este tipo de experiencias no son tan comunes como uno cree pero que son suficientes para entender de que muchas suposiciones de los escépticos pueden ser ciertas pero en contextos muy particulares pero definitivamente no en todos.
Habría que empezar por detallar cuáles son esas suposiciones de los escépticos y en qué se basa, de nuevo, para asegurar que no son válidas.
Cualquier duda o comentario será bienvenido y la idea es que aprendamos entre todos de lo que nos pasa a todos.
Ojalá nos pasara que pudiésemos encontrar pruebas de que los extraterrestres existen y han llegado a la Tierra. Pero de momento no hay más que un ferviente deseo y mil formas retóricas de evadir la cuestión esencial: que no tenemos pruebas de ello.
Les deseo todo lo mejor.
Igualmente
Atte.
Miguel A. Jordan (Michel)
Ingeniero civil electricista, U.Chile
esiomajb@gmail.com
julio 26, 2006 5:58 PM
Horatio Caine (CSI Miami).
Echando un vistazo a las entradas antiguas del blog descubrí hace unos días un largo comentario de Miguel A. Jordan, de la agrupación ufológica chilena ESIO a esta entrada. Teniendo en cuenta el esfuerzo que su autor ha hecho para escribir su texto -lo que es de agradecer- y la oportunidad que me da para expresar una vez más cuáles son algunos de los puntos de vista de la ufología escéptica, hago yo también un esfuerzo similar y contesto a su escrito por medio de una nueva entrada. Mi réplica va en negrita.
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Estimado Sr. Campo,
he estado leyendo algunos artículos vuestros en relación a las pseudociencias y he encontrado cosas afortunadas y otras definitivamente desafortunadas. Me parece muy bien buscar investigar las cosas de la mejor manera posibls y si se da el caso de obtener pruebas físicas tiene sentido entonces el buscarlo pero creo que de pronto he visto en muchos pseudo-argumentos vuestros una argumento que no lo es tal sino más bien un pre-juicio o una falta de experiencia en ciertas materias o una extrapolación de las conclusiones respecto de algunos casos a todo el universo de casos, y eso me parece que me merece dudas y de paso gran pena porque veo que una actitud así no sirve para generar un ambiente sano y serio que permuta diluscidar una fenomenología que varios estudiamos y que no es fácil de registrar pero que tampoco tiene sentido llegar y criticar de la manera como algunos de Uds. lo han venido haciendo.
Esencialmente se trata de una cuestión de gusto y opinión, así que no tengo nada que decir al respecto mientras no detalle exactamente a qué se refiere. En su mano está el aportar las pruebas de un fenómeno que, al parecer, usted sabe con seguridad que existe y que no es reducible a ningún otro fenómeno conocido (explicaciones naturales, tecnológicas, testimonios fraudulentos o distorsionados, etc.). Si hasta ahora no se han presentado estas evidencias no debe ser tan exigente como para pedir que todos sigamos teniendo la misma paciencia con quien asegura poseerlas. Gran parte de la ufología internacional no es más que un circo donde atrevidos semi-gurús explotan la credulidad de la gente llenándose la boca con que poseen pruebas de las visitas extraterrestres; aquí seguimos esperando, mientras nuestra vergüenza ajena crece por momentos.
Creo que Uds. no pueden llegar y exigir pruebas a cada persona que ha tenido una experiencia porque aquí estamos hablando de fenómenos relacionados generalmente a la manifestación de inteligencias desconocidas que por alguna razón inexplicable hasta para los más crédulos, al parecer sólo toman un contacto más directo e intenso y duradero con un grupo pequeno de testigos.
No, no, no y no. En primer lugar, yo no le exijo pruebas a los testigos mientras se limiten a describir (es decir, a recuperar de su memoria visual y a poner en palabras) una experiencia personal. Una experiencia personal puesta tiempo después en palabras es respetable como tal, no prueba nada, pero es respetable. Sólo evidencia que una persona observó algo que no supo identificar; nada más. Pero si esa persona asegura categóricamente que lo que vio fue una nave extraterrestre lo normal es pedirle pruebas, a no ser que se trate de un empeño personal con el que no pretende convencer a nadie; NO ES SUFICIENTE CON SU TESTIMONIO, porque los seres humanos nos confundimos, nos equivocamos y adornamos involuntariamente nuestras percepciones, más si éstas nos resultan sorprendentes, llamativas o causan temor. ¿Es tan difícil de entender? Y, por supuesto, a quien hay que EXIGIR PRUEBAS Y EVIDENCIAS UNA VEZ TRAS OTRA INCANSABLEMENTE es a los investigadores o aficionados que aseguran, como usted, que "estamos hablando de fenómenos relacionados generalmente a la manifestación de inteligencias desconocidas". Así que, una vez más: ¿tiene pruebas de esta afirmación que no sean exclusivamente su opinión o sentimiento personal? ¿Cómo han podido llegar a la conclusión de que se trata de "inteligencias desconocidas" si no pueden compartir indicios de ello con quien se lo pida, salir en primera página de la prensa de todo el planeta con ellos y ser protagonistas del mayor descubrimiento de la historia de la humanidad? Espero que para llegar a esa conclusión ("inteligencias desconocidas") no se habrán basado en los recuerdos de un grupo de personas, ¿verdad? O en la historia colectiva de un grupo de personas que aseguran tener contacto con "inteligencias desconocidas", lo que sería aún más dudoso: ya no se trata de un testigo único, sino de un grupo de ellos, con lo que debería ser más fácil presentar las pruebas adecuadas, sin embargo... aquí seguimos, con las mismas afirmaciones gratuitas e indemostrables de siempre. Es como si un grupo de personas le dijeran que saben de varios perros pastores alemanes que cantan ópera italiana con voz de barítono: ¿ES PARA USTED SUFICIENTE LA PALABRA DE ESAS PERSONAS? ¿A QUE NO?, ENTONCES... Como ya le he dicho, los testimonios personales no demuestran nada, son sólo testimonios personales.
Encontrar esos testigos no es fácil
Depende, en muchas ocasiones en muy sencillo. Basta con buscar en una guía telefónica, por ejemplo.
y además los mismos testigos a veces no tienen idea ante qué tipo de entidades están.
Eso es cierto. Por ejemplo, cuando un ufólogo va a entrevistarlos muchas veces ponen cara de estar pensando "¿pero qué tipo de entidad es ésta?".
Del mismo modo no se puede esperar que todo tenga una evidencia empírica ni que todo tenga que pasar por el filtro del método científico porque decir eso es no entender que el mundo no se llama método científico y que el método es uno más de una multitud de métodos cada uno más o menos válido para entender la naturaleza y la realidad,
Ya, pero es que no estamos hablando de piezas lingüísticas para las que hacen falta las herramientas de la interpretación (bueno sí, estamos realmente hablando del folclore de los platillos volantes, pero ése no es ahora estrictamente el asunto); estamos hablando de hechos, sucesos o fenómenos de carácter EMPÍRICO que supuestamente tienen lugar en la misma realidad en la que usted y yo vivimos. Esas "entidades extraterrestres" no se aparecieron en sueños, ni están hechas del mismo material que el lenguaje poético, sino que se hicieron notar de la misma forma que se hace notar una estrella fugaz, un conejo que cruza la carretera corriendo o cualquier otro suceso del que existen pruebas al alcance del cualquier interesado. Una vez más, aquí hay algo que falla, y es la enorme desproporción existente entre lo que se pretende pasar por real y los medios de que se dispone para probarlo. Si no podemos "esperar que todo tenga una evidencia empírica ni que todo tenga que pasar por el filtro del método científico", lo cual me parece lógico en otros ámbitos de la cultura humana, quizá podríamos pensar que los testigos mienten, o que han visto en realidad a papá Noel: como se trata, al parecer, de fenómenos reales pero que dependen en último término del gusto o personalísima interpretación del investigador... Llegamos a este bonito callejón sin salida en el que lleva estancada la ufología sesenta años.
pero que no podemos andar suponiendo que todo debe tener una explicación científica pues algunas cosas definitivamente no la tienen, o no la tienen aún o quizás es muy probable que la dimensión y embergadura del fenómeno o manifestación sobrepase por mucho los estrechos marcos que el método científico ofrece
¿Por qué son estrechos los marcos que el método científico ofrece si estamos hablando de fenómenos que se desarrollan en la realidad que compartimos?
como puerta para lograr un tipo de conocimiento más objetivo pero nunca el mejor o el más adecuado.
¿Por qué? ¿Cuál sería otro método más adecuado para entender el fenómeno? ¿Cuáles son las características del fenómeno que les han llevado a pensar que debe ser usado otro método para entenderlo? Volvemos a la contradicción: es como si alguien hubiese descubierto un tipo de lluvia para la que no fuese suficiente el método científico basado en sólidos conocimientos de física atmosférica y termodinámica. ¿Es éste el caso de los presuntos fenómenos o entidades que se ocultan tras los ovnis? ¿Cómo han llegado a esta conclusión? Por favor: DETALLE EL PROCESO SEGUIDO PARA LLEGAR A ESTA CONCLUSIÓN.
Creo que es bueno que tengan un poco más de precaución a la hora de hacer críticas a la investigación de personas que se dicen parasicólogos o lo que sea que se autodenominen, porque uno no puede llegar y criticar a todo un grupo de personas solo porque ténicamente laboran en un tema que tiene esa definición.
No, se critican lo resultados. O los supuestos resultados basados en métodos personales no claramente explícitos.
Creo que una crítica personalizada es mucho más ajustada, real y objetiva ya que así se puede referenciar un infortunio o una falta de ética o una falta de conocimiento o lo que sea, a un grupo limitado y definido de personas y no algo general.
Leyendo un poco lo que dice el Sr. Ricardo Campo Pérez y cuyo contenido he adjunto más abajo, creo que quedarse con el hecho de que el tema OVNI es unia y exclusivamente un fenómeno psicosocial es no tener una idea ni conocimiento mínimo de las narraciones
Claro, narraciones, no pruebas científicas... ¿Cómo puede un supuesto fenómeno como son los ovnis estar basado exclusivamente en narraciones? Es como si las investigaciones sobre la materia oscura del universo estuviese basada solamente en las elucubraciones personales de los cosmólogos implicados en este campo.
y experiencias de grupos étnicos que por ejemplo viven en latinoamérica y que mencionan conocer el fenómeno OVNI desde al menos 200 anos sino más y que incluso han podido ser reportados (sin saber de qué se trata finalmente) por los mismos expedicionarios espanoles que llegaron a América para la triste y sangrienta colonización!
Esto es un grave y extendido error que, como todos los errores metodológicos y de criterio de la ufología típica, se usa para sostener la creencia, para fortalecerla y permitir que perviva: cosiste en "adivinar" o "intuir" la presencia de un fenómeno actual en un tiempo anterior para dotarlo de la entidad o importancia de la que carece. No tenemos ni una sóla prueba de que lo que desde mediados del siglo XX se llamó platillos volantes u ovnis se observara en algún otro momento de la historia. Que determinadas leyendas y relatos antiguos se parezcan a este mito de la era espacial no es suficiente para meterlo todo en el mismo saco. Es incorrecto querer convertir al "fenómeno ovni" en un fenómeno intemporal. Ocurre, por ejemplo, cuando determinados efectos ópticos en la atmósfera como los halos solares se convierten por obra y gracia del incompetente de turno en un fenómeno extraño en la antigüedad, y aparece en el contexto de una divulgación chapucera de los ovnis.
Lo que ocurre es que los antiguos ignoraban muchas cosas, los españoles, los grupos étnicos prehispánicos y el resto de la humanidad. Es un disparate alargar el presunto fenómeno hacia otros siglos. Las simples sospechas son, al igual que los testimonios personales, elementos muy endebles a la hora de pasar por contundentes demostraciones.
Para esa época no existía el término OVNI y la sociedad no es un término que se pueda usar para agrupaciones de indígenas tan poco numerosas, y además ellos no usaban el término OVNI sino otros que se relacionan a la cultura y mitología propia de ellos en donde se mencionan varios aspectos que son similares a los que hoy en día se conoce dentro de la ovnilogía actual. Por ello estoy de acuerdo que para ciertos casos es posible usar la teoría psicosocial pero suponer que todos los casos son explicables bajo esa suposición me lleva a pensar que dentro de los escépticos hay personajes individuales tan fanáticos y extremistas y desconocedores del tema como los son alguno crédulos acérrimos del tema OVNI. Creo que es necesario ser un poco más cuidadosos en cuanto a ciertas afirmaciones.
Me hace gracia: no es capaz de detectar la falacia en su propio argumento...
" ...grupos étnicos que por ejemplo viven en latinoamérica y que mencionan conocer el fenómeno OVNI desde al menos 200 anos sino más y que incluso han podido ser reportados..."
y pretende achacármela a mí....
Detecto una nueva confusión en su razonamiento: la "teoría psicosocial", tal y como yo la entiendo, es más una posición filosófica que una herramienta multiuso. No se trata de que cuando se tropiece uno con un caso ovni recurra inmediatamente a la teoría psicosocial para resolverla. La teoría psicosocial es más "débil" y más "fuerte" al mismo tiempo que la hipótesis extraterrestre. Es más débil porque carece de los elementos maravillosos, religiosos y conspiracionistas de la creencia extraterrestre. Ésta recurre a presencias alógenas cuya existencia no se ha probado pero no por ello deja de contar con el favoritismo de los aficionados. Todo es posible "explicarlo" mediante la presencia extraterrestre, desde una vaga sensación de extrañeza interior en un proto-contactado al ocultamiento mundial de la presencia alienígena en la Tierra. Por su parte, la teoría psicosocial es débil, parte de la demostrada falibilidad del testimonio humano, de las influencias que éste experimenta y de las transformaciones que sufre una vez lanzado al medio social. Asume que los seres humanos no son criaturas divinas ni tienen acceso a una realidad total ni a la Verdad (representada por los extraterrestres); es, en este sentido, posmoderna, relativiza las verdades predigeridas que circulan por Ovnilandia; pone en cuestión y desmonta uno por uno los ladridos con los que están hechos los Grandes Relatos. Lleva a cabo lo contrario de construir una leyenda.
Pero ésta es, a su vez, la fortaleza de su "debilidad".
Creo que las críticas que Uds. hacen hay que referenciarlas a un marco fenomenológico y casuístico específico y creo que por lo visto se restringe a Espana y Europa pero que poco y nada tiene que ver con el verdadero y genuino fenómeno intligente llamado OVNI
¿Verdadero y genuino fenómeno inteligente llamado OVNI? ¿Y cómo es eso?, ¿cómo es que no nos hemos enterado de ello en todo el mundo? ¿Tiene pruebas científicas a la altura de sus afirmaciones?, ¿o le tengo que creer porque sí?
¿Cómo se puede tener pruebas científicas de algo que es NEGATIVO, es decir, algo no identificado? Porque un ovni es algo no identificado... Es como si yo le dijera que hay un verdadero y genuino fenómeno inteligente llamado OMNG, es decir, Objetos Móviles que No son Guitarras... Claro, los hay a millones, pero es una estupidez definir algo negativamente, tal "definición" no aporta nada sobre el contenido de ese supuesto grupo de fenómenos.
que se presenta en América, en donde especialmente puedo hablar de Chile país desde le cuál yo procedo.
Me parece un argumento bastante dudoso. Lo que usted afirma debería ser válido para cualquier rincón del mundo, ya sea para Chile, para España o para Laponia. Decir que aquí en mi lugar de residencia las cosas ocurren como yo digo no hace más que arrojar serias dudas sobre la veracidad de sus afirmaciones y le resta total credibilidad.
Por otra parte también estoy de acuerdo en que en el mundillo de la ovnilogía hay chantas o personajes que lucran con el tema y que no tienen ningún pudor en jugar con la gente, así como hay otros que no desarrollan una investigación más a fondo y prefieren ser simplistas y facilistas. Pero de allí a considerar que todos los miembros de la parasicología y la ovnilogía se rigan por el mismo patrón creo que muestra poco conocimiento por parte de los autores de dichas citas y esto puede ser un indicador el cual los verdaderos expertos en este tipo de temas llegarán a considerar para alejarse de los supuestos escépticos, porque existen personas escépticas que tienen buenos argumentos y otros que simplemente creen que ser escéptico es algo obvio, natural y que no requiere de mayor trabajo porque es algo a priori. Los que suponen eso muestran para mí falta de experiencia.
De acuerdo, en general.
Yo personalmente conozco personas que son correctamente escépticos porque en sus vidas han tratado de investigar cada caso de la manera más profunda y seria posible dentro de todas las limitaciones que rigen tanto para los escépticos como para los crédulos. Al conocerlos a ellos creo que no se pueden sentir identificados con el grueso de vuestras ponencias y promociones anti-fenómeno y es por ello que no se juntan con Uds. o si lo hacen prefieren mantener distancia y mostrarse en bajo perfil.
Hay aquí un detalle que me parece importante. A ver si consigo explicarlo. Sí, es muy fácil: me repugna el espíritu gregario de la ufología. No tengo espíritu grupal alguno, no considero que pertenezca a una comunidad de investigadores o de simples curiosos; no al menos si la comunidad se define -tácita o explícitamente- tal y como lo hace habitualmente. Quizá usted detecte una contradicción en lo que digo si conoce que pertenezco a la Fundación Anomalía, una entidad que nació en 1996 con una vocación claramente ufológica. Al menos no lo percibo yo así, puesto que jamás he visto coartada mi opinión en ella para despotricar, criticar y debunkizar todo lo que me ha parecido merecedor perteneciendo a ella. Podría decir que el espíritu que anima actualmente a la Fundación es bien distinto al clásico de la ufología, pero no es éste el tema de esta entrada.
Creo que Uds. podrían aprender un poco a tener un poco más de la humildad que muestran estos personajes. Creo que algunos de lo buenos escépticos saben perfectamente que más allá de todo el show paranormal que hay montado en TV y en prensa, hay algo más que es lo que ellos creen que aún permite darle sentido a la búsqueda de casos potencialmente interesantes.
Sin duda: estamos ante un fenómeno sociocultural interesante. Los ufólogos son parte de él. Es decir, los Maussán, los Benítez y otros vendedores de patrañas son parte del "fenómeno ovni". El sentido de la búsqueda viene dado por lo que éstos y otros de su cuerda dicen y aseguran, cómo se escabullen cuando se les piden pruebas, cómo difunden sus historias, qué recursos retóricos usan, cómo se aprovechan de un estado de opinión, cómo se victimizan en ocasiones y cómo usan a los escépticos para indicar lo malos que son. En otras palabras: la labor del ufólogo serio reside en la deconstrucción de la jerga ufológica, de sus representaciones teatrales y de la obra escrita de quienes mantienen el escenario en pie.
Creo que ellos quizás si saben que algo existe y que no se quiere dejar mostrar y que es muy probable que de pronto alguna evidencia importante logren registrar o recoger algunos investigadores y que muestra que efectivamente existirían entidades inteligentes cuya existencia desconocemos mayormente, pero que como prueba puede inmediatamente invalidar aún aquellas teorías del círculo escéptico que la mayoría de sus precursores creen imbatibles y verdaderas. Esa actitud no se ve por lo general en los escritos que Uds. emiten aunque me falta bastante por leer aún de varios documentos que circulan por la red y que al parecer sería de vuestra autoría.
No se ofusque. Ellos (quienes sean) puede "saber" lo que consideren oportuno, que mientras no aporten pruebas de ello, si de cosas extrañas se trata, quedará como una "sabiduría" particular, incomunicable e inútil. Llevamos sesenta años esperando esas pruebas que invaliden el natural escepticismo. ¿Debemos esperar otros sesenta años?
Creo que si creemos tener la razón y que lo que lo que los demás mencionen o cuenten no es verdad, entonces estamos asumiendo una actitud tan fundamentalista como la de aquellos crédulos acérrimos del tema OVNI y lo paranormal que Uds. critican a veces con propiedad, y a veces quizás con evidente prejuicio y sin argumento válido o de peso!
Sin duda ha leído poco de los escépticos. Aquí le he aportado algunos argumentos mínimos para que se dé cuenta de que el terreno de la ufología está contaminado de antemano, y que la loable actitud de imparcialidad que creo detectar en su mensaje peca de ingenua porque no estamos ante un fenómeno de la naturaleza que habla por sí mismo, sino ante un supuesto fenómeno que nos llega a través de múltiples intermediarios: los testigos, los investigadores, los periodistas, los creyentes, etc..
Todos estamos invitados a hacer investigación y a compartir entre todos lo que cada uno va descubriendo de la maravilla que día a día nos presenta la vida como regalo y no necesariamente producto de una supuesta ley aleatoria. Si no lo hacemos así al final simplemente estaremos formando círculos herméticos que no solo se cerrarán a grupos crédulos sino que de paso evitarán ver las distintas formas como la vida se manifiesta.
Puedo hacer el intento de entender o destilar lo que creo que hay detrás de este párrafo (el "pegamento" con el que están unidas estas palabras) y por qué en último término es importante, de hecho fundamental, para su creencia en las visitas extraterrestres a la Tierra, pero no es ése el tema de mi réplica.
Quiero mandarles un documento que envié inicialmente a una persona escéptica del tema de las pseudociencias pero que creí conveniente adaptar para invitar a reflexionar también al resto de los escépticos. esta carta la adjuntaré en otro email.
No llegó.
Me despido de Uds. esperando que tengan a bien leer esta carta y que no busquen segundas intenciones más que la de compartir una opinión desde la perspectiva de alguien que ha visto que los OVNIs si existen porque a varios de nosotros nos tocó ver este tipo de objetos (y sus fenómenos) muy cerca y por un lapso relativamente suficiente de tiempo para entender que lo que estábamos viendo era real.
Respeto su testimonio -y el de sus compañeros- pero no me pida tácitamente que me trague esa rueda de molino sin rechistar como prueba de que hay algo raro en los cielos y no es Supermán... ¿Podría usted aportar alguna evidencia que demuestre a las claras y de una vez por todas que lo que vio se trataba de una nave extraterrestre, de algún fenómeno de la naturaleza desconocido hasta ahora o de algún artilugio o fenómeno fabricado o provocado por alguna inteligencia terrestre que se mantiene en secreto? Fíjese bien en que le otorgo la posibilidad de presentar pruebas en alguno de estos tres grandes campos del "misterio ufológico"; ¿hay alguno más?; ¿tiene usted en mente algo distinto de estas tres posibilidades a la hora de referise a los ovnis? Curiosamente, si usted consiguiera aportar las correspondientes pruebas (porque estamos hablando -lo repito- de fenómenos que ocurren en la realidad, no de cuestiones de fe ni de la metafísica implícita en determinada interpretación de la realidad, para lo que sería absurdo intentar pedir pruebas como si de una cabra con dos cabezas se tratara) dejaríamos automáticamente de hablar de ovnis, y pasaríamos a hablar de algo positivo, real y comprobable. ¿Estamos hablando del mismo tipo de realidad o no? ¿Estamos hablando de algo que es INDEPENDIENTE de la opinión, de los gustos, de los anhelos más íntimos, de aquellas cosas de las que estamos convencidos de antemano, de las creencias religiosas -más o menos evidentes- de cualquiera o de algo que DEPENDE de todos estos factores hasta tal punto que se convierten en lo que le proporciona la esencia a ese supuesto fenómeno, en lo que lo fabrica y lo echa a andar por la jungla de las creencias contemporáneas?
Esto lo vimos de día y de noche en repetidas ocasiones. No sabemos qué eran ni sus naturaleza pero nadie nos va a venir a convencer de que lo que vimos no era real.
Esto es lo malo: nadie puede convencerlos de lo contrario. Ustedes ya "saben" que lo que vieron es real. Pero ¿qué entienden ustedes por real en este contexto?; podría alguien convencerles de que lo que vieron es algún fenómeno natural u objeto aeronáutico y por tanto algo REAL?, ¿o más bien pretende colar que lo real en este caso es que su observación es inexplicable porque lo dicen ustedes? ¿Pone usted el tablero de juego de lo real, las reglas y decide usted cuándo gana y cuándo pierden los demás? ¿Identifica lo real con lo "extraterrestre"?; ¿cómo es eso? ¿Cómo es posible que se haya convencido de ello sin una prueba que usted, a toda prisa, haya presentado ante un comité de científicos independientes? ¿Cómo es posible que se haya convencido de semejante realidad supuesta sólo con algo tan dudoso como es el testimonio humano, en este caso el suyo y el de sus compañeros?; ¿NO SE DA CUENTA DE QUE HAY UNA DESPROPORCIÓN ENORME ENTRE LA CONCLUSIÓN A LA QUE HAN LLEGADO Y LO QUE CONSERVAN PARA SUSTENTARLO: EL RECUERDO DE UNA OBSERVACIÓN?
Si considerásemos el modo de criticar de varios escépticos, en el caso que algunas personas nos critiquen sin saber qué fue lo que entre varios vimos y nos propongan citas tales como alucinaciones colectivas o fenómenos psicosociales o identificación inadecuada de objetos en el cielo, entonces varios de nosotros deberíamos llegar a tener los mismos derechos de los escépticos en criticar quizás livianamente a los que dudan de nuestras experiencias y tendríamos todo el derecho a reirnos de ellos!
Creo que hay una manifiesta confusión en este párrafo. Usted puede criticar a quien le parezca oportuno. Es lo que hago yo habitualmente y voy a seguir haciendo.
Pero afortunadamente mis colegas y yo no tenemos esa actitud discriminadora inadecuada porque nada sacamos con suponer que los demás están 100% en un error pues creemos que el asunto se trata más de una falta de conocimiento o un uso desafortunado de ella, de una investigación incompleta y de una identificación incorrecta.
Nada sacamos con esconder nuestras experiencias porque la idea es que entre todos aprendamos. Tampoco queremso hacer show o lucro de ello porque no es ese nuestro objetivo. Pero también sabemos que existen personas que hacen uso y abuso del tema y que confunden a muchos y que algunos escépticos se enfocan en ellos en ver de descubrir los casos que son potencialmente más interesante o probables de presentar una real anomalía, sea cual sea la explicación final que el investigador crea que sea la más conveniente para él y no quizás para el testigo.
Me parece muy loable su comentario, pero no pasa de ser un deseo inicial que se ve rápidamente traicionado por las ideas preconcebidas que ha expresado a lo largo de su mensaje.
Como investigadores del tema al menos sabemos que ciertos fenómenos sí existen tal cual como se describen
¿Podría detallar el proceso de investigación y razonamiento que les llevó a esta conclusión?
y que si nosotros lo vimos otros también pueden tener una experiencia similar, sea que lo que ellos aprecien varíe en forma, color, comportamiento, tamano, velocidad, cercanía, duración, o en el modo de percepción, reacción emocional, asimilación etc etc etc.
Por ello esta carta la escribo con bastante respeto porque se que este tipo de experiencias no son tan comunes como uno cree pero que son suficientes para entender de que muchas suposiciones de los escépticos pueden ser ciertas pero en contextos muy particulares pero definitivamente no en todos.
Habría que empezar por detallar cuáles son esas suposiciones de los escépticos y en qué se basa, de nuevo, para asegurar que no son válidas.
Cualquier duda o comentario será bienvenido y la idea es que aprendamos entre todos de lo que nos pasa a todos.
Ojalá nos pasara que pudiésemos encontrar pruebas de que los extraterrestres existen y han llegado a la Tierra. Pero de momento no hay más que un ferviente deseo y mil formas retóricas de evadir la cuestión esencial: que no tenemos pruebas de ello.
Les deseo todo lo mejor.
Igualmente
Atte.
Miguel A. Jordan (Michel)
Ingeniero civil electricista, U.Chile
esiomajb@gmail.com
julio 26, 2006 5:58 PM
lunes, agosto 14, 2006
Recolectando insectos
Publicó ayer ABC (edición Canarias) una breve entrevista a Antonio Machado, biólogo de la Universidad de La Laguna (ULL) que ha participado en diversas ediciones del Curso interdisciplinar Ciencia y pseudociencias de la ULL hablando de la ecología y los ecólogos. Entre otras cosas, en la entrevista le preguntan si usa alguna herramienta especial para la recolección de insectos (al ser la entomología su campo de trabajo), y responde:
Tengo una que es como un paraguas invertido. Lo pongo debajo de algún árbol y empiezo a golpear el tronco, para que caigan ahí. Llevamos unas luces un poco raras. Si nos vieran con eso de lejos de noche, la gente se asustaría.
Y yo me pregunto...
Tengo una que es como un paraguas invertido. Lo pongo debajo de algún árbol y empiezo a golpear el tronco, para que caigan ahí. Llevamos unas luces un poco raras. Si nos vieran con eso de lejos de noche, la gente se asustaría.
Y yo me pregunto...
miércoles, julio 05, 2006
Y el "ovni" de Canarias también se apareció en Arizona
Aquí les presento otra serie de fotografías de las numerosas que obran en mi poder sobre lanzamientos de misiles desde diversos lugares del mundo. Como es sabido, desde Canarias fue posible observar varios lanzamientos de este tipo en los años setenta, convertidos por obra y gracias de unos pocos ocultistas de mente abierta y cerebro esponjoso en misterios insondables del más allá. Los expertos del "más allá" no tenían ni puñetera idea de lo que se trató, y por eso se subieron al carro del ovni, lo que en sus mentes desordenadas quiere decir platillo volante, es decir, nave extraterrestre. Y pretendieron que con esta rueda de molino siguieran comulgando los nuevos aficionados. Pero no, no todo el mundo se queda con la boca abierta y traga con lo primero que le ponen delante.
Sí amigos de los enemas de la ciencia, de los misterios de todo a 100 y de otras chapuzas esencialmente fraudulentas y patéticas: el archi famoso "ovni" de Canarias (5/3/79), ese pufo con forma, matrícula y efectos clásicos de los lanzamientos de misiles (porque no otra cosa fue) se apareció también el 2 de octubre de 1999 en Kitt Peak (Arizona) desde donde una cámara pudo captar sus evoluciones en la alta atmósfera. En realidad se trató del lanzamiento de un misil Minuteman II desde la base de Vandenberg (California) poco después de las 7:00 horas, al amanecer (estos fenómenos son contemplados al amanecer o al anochecer, incluso con noche cerrada, al iluminar el Sol los gases de combustión a gran altura).

5 de marzo de 1979. Instantánea tomada desde Izaña. Compare con las de Kitt Peak abajo, si sus prejuicios le dejan
Las fotos se encuentran en esta página. ¿Aparecerán por aquí nuestros amigos del mihterio para negar lo evidente basándose en que alguien vio al misil "pararse en el aire", "cambiar de dirección" y otras apreciaciones particulares convertidas por impresentables e ignorantes en pruebas científicas? ¿A quién pretenden engañar con tales supersticiones con pretensión de argumentos?



Gases de combustión del Minuteman totalmente expandidos...
¿Qué interés tienen estos sujetos en mantener un misterio inexistente? ¿Se verá afectado el prestigio (perdón que me ría) de algún pseudo-ufólogo o misteriófilo si acepta las abrumadoras evidencias de la naturaleza balística de estos casos?; ¡pero si por el prestigio no deben preocuparse, que no lo tienen desde hace décadas! ¿Dejarán de venir turistas a las islas, si leen que Canarias resulta ser menos mágica (?) de lo que algún alma de cántaro pregona que es? ¿Por qué ese afán de mantener un engaño, una creencia sin fundamento, una historieta sin pies ni cabeza, ante la simple contemplación de unas fotografías como las que aquí reproduzco? (existen docenas de series idénticas en muchos lugares del mundo). ¿Por qué esa incapacidad para ver lo evidente? ¿Por qué este mundo de los enigmas de cartón piedra es tan ridículo, tan cerrado sobre sí mismo, incapaz de aceptar lo que tienen ante sus narices, tan amigo de disimular, de figurar que no han leído lo que los críticos han escrito, empecinados en patrañas que, si tuvieran un poco de decencia y de pudor, deberían haber abandonado hace lustros?
Ea, ahí quedan las fotitos. Ya pueden empezar a arrancarse desesperadamente los pelos de la entrepierna, para divertimento general. Dentro de un tiempo, más instantáneas del "ovni de Canarias".
Sí amigos de los enemas de la ciencia, de los misterios de todo a 100 y de otras chapuzas esencialmente fraudulentas y patéticas: el archi famoso "ovni" de Canarias (5/3/79), ese pufo con forma, matrícula y efectos clásicos de los lanzamientos de misiles (porque no otra cosa fue) se apareció también el 2 de octubre de 1999 en Kitt Peak (Arizona) desde donde una cámara pudo captar sus evoluciones en la alta atmósfera. En realidad se trató del lanzamiento de un misil Minuteman II desde la base de Vandenberg (California) poco después de las 7:00 horas, al amanecer (estos fenómenos son contemplados al amanecer o al anochecer, incluso con noche cerrada, al iluminar el Sol los gases de combustión a gran altura).

5 de marzo de 1979. Instantánea tomada desde Izaña. Compare con las de Kitt Peak abajo, si sus prejuicios le dejan
Las fotos se encuentran en esta página. ¿Aparecerán por aquí nuestros amigos del mihterio para negar lo evidente basándose en que alguien vio al misil "pararse en el aire", "cambiar de dirección" y otras apreciaciones particulares convertidas por impresentables e ignorantes en pruebas científicas? ¿A quién pretenden engañar con tales supersticiones con pretensión de argumentos?



Gases de combustión del Minuteman totalmente expandidos...
¿Qué interés tienen estos sujetos en mantener un misterio inexistente? ¿Se verá afectado el prestigio (perdón que me ría) de algún pseudo-ufólogo o misteriófilo si acepta las abrumadoras evidencias de la naturaleza balística de estos casos?; ¡pero si por el prestigio no deben preocuparse, que no lo tienen desde hace décadas! ¿Dejarán de venir turistas a las islas, si leen que Canarias resulta ser menos mágica (?) de lo que algún alma de cántaro pregona que es? ¿Por qué ese afán de mantener un engaño, una creencia sin fundamento, una historieta sin pies ni cabeza, ante la simple contemplación de unas fotografías como las que aquí reproduzco? (existen docenas de series idénticas en muchos lugares del mundo). ¿Por qué esa incapacidad para ver lo evidente? ¿Por qué este mundo de los enigmas de cartón piedra es tan ridículo, tan cerrado sobre sí mismo, incapaz de aceptar lo que tienen ante sus narices, tan amigo de disimular, de figurar que no han leído lo que los críticos han escrito, empecinados en patrañas que, si tuvieran un poco de decencia y de pudor, deberían haber abandonado hace lustros?
Ea, ahí quedan las fotitos. Ya pueden empezar a arrancarse desesperadamente los pelos de la entrepierna, para divertimento general. Dentro de un tiempo, más instantáneas del "ovni de Canarias".
viernes, junio 23, 2006
Se cumplen 30 años del falso "ovni" de Gáldar
Ayer jueves día 22 se cumplieron treinta años de uno de los sucesos erróneamente relacionados con los ovnis más famosos de Canarias y de toda España: el avistamiento desde todas las islas de una gigantesca campana luminosa alrededor de las 22:30 horas.
Multitud de canarios contemplaron el espectáculo celeste y la prensa dedicó páginas enteras al suceso los días posteriores. Algunos barcos, como la fragata Atrevida de la Armada española y el carguero Osaka Bay divisaron el fenómeno desde el sur de Fuerteventura y desde unos 400 Km. al sur de La Gomera, respectivamente. El fenómeno fue etiquetado como "ovni" acertadamente en principio. De entre todos los testigos la prensa destacó equivocadamente a un médico de Gáldar (Gran Canaria), Francisco Julio Padrón, que aseguró que había visto dos seres extraterrestres vestidos de rojo dentro de una esfera transparente de 30 metros de diámetro. Algunos falsos investigadores divulgaron la distorsionada versión de esta persona de lo que pudo contemplar, cuando decenas de testimonios sobre el mismo espectáculo luminoso no hicieron mención alguna a "seres" o "naves", más que a una gigantesca esfera luminosa y a unos destellos rojizo en su interior.

Imagen tomada por un turista desde Maspalomas (Gran Canaria) del fenómeno observado
¿Qué fue lo que observaron realmente los canarios aquella noche?: sencillamente el efecto luminoso en la alta atmósfera del lanzamiento de un misil Poseidon desde un submarino de la Armada norteamericana situado al oeste de las Canarias. Todos los testimonios coinciden en la dirección del fenómeno y en la hora, y también el del médico Dr. Padrón, de tal forma que éste no estaba contemplando otra cosa distinta a la que innumerables habitantes de las islas observaron aquella noche.
La percepción nos juega malas pasadas en ocasiones, como puso en evidencia Manuel Borraz en un ejemplar ensayo analítico de éste y otros casos similares (Los gigantes de Gáldar y los avistamientos canarios, 1992): el Dr. Padrón habría realizado una interpretación aberrante de lo que veía, influido por el probable temor, la enorme sorpresa y sus ideas espiritualistas y religiosas, como queda de manifiesto en sus declaraciones. A partir de entonces, por obra y gracia de los figurones del ocultismo español, se convirtió en el testimonio central del episodio.
El suceso tomó tintes aún más grotescos cuando Diario de Las Palmas comentó en su edición del día 25 que ... anoche se repitió otro extraño fenómeno en la zona noroeste de Gran Canaria. Algunas personas, que no han querido revelar sus nombres, entre ellas un médico, afirman haber visto un objeto extraño, redondo y transparente, de dos pisos de altura y que se posó en las cercanías de Piso Firme, entre Agaete y Gáldar con dos figuras de color rojizo que se movían, despegando con el aparato a los pocos segundos. Evidentemente estas personas habían leído las noticias de los días anteriores y trataban así de dar crédito a la aparición de una finca de cebollas quemada el día 24, que fue relacionada con la observación del día 22. O simplemente se trató de un despiste monumental de la prensa que confundió declaraciones de días posteriores al 22 con un nuevo fenómeno. El propietario de la finca donde supuestamente se habría posado el platillo volante no entendía nada: Yo regué las cebollas ayer mismo (el día 24) y hoy me encuentro con este círculo muy dañado (La Provincia, 26-6-1976). Tal vez algunas de esas figuras eran seres humanos con latas de gasolina y cerillas.

Lugar en el que en 1976 había una plantación de cebollas "quemadas" por el imaginario ovni de la prensa local
El ensayo de Manuel Borraz era más que suficiente para desterrar de Ovnilandia este caso y otros primos hermanos suyos ocurridos en el mismo lustro, pero ya sabemos que en ese país imaginario la obtusa credulidad y el afán de manipulación predomina sobre cualquier interpretación racional y sensata. La explicación quedó definitivamente asentada cuando obtuvimos datos de lanzamientos de los Poseidones norteamericanos en el Eastern Test Range: las coincidencias llegaban al minuto en algunos casos. Blanco y en botella... El trabajo, publicado en la Revista de Aeronáutica y Astronáutica del Ministerio de Defensa en 2001, es accesible en esta dirección. Y una comparativa fotográfica entre los misiles "canarios" y otros lanzamientos fotografiados desde diversas partes del mundo aquí. Todavía algunos memos se aferran a los testimonios humanos como una zarigüeya recién nacida al pezón de su madre. Un pezón que no da leche en el terreno de las pruebas científicas
La creencia en los platillos volantes, de la que este suceso canario no es más que otro ejemplo engordado artificialmente, se originó en Estados unidos en 1947. Casi sesenta años después no existe ni una sóla prueba de que, no ya en el siglo XX y en los años transcurridos del XXI, sino en toda la historia de nuestro planeta, nos haya visitado ser extraterrestre alguno.
Multitud de canarios contemplaron el espectáculo celeste y la prensa dedicó páginas enteras al suceso los días posteriores. Algunos barcos, como la fragata Atrevida de la Armada española y el carguero Osaka Bay divisaron el fenómeno desde el sur de Fuerteventura y desde unos 400 Km. al sur de La Gomera, respectivamente. El fenómeno fue etiquetado como "ovni" acertadamente en principio. De entre todos los testigos la prensa destacó equivocadamente a un médico de Gáldar (Gran Canaria), Francisco Julio Padrón, que aseguró que había visto dos seres extraterrestres vestidos de rojo dentro de una esfera transparente de 30 metros de diámetro. Algunos falsos investigadores divulgaron la distorsionada versión de esta persona de lo que pudo contemplar, cuando decenas de testimonios sobre el mismo espectáculo luminoso no hicieron mención alguna a "seres" o "naves", más que a una gigantesca esfera luminosa y a unos destellos rojizo en su interior.

Imagen tomada por un turista desde Maspalomas (Gran Canaria) del fenómeno observado
¿Qué fue lo que observaron realmente los canarios aquella noche?: sencillamente el efecto luminoso en la alta atmósfera del lanzamiento de un misil Poseidon desde un submarino de la Armada norteamericana situado al oeste de las Canarias. Todos los testimonios coinciden en la dirección del fenómeno y en la hora, y también el del médico Dr. Padrón, de tal forma que éste no estaba contemplando otra cosa distinta a la que innumerables habitantes de las islas observaron aquella noche.
La percepción nos juega malas pasadas en ocasiones, como puso en evidencia Manuel Borraz en un ejemplar ensayo analítico de éste y otros casos similares (Los gigantes de Gáldar y los avistamientos canarios, 1992): el Dr. Padrón habría realizado una interpretación aberrante de lo que veía, influido por el probable temor, la enorme sorpresa y sus ideas espiritualistas y religiosas, como queda de manifiesto en sus declaraciones. A partir de entonces, por obra y gracia de los figurones del ocultismo español, se convirtió en el testimonio central del episodio.
El suceso tomó tintes aún más grotescos cuando Diario de Las Palmas comentó en su edición del día 25 que ... anoche se repitió otro extraño fenómeno en la zona noroeste de Gran Canaria. Algunas personas, que no han querido revelar sus nombres, entre ellas un médico, afirman haber visto un objeto extraño, redondo y transparente, de dos pisos de altura y que se posó en las cercanías de Piso Firme, entre Agaete y Gáldar con dos figuras de color rojizo que se movían, despegando con el aparato a los pocos segundos. Evidentemente estas personas habían leído las noticias de los días anteriores y trataban así de dar crédito a la aparición de una finca de cebollas quemada el día 24, que fue relacionada con la observación del día 22. O simplemente se trató de un despiste monumental de la prensa que confundió declaraciones de días posteriores al 22 con un nuevo fenómeno. El propietario de la finca donde supuestamente se habría posado el platillo volante no entendía nada: Yo regué las cebollas ayer mismo (el día 24) y hoy me encuentro con este círculo muy dañado (La Provincia, 26-6-1976). Tal vez algunas de esas figuras eran seres humanos con latas de gasolina y cerillas.

Lugar en el que en 1976 había una plantación de cebollas "quemadas" por el imaginario ovni de la prensa local
El ensayo de Manuel Borraz era más que suficiente para desterrar de Ovnilandia este caso y otros primos hermanos suyos ocurridos en el mismo lustro, pero ya sabemos que en ese país imaginario la obtusa credulidad y el afán de manipulación predomina sobre cualquier interpretación racional y sensata. La explicación quedó definitivamente asentada cuando obtuvimos datos de lanzamientos de los Poseidones norteamericanos en el Eastern Test Range: las coincidencias llegaban al minuto en algunos casos. Blanco y en botella... El trabajo, publicado en la Revista de Aeronáutica y Astronáutica del Ministerio de Defensa en 2001, es accesible en esta dirección. Y una comparativa fotográfica entre los misiles "canarios" y otros lanzamientos fotografiados desde diversas partes del mundo aquí. Todavía algunos memos se aferran a los testimonios humanos como una zarigüeya recién nacida al pezón de su madre. Un pezón que no da leche en el terreno de las pruebas científicas
La creencia en los platillos volantes, de la que este suceso canario no es más que otro ejemplo engordado artificialmente, se originó en Estados unidos en 1947. Casi sesenta años después no existe ni una sóla prueba de que, no ya en el siglo XX y en los años transcurridos del XXI, sino en toda la historia de nuestro planeta, nos haya visitado ser extraterrestre alguno.
domingo, junio 11, 2006
Misteriosamente humildes
A cualquier persona sensata le avergonzaría decir que ante un misterio hay que ser humilde. Vamos, ante lo que los medios de comunicación y unos cuantos tipos disfrazados de investigadores dicen que son misterios o enigmas; otra cosa es que lo sean, porque casi nunca coinciden con los auténticos enigmas.
La falsa humildad de algunos periodistas oculta una soberbia desmedida: la que los convierte en figurillas del espectáculo paranormalista, la que les lleva a presentar cualquier gili-chorrada (la oui-ja, las casas encantadas, las "caras" de Bélmez, las leyendas de desapariciones y un montón más de calderilla) como si fueran los misterios que más quebraderos de cabeza producen a los verdaderos investigadores, no a los que humilde, pero desvergonzadamente, se disfrazan de tales sin el más mínimo pudor.
Si un investigador no explica o aclara parte o la totalidad del campo en el que se desenvuelve es porque es un incompetente. Creo que esto lo puede entender hasta el último lector de 100.000 kilómetros tras los ovnis, aquél que se quedó anclado con su mente abierta en la era dorada de los platillos volantes en España y no se dio cuenta de que el citado libro es una pamplina repleta de ridículas afirmaciones.
Son tres las posibilidades que pueden explicar la actitud y resultados de los investigadores (?) de lo paranormal (casos, "fenómenos" relatos, historias de la vieja majadera, creaciones propias, etc.):
- los superan completamente, pues no explican, resuelven o aportan pruebas para que un misterio o enigma particular deje de serlo. ¿Qué es lo que hacen entonces? Algo, pero no investigar: escribir novelas, adornar la realidad...
O bien:
- son unos torpes y unos incompetentes;
- o son unos redomados farsantes que figuran en el teatro de los misterios como moscones que revolotean alrededor de una mierda perruna creyéndose águilas reales en el momento en que han divisado una suculenta presa.
Lo de la humildad es una estupidez. Humilde no fue Aristóteles cuando se dio cuenta de que los cetáceos no son peces, ni cuando Plank probó que la naturaleza utiliza unidades de moneda no fraccionable en sus intercambios energéticos.
Uno de estos humildes investigadores (?), Iker Jiménez, entrevistado por Juan Cruz en El País (sección cultura [nota de este comentarista: manda huevos] el pasado 5 de junio respondía cosillas que vale la pena comentar.
¿Le produce resquemor la sensación de que los programas y los libros de misterio esconden camelos?
R. Es difícil luchar contra eso, y de eso se trata, de luchar contra ese resquemor.
Bah, creo que este hombre forma parte de la historia camelística española, así que mal vas a luchar contra ese resquemor, porque el resquemor sólo lo produce la crítica y circulación libre de información, no el nadar y guardar la ropa del yo no digo nada pero ahí están los "hechos" para que cada quien se forme su opinión; como si no fuese más que evidente que la presentación habitual que haces del misterio está más que escorada hacia la credulidad y el sensacionalismo, al menos para cualquiera con una mínima capacidad de lectura en frío de una información prediseñada.
Nosotros no somos expertos en lo extraño.
Eso es sabido de siempre.
Somos periodistas de sucesos. Es cierto que la gente está como en guardia. Los medios de comunicación han frivolizado mucho con el misterio, así que nuestra labor ha de darle una vuelta de tuerca a eso. Ése es el reto.
Eso es cierto. La frivolización de los "misterios" en los medios de comunicación es histórica. Empezó con Jiménez del Oso, que al menos tenía estilo. Estilo opá via jasé un corrá del misterio pero misterio al fin y al cabo, no ese estilo empalagoso, hiper-iluminado, trasparente, hiper-comunicacional, como de atestado policial de coña... ¡Joder, si es que en ese escenario televisivo en el que ofreces tu misa dominical no se puede aparece ni un puto fantasma, coño, con tanta luz y tantos focos...! ¡Cómo echo de menos el escenario cutre de Jiménez del Oso! Eso sí que era misterio, hombre...
Sí, es una frivolidad continua, como los milenios tercero y cuarto. De hecho, la labor de Jiménez queda clara, él mismo la caracteriza: quiere dar una vuelta de tuerca al asunto. Más claro, agua. Y no es un reto, sólo hace falta un poco de chulería y refritar los mismos rumores que otros ordeñaron antes que tú. ¿O será que lo que quería decir es que pretende reconducir o invertir la situación de frivolidad?; porque si le das una vuelta de tuerca a algo acentúas la situación, la interpretación o el planteamiento que sea. ¿Será uno de esos misterios misteriosísimos el que para Jiménez dar una vuelta de tuerca sea arreglar, invertir o corregir algo? Por favor, que alguien se ponga el chaleco coronel Tapioca y me lo explique después la correspondiente investigación con podómetro.
Después contó un chiste, o algo que lo parecía:
La historia que nos contó un valenciano, escéptico en materia de misterios, que se despertó una noche y vio a un niño de cinco años mirando fijamente a su hijo, que dormía en la cuna. De pronto, ese niño que miraba se desvaneció; la forma en que este hombre describió su terror nocturno nos estremeció.
Y, por último, el entrevistador se atreve a preguntar:
¿Son ustedes escépticos?
Al parecer, la primera respuesta del preceptor de las niñas de Navalperal fue:
¿Cualo dice, oiga?,
pero decidieron no consignarla por escrito. A cambio, nos regaló con una perla (que una vez analizada resultó ser una cagarruta de cabra, topológicamente equivalentes) de esas que el infantilismo filomisterioso acoge con admiración ovina, y de donde esta nota toma nombre:
No, humildes. El misterio existe, y como nos decía Iñaki Gabilondo, debemos ser humildes ante el misterio.
Yo, en cambio, habría preferido esta respuesta:
No, cínicos. La hipocresía existe, y ya nos decía Diógenes que debemos ser cínicos ante la hipocresía.
Porque ya me dirán ustedes qué demonios tiene que ver el ser humilde con la existencia de misterios (ya se pueden imaginar a qué collar de perlas imaginario -de esas negras que sirven de abono- se refiere el citado con "misterios"). Claro, el misterio existe. No hay más que hojear el Nature todos los meses.
Esto también demuestra que se puede ser un periodista de prestigio (por Gabilondo lo digo) y decir -si es que lo dijo- chorri-gili-payasadas sin venir a cuento...
Atrévete a preguntar, exige que te expliquen lo que oyes o lees, o que aporten indicios que puedan llevar a la explicación. No te conformes con cualquier majadería sin pruebas, ni con declaraciones que deberían hacer enrojecer de vergüenza a quien las profiere.
La falsa humildad de algunos periodistas oculta una soberbia desmedida: la que los convierte en figurillas del espectáculo paranormalista, la que les lleva a presentar cualquier gili-chorrada (la oui-ja, las casas encantadas, las "caras" de Bélmez, las leyendas de desapariciones y un montón más de calderilla) como si fueran los misterios que más quebraderos de cabeza producen a los verdaderos investigadores, no a los que humilde, pero desvergonzadamente, se disfrazan de tales sin el más mínimo pudor.
Si un investigador no explica o aclara parte o la totalidad del campo en el que se desenvuelve es porque es un incompetente. Creo que esto lo puede entender hasta el último lector de 100.000 kilómetros tras los ovnis, aquél que se quedó anclado con su mente abierta en la era dorada de los platillos volantes en España y no se dio cuenta de que el citado libro es una pamplina repleta de ridículas afirmaciones.
Son tres las posibilidades que pueden explicar la actitud y resultados de los investigadores (?) de lo paranormal (casos, "fenómenos" relatos, historias de la vieja majadera, creaciones propias, etc.):
- los superan completamente, pues no explican, resuelven o aportan pruebas para que un misterio o enigma particular deje de serlo. ¿Qué es lo que hacen entonces? Algo, pero no investigar: escribir novelas, adornar la realidad...
O bien:
- son unos torpes y unos incompetentes;
- o son unos redomados farsantes que figuran en el teatro de los misterios como moscones que revolotean alrededor de una mierda perruna creyéndose águilas reales en el momento en que han divisado una suculenta presa.
Lo de la humildad es una estupidez. Humilde no fue Aristóteles cuando se dio cuenta de que los cetáceos no son peces, ni cuando Plank probó que la naturaleza utiliza unidades de moneda no fraccionable en sus intercambios energéticos.
Uno de estos humildes investigadores (?), Iker Jiménez, entrevistado por Juan Cruz en El País (sección cultura [nota de este comentarista: manda huevos] el pasado 5 de junio respondía cosillas que vale la pena comentar.
¿Le produce resquemor la sensación de que los programas y los libros de misterio esconden camelos?
R. Es difícil luchar contra eso, y de eso se trata, de luchar contra ese resquemor.
Bah, creo que este hombre forma parte de la historia camelística española, así que mal vas a luchar contra ese resquemor, porque el resquemor sólo lo produce la crítica y circulación libre de información, no el nadar y guardar la ropa del yo no digo nada pero ahí están los "hechos" para que cada quien se forme su opinión; como si no fuese más que evidente que la presentación habitual que haces del misterio está más que escorada hacia la credulidad y el sensacionalismo, al menos para cualquiera con una mínima capacidad de lectura en frío de una información prediseñada.
Nosotros no somos expertos en lo extraño.
Eso es sabido de siempre.
Somos periodistas de sucesos. Es cierto que la gente está como en guardia. Los medios de comunicación han frivolizado mucho con el misterio, así que nuestra labor ha de darle una vuelta de tuerca a eso. Ése es el reto.
Eso es cierto. La frivolización de los "misterios" en los medios de comunicación es histórica. Empezó con Jiménez del Oso, que al menos tenía estilo. Estilo opá via jasé un corrá del misterio pero misterio al fin y al cabo, no ese estilo empalagoso, hiper-iluminado, trasparente, hiper-comunicacional, como de atestado policial de coña... ¡Joder, si es que en ese escenario televisivo en el que ofreces tu misa dominical no se puede aparece ni un puto fantasma, coño, con tanta luz y tantos focos...! ¡Cómo echo de menos el escenario cutre de Jiménez del Oso! Eso sí que era misterio, hombre...
Sí, es una frivolidad continua, como los milenios tercero y cuarto. De hecho, la labor de Jiménez queda clara, él mismo la caracteriza: quiere dar una vuelta de tuerca al asunto. Más claro, agua. Y no es un reto, sólo hace falta un poco de chulería y refritar los mismos rumores que otros ordeñaron antes que tú. ¿O será que lo que quería decir es que pretende reconducir o invertir la situación de frivolidad?; porque si le das una vuelta de tuerca a algo acentúas la situación, la interpretación o el planteamiento que sea. ¿Será uno de esos misterios misteriosísimos el que para Jiménez dar una vuelta de tuerca sea arreglar, invertir o corregir algo? Por favor, que alguien se ponga el chaleco coronel Tapioca y me lo explique después la correspondiente investigación con podómetro.
Después contó un chiste, o algo que lo parecía:
La historia que nos contó un valenciano, escéptico en materia de misterios, que se despertó una noche y vio a un niño de cinco años mirando fijamente a su hijo, que dormía en la cuna. De pronto, ese niño que miraba se desvaneció; la forma en que este hombre describió su terror nocturno nos estremeció.
Y, por último, el entrevistador se atreve a preguntar:
¿Son ustedes escépticos?
Al parecer, la primera respuesta del preceptor de las niñas de Navalperal fue:
¿Cualo dice, oiga?,
pero decidieron no consignarla por escrito. A cambio, nos regaló con una perla (que una vez analizada resultó ser una cagarruta de cabra, topológicamente equivalentes) de esas que el infantilismo filomisterioso acoge con admiración ovina, y de donde esta nota toma nombre:
No, humildes. El misterio existe, y como nos decía Iñaki Gabilondo, debemos ser humildes ante el misterio.
Yo, en cambio, habría preferido esta respuesta:
No, cínicos. La hipocresía existe, y ya nos decía Diógenes que debemos ser cínicos ante la hipocresía.
Porque ya me dirán ustedes qué demonios tiene que ver el ser humilde con la existencia de misterios (ya se pueden imaginar a qué collar de perlas imaginario -de esas negras que sirven de abono- se refiere el citado con "misterios"). Claro, el misterio existe. No hay más que hojear el Nature todos los meses.
Esto también demuestra que se puede ser un periodista de prestigio (por Gabilondo lo digo) y decir -si es que lo dijo- chorri-gili-payasadas sin venir a cuento...
Atrévete a preguntar, exige que te expliquen lo que oyes o lees, o que aporten indicios que puedan llevar a la explicación. No te conformes con cualquier majadería sin pruebas, ni con declaraciones que deberían hacer enrojecer de vergüenza a quien las profiere.
miércoles, junio 07, 2006
Precursores de Meléndez
La noticia publicada ayer en La Opinión de Tenerife sobre nuestro curandero más canario de todos los curanderos canarios, Meléndez-Hevia, es realmente acojonante. El día anterior un amigo me comentó por la mañana que acababa de escuchar al citado en Radio Club Tenerife (SER), donde le estaban dando más cancha que la de los Lakers y los Celtics juntos. Al parecer, la Consejería de Sanidad está sometiendo a estrecha vigilancia -como es lógico- este tremendo disparate sanitario. La salida del bioquímico (aunque en algunas fotos sale con bata blanca no es médico, de la misma forma que el que algunos soplagaitas se pongan un chaleco multibolsillos no los convierte en respetables investigadores) no es otra que, asómbrense, sugerir al Presidente del Gobierno que impida el acoso de Sanidad a su centro. Pues eso, asómbrense y alucinen un rato, lectores.
Y por supuesto, la conspiración, que no puede faltar aquí, claro. La misma conspiración del 11 de septiembre de 2001, la de los atentados de Madrid y Londres, la del 666 de los cc., la de los judeomasones y la que provocó que me lesionara una rodilla años atrás por hacer brutalidades gimnásticas sin calentar. Todo por culpa de las malditas conspiraciones; la misma que asegura el señor del aspártico que hay montada para que él deje de ganar una fortuna con el asunto de las grasas ajenas: el director general de Farmacia, Alberto García Talavera, tiene intereses ocultos y por eso se dedica a perseguir a este prócer de ámbito general, sección titanes jüngerianos, o casi. ¡Cómo no se nos había ocurrido antes!; ya está todo resuelto... La misma conspiración que hizo desaparecer las publicaciones en revistas con árbitros, la patente, las pruebas contrastadas y la... (pongan el sustantivo que más les guste). La cosa esta de la conspiración, de los intereses ocultos, podría resultar en un caso peor que el de Marbella, asegura nuestro fat burner más afamado, y atacarle puede restar votos si los políticos no toman cartas en el asunto. Que lo sepan.
Releyendo algunas cosas de ese informativo, ameno y con frecuencia divertido escéptico que es Martin Gardner me tropecé, por azar (¿o sería una causalidad disfrazada de casualidad?) con algunos episodios que me recordaron a alguien, pero no sé ahora mismo a quién. Veamos lo que cuenta Gardner en un artículo publicado en 1964 titulado Algunas tendencias pseudocientíficas (recogido en La ciencia, lo bueno, lo malo y lo falso (Alianza Editorial, Madrid, 1990, pp. 98-100):

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En el campo de la medicina, el acontecimiento más digno de mención, es el descubrimiento de la Food and Drug Administration (FDA) de que el krebiozeno, que ha sido objeto de tanta publicidad como droga anticancerosa, no es más que pura creatina. La creatina es un producto químico bastante barato que cuesta 30 centavos el gramo. La mayor parte de los 5.000 pacientes que han ingerido K, como se le llama, durante los últimos 13 años han hecho una donación de $9,50 por dosis, y cada dosis tiene unas 100 milésimas de gramo. Algunos años atrás, los partidarios del K citaron al gobierno un precio de $170.000 por gramo. Un hombre normal posee unos 120 gramos en su cuerpo, y la investigación previa realizada ha demostrado que esta sustancia química no ejerce efecto alguno sobre células cancerosas. Los partidarios del K continúan insistiendo en que el K no es creatina, pero la postura del gobierno parece firme. El "Dr." Carlton Frederick, conocido comentarista de radio en materia de dietas, se consagró en cuerpo y alma al K a comienzos de 1963. Nunca le escuché, por lo que no puedo informar sobre cómo respondió al descubrimiento de la FDA. (Pongo "Dr" entre comillas porque la mayor parte de los seguidores de Frederick piensan que es médico, o al menos especialista en nutrición. Es doctor en filosofía, por la Universidad de Nueva York, con una tesis sobre las respuestas de sus oyentes femeninas a sus propios programas de radio) (1)
[ (1) Nota de este transcriptor: manda huevos...]
En materia de publicación de libros, el gran escándalo de estos últimos años ha sido la premonición de Simon y Schuster del infame bestseller del Dr. Herman Taller, Calories Don´t Count (Las calorías no cuentan). Los editores de S.S., viendo en el manuscrito la posibilidad de un éxito financiero, tuvieron la precaución de no enviarlo a ningún experto para su evaluación (práctica que normalmente se sigue tratándose de libro de carácter científico). Fue hábilmente reescrito por Roger Kahn, un redactor deportivo freelance. Y lo que es todavía peor, a un ayudante de uno de los editores se le pidió que insertara en el manuscrito ciertas referencias a unas cápsulas de aceite de cártamo, así como que mencionara que podían comprarse en Cove Pharmaceuticals, una compañía de Nueva York. Dos vicepresidentes de S.S era accionistas de la compañía.
Las cápsulas fueron consideradas sin valor por la FDA. Debido a que la ligazón existente entre el libro y las cápsulas inducía a engaño en el etiquetado del producto, la FDA secuestró los ejemplares del libro junto con los suministros de las cápsulas. Desde entonces S.S. suprimió la referencia a Cove Pharmaceuticals, pero el libro continúa vendiéndose ampliamente como libro de bolsillo, haciendo creer a miles de lectores obesos que pueden reducir peso sin recortar la ingestión de calorías. El Dr. Taller, ginecólogo, hizo una fortuna con este libro, así que imagínense la que haría S.S. Fue el libro más rentable en 1962.
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Supongo que el "Dr" Carlton Frederick y el Dr. Herman Taller tendrían sus asociaciones de partidarios esqueléticos, ¿no?
Y por supuesto, la conspiración, que no puede faltar aquí, claro. La misma conspiración del 11 de septiembre de 2001, la de los atentados de Madrid y Londres, la del 666 de los cc., la de los judeomasones y la que provocó que me lesionara una rodilla años atrás por hacer brutalidades gimnásticas sin calentar. Todo por culpa de las malditas conspiraciones; la misma que asegura el señor del aspártico que hay montada para que él deje de ganar una fortuna con el asunto de las grasas ajenas: el director general de Farmacia, Alberto García Talavera, tiene intereses ocultos y por eso se dedica a perseguir a este prócer de ámbito general, sección titanes jüngerianos, o casi. ¡Cómo no se nos había ocurrido antes!; ya está todo resuelto... La misma conspiración que hizo desaparecer las publicaciones en revistas con árbitros, la patente, las pruebas contrastadas y la... (pongan el sustantivo que más les guste). La cosa esta de la conspiración, de los intereses ocultos, podría resultar en un caso peor que el de Marbella, asegura nuestro fat burner más afamado, y atacarle puede restar votos si los políticos no toman cartas en el asunto. Que lo sepan.
Releyendo algunas cosas de ese informativo, ameno y con frecuencia divertido escéptico que es Martin Gardner me tropecé, por azar (¿o sería una causalidad disfrazada de casualidad?) con algunos episodios que me recordaron a alguien, pero no sé ahora mismo a quién. Veamos lo que cuenta Gardner en un artículo publicado en 1964 titulado Algunas tendencias pseudocientíficas (recogido en La ciencia, lo bueno, lo malo y lo falso (Alianza Editorial, Madrid, 1990, pp. 98-100):

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En el campo de la medicina, el acontecimiento más digno de mención, es el descubrimiento de la Food and Drug Administration (FDA) de que el krebiozeno, que ha sido objeto de tanta publicidad como droga anticancerosa, no es más que pura creatina. La creatina es un producto químico bastante barato que cuesta 30 centavos el gramo. La mayor parte de los 5.000 pacientes que han ingerido K, como se le llama, durante los últimos 13 años han hecho una donación de $9,50 por dosis, y cada dosis tiene unas 100 milésimas de gramo. Algunos años atrás, los partidarios del K citaron al gobierno un precio de $170.000 por gramo. Un hombre normal posee unos 120 gramos en su cuerpo, y la investigación previa realizada ha demostrado que esta sustancia química no ejerce efecto alguno sobre células cancerosas. Los partidarios del K continúan insistiendo en que el K no es creatina, pero la postura del gobierno parece firme. El "Dr." Carlton Frederick, conocido comentarista de radio en materia de dietas, se consagró en cuerpo y alma al K a comienzos de 1963. Nunca le escuché, por lo que no puedo informar sobre cómo respondió al descubrimiento de la FDA. (Pongo "Dr" entre comillas porque la mayor parte de los seguidores de Frederick piensan que es médico, o al menos especialista en nutrición. Es doctor en filosofía, por la Universidad de Nueva York, con una tesis sobre las respuestas de sus oyentes femeninas a sus propios programas de radio) (1)
[ (1) Nota de este transcriptor: manda huevos...]
En materia de publicación de libros, el gran escándalo de estos últimos años ha sido la premonición de Simon y Schuster del infame bestseller del Dr. Herman Taller, Calories Don´t Count (Las calorías no cuentan). Los editores de S.S., viendo en el manuscrito la posibilidad de un éxito financiero, tuvieron la precaución de no enviarlo a ningún experto para su evaluación (práctica que normalmente se sigue tratándose de libro de carácter científico). Fue hábilmente reescrito por Roger Kahn, un redactor deportivo freelance. Y lo que es todavía peor, a un ayudante de uno de los editores se le pidió que insertara en el manuscrito ciertas referencias a unas cápsulas de aceite de cártamo, así como que mencionara que podían comprarse en Cove Pharmaceuticals, una compañía de Nueva York. Dos vicepresidentes de S.S era accionistas de la compañía.
Las cápsulas fueron consideradas sin valor por la FDA. Debido a que la ligazón existente entre el libro y las cápsulas inducía a engaño en el etiquetado del producto, la FDA secuestró los ejemplares del libro junto con los suministros de las cápsulas. Desde entonces S.S. suprimió la referencia a Cove Pharmaceuticals, pero el libro continúa vendiéndose ampliamente como libro de bolsillo, haciendo creer a miles de lectores obesos que pueden reducir peso sin recortar la ingestión de calorías. El Dr. Taller, ginecólogo, hizo una fortuna con este libro, así que imagínense la que haría S.S. Fue el libro más rentable en 1962.
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Supongo que el "Dr" Carlton Frederick y el Dr. Herman Taller tendrían sus asociaciones de partidarios esqueléticos, ¿no?
domingo, mayo 21, 2006
Cripto picapinos
Especies extrañas, llamativas o presuntamente extinguidas siguen apareciendo y los criptozoólogos continúan buscando animalotes imaginarios. Un destacado redescubrimiento fue confirmado el pasado año: el pájaro carpintero de pico de marfil (Campephilus principalis), divisado al menos en ocho ocasiones en 2004 en los amplios bosques pantanosos del este de Arkansas y ratificado por una expedición científica en 2005. Se creía extinto desde 1944 y provocó una algarabía entre los naturalistas norteamericanos, que comprobaban cómo una de sus joyas ornitológicas no había desaparecido para siempre como consecuencia de las talas de bosques que se prolongaron hasta después de los años cuarenta del pasado siglo. Un abstract del artículo publicado en Science está disponible aquí

Retrato robot del Campephilus principalis. La especie imperialis, muy parecida a ésta, sirvío de inspiración para el simpático Pajaro loco de los dibujos animados
El País recogió la noticia hace algún tiempo, y en el último número de Skeptical Inquirer (Vol. 30, No 2, Mach/April 2006) Benjamin Radford, experto en leyendas criptozoólogicas, aporta unas interesantes reflexiones al respecto.

Un vídeo borroso obtenido hace dos años (como si de un platillo volante o de un Bigfoot se tratara) movilizó a los ornitólogos. Finalmente hubo suerte, y se hallaron evidencias irrefutables de su existencia, no como de esos asiduos visitantes de la cripto imaginación. Hay una enorme diferencia -señala Radford- entre una población de miles de criaturas gigantescas y desconocidas como el Bigfoot y los escasos miembros supervivientes de una pequeña especie ornitológica que se pensaba extinguida, a pesar de lo cual se hallaron evidencias incontrovertibles. ¿Hay que explicar esa diferencia?; ¿a que no?
Los ornitólogos emplearon diversos dispositivos técnicos de imagen, sonido y movimiento para detectar al pajarito. De la misma forma -finaliza Radford- los buscadores del Bigfoot deberían emprender su búsqueda con medios similares precisamente en esta misma área boscosa, uno de sus pretendidos hábitats. Pero aunque su búsqueda resulte inútil los criptozoólogos no desfallecerán por ello, en lo que parece más una manía que una sospecha fundada, como ha ocurrido con anterioridad.

Un ornito-punkie en la cabeza de un Homo Sapiens, en los años cuarenta del pasado siglo
Tenemos evidencias sólidas, hay observaciones sólidas; el pájaro está ahí, aseguró Tim Barksdale, biólogo y fotógrafo naturalista. Para John W. Fitzpatrick, director del Laboratorio de Ornitología de Cornell (Ihaca, Nueva York), divisar de nuevo a este pájaro se había convertido en una de las fantasías de los ornitólogos a lo largo del siglo XX, a pesar de que se consideraba muy poco probable. Es realmente el santo grial, añadió. Los expertos eran escépticos a pesar de los rumores sobre posibles observaciones, hasta ahora. A pesar de la deficiente calidad del vídeo y de su brevedad, fue suficiente para detectar las características anatómicas de este pájaro carpintero, uno de los mayores del mundo.
Ah, y no me olvido del simpático cigarrón áptero tinerfeño, cuya existencia divulgó la prensa local tinerfeña semanas atrás. En la zona de comentarios de este blog alguien lo citó como si tal descubrimiento justificase la labor de los criptozoólogos (ni de broma). Volveremos sobre este asunto pronto, y veremos por qué los cripto habladores locales ni pincharon ni cortaron en este asunto, ni se les llamó, ni se les avisó, ni falta que hacía, como es lógico.

Retrato robot del Campephilus principalis. La especie imperialis, muy parecida a ésta, sirvío de inspiración para el simpático Pajaro loco de los dibujos animados
El País recogió la noticia hace algún tiempo, y en el último número de Skeptical Inquirer (Vol. 30, No 2, Mach/April 2006) Benjamin Radford, experto en leyendas criptozoólogicas, aporta unas interesantes reflexiones al respecto.

Un vídeo borroso obtenido hace dos años (como si de un platillo volante o de un Bigfoot se tratara) movilizó a los ornitólogos. Finalmente hubo suerte, y se hallaron evidencias irrefutables de su existencia, no como de esos asiduos visitantes de la cripto imaginación. Hay una enorme diferencia -señala Radford- entre una población de miles de criaturas gigantescas y desconocidas como el Bigfoot y los escasos miembros supervivientes de una pequeña especie ornitológica que se pensaba extinguida, a pesar de lo cual se hallaron evidencias incontrovertibles. ¿Hay que explicar esa diferencia?; ¿a que no?
Los ornitólogos emplearon diversos dispositivos técnicos de imagen, sonido y movimiento para detectar al pajarito. De la misma forma -finaliza Radford- los buscadores del Bigfoot deberían emprender su búsqueda con medios similares precisamente en esta misma área boscosa, uno de sus pretendidos hábitats. Pero aunque su búsqueda resulte inútil los criptozoólogos no desfallecerán por ello, en lo que parece más una manía que una sospecha fundada, como ha ocurrido con anterioridad.

Un ornito-punkie en la cabeza de un Homo Sapiens, en los años cuarenta del pasado siglo
Tenemos evidencias sólidas, hay observaciones sólidas; el pájaro está ahí, aseguró Tim Barksdale, biólogo y fotógrafo naturalista. Para John W. Fitzpatrick, director del Laboratorio de Ornitología de Cornell (Ihaca, Nueva York), divisar de nuevo a este pájaro se había convertido en una de las fantasías de los ornitólogos a lo largo del siglo XX, a pesar de que se consideraba muy poco probable. Es realmente el santo grial, añadió. Los expertos eran escépticos a pesar de los rumores sobre posibles observaciones, hasta ahora. A pesar de la deficiente calidad del vídeo y de su brevedad, fue suficiente para detectar las características anatómicas de este pájaro carpintero, uno de los mayores del mundo.
Ah, y no me olvido del simpático cigarrón áptero tinerfeño, cuya existencia divulgó la prensa local tinerfeña semanas atrás. En la zona de comentarios de este blog alguien lo citó como si tal descubrimiento justificase la labor de los criptozoólogos (ni de broma). Volveremos sobre este asunto pronto, y veremos por qué los cripto habladores locales ni pincharon ni cortaron en este asunto, ni se les llamó, ni se les avisó, ni falta que hacía, como es lógico.
domingo, mayo 14, 2006
Tres libros sobre timos, tres
El viernes, poco después de las 19:30 horas, se presentaron los tres primeros ejemplares de la colección ¡Vaya timo! de la editorial Laetoli, que ha tomado la pionera iniciativa de llevar al mercado editorial un amplio número de ensayos monográficos sobre algunos de los más destacados timos paranormalistas y supersticiosos que pululan en los medios de comunicación y en la sociedad general.
Inés Rodríguez, Javier Armentia y el autor de este blog estuvimos en la sala de actos del Museo de la Ciencia y el Cosmos de La Laguna comentando lo fundamental de esta iniciativa, que esperamos tenga el éxito que se merece y que continúe por mucho tiempo con su línea de divulgación escéptica bibliográfica, tan necesaria en España.

La pintura medieval de Turín representando la imagen cultural de Jesucristo, el dogma de la creación divina con ropajes científicos (aggiornamiento al que han sido dadas multitud de creencias irracionales a lo largo del siglo XX) y la patraña ovniplatillista con sus ufólogos de campo y playa expertos en extorsionar intelectualmente a diferentes generaciones desde los años setenta del pasado siglo son los tres primeros temas que aborda la colección ¡Vaya timo!
(por cierto, no dejen de leer, una vez más, la enésima comprobación de lo estúpida y cutre que puede ser Ovnilandia, ahora que el fabricante del muñeco de la autopsia de Roswell ha confesado su participación en el fraude. Seguramente, la teta había sido ordeñada hasta el final y ya no soltaba más leche. ¿Qué pensarán los que compraron Año Cero, Enigmas y otras hojas parroquiales en 1995? ¿Se sentirán estafados?; ¿dirán que el escultor fabricante del extraterrestre de látex al que le sacaban los higadillos de pollo se ha pasado al lado oscuro?; ¿servirá esto para que los buenos creyentes se den golpes de pecho y clamen por la autenticidad de la autopsia?; ¿tuvieron éstos la oportunidad de ver Barrio Sésamo de pequeños? Grandes enigmas de la humanidad se encierran en estas preguntas, sin duda.
La prensa local ya se ha hecho eco de esta novedad editorial, y esperamos que lo siga haciendo próximamente. Los próximos volúmenes volverán a levantar ampollas, pues abordarán esa manía pseudocurativa del agua vendida a precio de oro que es la homeopatía, los poderes mentales, el más allá, la poderosa superstición de la astrología y el feng shui, una payasadita aburguesada sin base científica. A ellos se irán uniendo otros muchos títulos; la lista es ya larga, y a ella contribuimos algunos aportando ideas en ese bar escéptico que es el Strasse en la zona del "cuadrilátero" de La Laguna. Hay títulos para varios años; ahora lo que hace falta es encontrar autor para cada uno de ellos.
Inés Rodríguez, Javier Armentia y el autor de este blog estuvimos en la sala de actos del Museo de la Ciencia y el Cosmos de La Laguna comentando lo fundamental de esta iniciativa, que esperamos tenga el éxito que se merece y que continúe por mucho tiempo con su línea de divulgación escéptica bibliográfica, tan necesaria en España.

La pintura medieval de Turín representando la imagen cultural de Jesucristo, el dogma de la creación divina con ropajes científicos (aggiornamiento al que han sido dadas multitud de creencias irracionales a lo largo del siglo XX) y la patraña ovniplatillista con sus ufólogos de campo y playa expertos en extorsionar intelectualmente a diferentes generaciones desde los años setenta del pasado siglo son los tres primeros temas que aborda la colección ¡Vaya timo!

La prensa local ya se ha hecho eco de esta novedad editorial, y esperamos que lo siga haciendo próximamente. Los próximos volúmenes volverán a levantar ampollas, pues abordarán esa manía pseudocurativa del agua vendida a precio de oro que es la homeopatía, los poderes mentales, el más allá, la poderosa superstición de la astrología y el feng shui, una payasadita aburguesada sin base científica. A ellos se irán uniendo otros muchos títulos; la lista es ya larga, y a ella contribuimos algunos aportando ideas en ese bar escéptico que es el Strasse en la zona del "cuadrilátero" de La Laguna. Hay títulos para varios años; ahora lo que hace falta es encontrar autor para cada uno de ellos.
miércoles, mayo 10, 2006
Ovnis ¡vaya timo!
Pues lo que dice el título de la entrada, los ovnis son un timo, en grandísima medida, al menos como indicio o prueba de lo que todo el mundo tiene en su cabeza cuando sale a relucir la palabrita: naves extraterrestres, seres de igual procedencia, de otras dimensiones, de otros planos vibratorios (qué mal suena esto) o del simple más allá, que es como siempre se ha llamado al reino de nuestras invenciones más humanas, sin necesidad de actualizarlo con sustantivos y adjetivos plagiados de la ciencia del siglo XIX y XX. Y, además de ser un timo, los ovnis son también el objeto de un librito del que soy autor y que la editorial Laetoli, de Navarra, acaba publicar.

Se trata de una iniciativa de la citada editorial y de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. La colección ¡Vaya timo! está dirigida por Javier Armentia, y, además del mío, otros dos libros han sido publicados: La sábana santa ¡vaya timo!, de Félix Ares de Blas, y El creacionismo, ¡vaya timo!, de Ernesto J. Carmena.
En la web de la editorial (dentro de 'Colecciones') aparece una breve descripción de las tres novedades con las que echa a andar la colección. Copio a continuación la relativa a mi librito:
______________________
Quien argumente que ha visto extraterrestres —afirma el autor, Ricardo Campo—, ha hablado con ellos o tiene confirmación de su existencia por medios desconocidos, y se permite ilustrarnos sobre sus rasgos físicos y su temperamento como si de perros o gatos se tratara, es un desvergonzado, un alucinado con afán propagandista o un engañabobos acostumbrado a aprovecharse de los necios.
Ricardo Campo nació en Santa Cruz de Tenerife en 1965 y es doctorando del Departamento de Filosofía en la Universidad de La Laguna. Es socio fundador del Círculo Escéptico (www.circuloesceptico.org), entidad centrada en la difusión del pensamiento crítico y el escepticismo ante las creencias paranormales, y patrono de la Fundación Anomalía (www.anomalia.org), que estudia las creencias populares relacionadas con el mito extraterrestre. Es autor de Luces en los cielos. Todo lo que siempre quiso saber sobre los ovnis (2003) y mantiene la bitácora http://mihteriohdelasiensia.blogspot.com.
136 páginas
ISBN: 84-934862-1-3 / 978-84-934862-1-1
10,00 euros
___________________
El próximo viernes día 12, a las 19:30 horas, tendrá lugar la presentación de los tres volúmenes en el Museo de la Ciencia y el Cosmos de La Laguna (Tenerife), en la que estaremos su directora, Inés Rodríguez, el director de la colección, Javier Armentia (aprovechando su estancia en la isla para impartir sus charlas dentro de Curso Interdisciplinar Ciencia y pseudocuencias, y yo mismo. Probablemente hoy estén disponibles en las librerías tinerfeñas más importantes (en la Península ya se puede conseguir en algunas).
Un poquito de racionalidad en el mar de la pseudociencia más descarada. Lean los tres libros (y los que van a venir: fenómenos paranormales, homeopatía, astrología, etc.) y pasen un buen rato.

Se trata de una iniciativa de la citada editorial y de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. La colección ¡Vaya timo! está dirigida por Javier Armentia, y, además del mío, otros dos libros han sido publicados: La sábana santa ¡vaya timo!, de Félix Ares de Blas, y El creacionismo, ¡vaya timo!, de Ernesto J. Carmena.
En la web de la editorial (dentro de 'Colecciones') aparece una breve descripción de las tres novedades con las que echa a andar la colección. Copio a continuación la relativa a mi librito:
______________________
Quien argumente que ha visto extraterrestres —afirma el autor, Ricardo Campo—, ha hablado con ellos o tiene confirmación de su existencia por medios desconocidos, y se permite ilustrarnos sobre sus rasgos físicos y su temperamento como si de perros o gatos se tratara, es un desvergonzado, un alucinado con afán propagandista o un engañabobos acostumbrado a aprovecharse de los necios.
Ricardo Campo nació en Santa Cruz de Tenerife en 1965 y es doctorando del Departamento de Filosofía en la Universidad de La Laguna. Es socio fundador del Círculo Escéptico (www.circuloesceptico.org), entidad centrada en la difusión del pensamiento crítico y el escepticismo ante las creencias paranormales, y patrono de la Fundación Anomalía (www.anomalia.org), que estudia las creencias populares relacionadas con el mito extraterrestre. Es autor de Luces en los cielos. Todo lo que siempre quiso saber sobre los ovnis (2003) y mantiene la bitácora http://mihteriohdelasiensia.blogspot.com.
136 páginas
ISBN: 84-934862-1-3 / 978-84-934862-1-1
10,00 euros
___________________
El próximo viernes día 12, a las 19:30 horas, tendrá lugar la presentación de los tres volúmenes en el Museo de la Ciencia y el Cosmos de La Laguna (Tenerife), en la que estaremos su directora, Inés Rodríguez, el director de la colección, Javier Armentia (aprovechando su estancia en la isla para impartir sus charlas dentro de Curso Interdisciplinar Ciencia y pseudocuencias, y yo mismo. Probablemente hoy estén disponibles en las librerías tinerfeñas más importantes (en la Península ya se puede conseguir en algunas).
Un poquito de racionalidad en el mar de la pseudociencia más descarada. Lean los tres libros (y los que van a venir: fenómenos paranormales, homeopatía, astrología, etc.) y pasen un buen rato.
martes, mayo 02, 2006
¡Platillos volantes en la universidad!
Los platillos volantes volvieron a esta tierra mágica canaria (?) y se fueron de nuevo hasta el año que viene. El pasado martes 18, después de intercambiar la fecha con Carlos Álvarez, los 86 matriculados en el segundo módulo del Curso Interdisciplinar de la Universidad de La Laguna Ciencia y pseudociencias

Una instantánea de la inauguración del Curso Ciencia y pseudocienicas. En primera fila, de izquierda a derecha: José María Riol, Carolina Martínez, Inés Rodríguez (coodinadoras del primer módulo) y, detrás, Luis Díaz
conocieron algunos detalles relevantes del gran mito de las visitas extraterrestres. ¿De verdad viste un ovni? fue el título de la conferencia, de tal forma que me centré en las explicaciones más usuales y en lo que las fundamenta: nuestra percepción y todas sus debilidades como fuente de información fiable, así como la difusión tradicional en los medios alérgicos a la crítica escéptica. El planeta Venus (el "ovni" por excelencia), las estrellas fugaces y los bólidos, las nubes lenticulares, los aviones, las reentradas de chatarra espacial, los efectos en la alta atmósfera de lanzamiento de misiles (de esto sabemos mucho los canarios, pues contamos con destacados ejemplos en la segunda mitad de los años setenta: así lo expliqué con abundantes fotos) y otras posibilidades naturales y artificiales fueron citadas como ejemplos de explicaciones racionales.
El mito de los ovni pasa por horas bajas (cincuenta y nueve años de monsergas y desvergonzada explotación por parte de pseudoperiodistas, en realidad), pero su importancia histórica lo hace merecedor de su tratamiento en el Curso; además, sirve como excelente ejemplo del empleo repetido de falacias, de presunciones e ideas preconcebidas de que hacen gala los creyentes y los más fantasiosos divulgadores de otros aspectos de mundillo de los "enigmas" de papel cuché, algo generalizable al resto de tópicos irracionales.
El próximo año se cumplen sesenta del inicio de esta marea de observaciones transformada en una versión contemporánea de la creencia en otras entidades salvadoras, objeto central de esta especie de politeísmo de segunda generación.
La influencia de esta leyenda en variados aspectos de la cultura de masas es materia de estudio de la Fundación Anomalía, cuyo último Anuario incluye un dossier de 129 páginas sobre la presencia de los extraterrestres en el cine, como paso inicial del desarrollo del proyecto Méliès. Con tal motivo, hemos enviado la carta que incluyo abajo a numerosas direcciones que podría estar interesadas en adquirir el ejemplar.
__________________________________________________
Estimados amigos:
tenemos el placer de dirigirnos a Vds. para informarles de la publicación de un dossier sobre la historia de los filmes de ciencia ficción y series televisivas con los extraterrestres como protagonistas en nuestra publicación Anuario Cuadernos de Ufología. El especial lleva por título Alienígenas en la pantalla, y es un amplio recorrido crítico por las principales producciones cinematográficas y series de televisión con presencia de "seres del espacio". Los contenidos son los siguientes:
Hollywood contra los platillos volantes (Matías Morey, España).
Ufología de salón (Matías Morey, España)
Bruce Gentry, serial de relleno (Martin Kottmeyer, Estados Unidos)
Ver y querer ver (Nigel Watson, Gran Bretaña).
En total, 129 páginas de las 259 de que consta el Anuario.
Este especial es el resultado preliminar de uno de los proyectos que desarrolla actualmente la Fundación Anomalía, el proyecto Méliès, cuyo fin primordial es la obtención y ordenación de todo el material audiovisual que, desde el origen del cine, haya tenido como protagonistas, bien primeros o secundarios, a esos seres míticos que son los extraterrestres, presentes en nuestra cultura prácticamente desde sus orígenes, y en particular a lo largo del siglo XX.
Deseamos completar todo lo posible nuestra colección. Para ello, agradeceríamos que nos facilitaran cualquier contacto que pueda contribuir a esta tarea. Nuestra ya amplia colección (contamos con cerca de 300 producciones audiovisuales en nuestros archivos, como pueden ver en la información detallada que figura al final de esta carta) servirá en el futuro para que los estudiosos del séptimo arte, y en general de la cultura de masas, dispongan de un material lo más amplio y abarcante posible.
La Fundación Anomalía es una entidad cultural sin ánimo de lucro y regida por la Ley de Fundaciones 50/2002, de 26 de diciembre. Entre sus fines principales se encuentran
- La promoción del estudio de la influencia en la cultura popular de los avances de la ciencia y la tecnología, de las anomalías científicas y de lo maravilloso, así como de las respuestas sociales que generan.
- La preservación y gestión de archivos, bibliografía y legados culturales relativos a estas materias,
con una especial dedicación a la presencia y extensión del mito de los extraterrestres en nuestra sociedad. Esta creencia ha generado un variado y abundante folklore en la cultura popular, desde creencias sin base científica a especulaciones absolutamente irracionales. Y, por supuesto, su repercusión en la cinematografía no ha sido escasa.
Esperamos que nuestro proyecto sea de su interés y podamos establecer una relación de intercambio y enriquecimiento mutuo sobre esta llamativa y significativa parcela de nuestra cultura visual contemporánea.
Quedando a la espera de sus noticias, les saluda atte.:
Matías Morey Ripoll
Presidente de la Fundación Anomalía
Ps.: Pueden adquirir el citado ejemplar del Anuario CdU al precio de 10 € a través de nuestra página web (sección de publicaciones), enviando un mensaje a nuestro correo electrónico fanomalia@hotmail.com o solicitándolo a nuestra dirección postal (Fundación Anomalía, apartado de correos 5041 - 39080 Santander).
__________________________________
La carta se acompaña del siguiente anexo:
CIFRAS DEL PROYECTO MÈLIÉS (abril 2006).
Coordinador: José Ruesga Montiel (Sevilla).
En total se dispone de 294 registros distribuidos de la siguiente forma:
219 películas
37 documentales
22 programas de TV
5 reportajes
5 series de TV
3 vídeos caseros
3 películas de animación
Y los formatos en los que se hallan son:
119 CDs
100 DVDs
100 Vídeos VHS
7 Archivos MOV

Una instantánea de la inauguración del Curso Ciencia y pseudocienicas. En primera fila, de izquierda a derecha: José María Riol, Carolina Martínez, Inés Rodríguez (coodinadoras del primer módulo) y, detrás, Luis Díaz
conocieron algunos detalles relevantes del gran mito de las visitas extraterrestres. ¿De verdad viste un ovni? fue el título de la conferencia, de tal forma que me centré en las explicaciones más usuales y en lo que las fundamenta: nuestra percepción y todas sus debilidades como fuente de información fiable, así como la difusión tradicional en los medios alérgicos a la crítica escéptica. El planeta Venus (el "ovni" por excelencia), las estrellas fugaces y los bólidos, las nubes lenticulares, los aviones, las reentradas de chatarra espacial, los efectos en la alta atmósfera de lanzamiento de misiles (de esto sabemos mucho los canarios, pues contamos con destacados ejemplos en la segunda mitad de los años setenta: así lo expliqué con abundantes fotos) y otras posibilidades naturales y artificiales fueron citadas como ejemplos de explicaciones racionales.
El mito de los ovni pasa por horas bajas (cincuenta y nueve años de monsergas y desvergonzada explotación por parte de pseudoperiodistas, en realidad), pero su importancia histórica lo hace merecedor de su tratamiento en el Curso; además, sirve como excelente ejemplo del empleo repetido de falacias, de presunciones e ideas preconcebidas de que hacen gala los creyentes y los más fantasiosos divulgadores de otros aspectos de mundillo de los "enigmas" de papel cuché, algo generalizable al resto de tópicos irracionales.
El próximo año se cumplen sesenta del inicio de esta marea de observaciones transformada en una versión contemporánea de la creencia en otras entidades salvadoras, objeto central de esta especie de politeísmo de segunda generación.
La influencia de esta leyenda en variados aspectos de la cultura de masas es materia de estudio de la Fundación Anomalía, cuyo último Anuario incluye un dossier de 129 páginas sobre la presencia de los extraterrestres en el cine, como paso inicial del desarrollo del proyecto Méliès. Con tal motivo, hemos enviado la carta que incluyo abajo a numerosas direcciones que podría estar interesadas en adquirir el ejemplar.
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Estimados amigos:
tenemos el placer de dirigirnos a Vds. para informarles de la publicación de un dossier sobre la historia de los filmes de ciencia ficción y series televisivas con los extraterrestres como protagonistas en nuestra publicación Anuario Cuadernos de Ufología. El especial lleva por título Alienígenas en la pantalla, y es un amplio recorrido crítico por las principales producciones cinematográficas y series de televisión con presencia de "seres del espacio". Los contenidos son los siguientes:
Hollywood contra los platillos volantes (Matías Morey, España).
Ufología de salón (Matías Morey, España)
Bruce Gentry, serial de relleno (Martin Kottmeyer, Estados Unidos)
Ver y querer ver (Nigel Watson, Gran Bretaña).
En total, 129 páginas de las 259 de que consta el Anuario.
Este especial es el resultado preliminar de uno de los proyectos que desarrolla actualmente la Fundación Anomalía, el proyecto Méliès, cuyo fin primordial es la obtención y ordenación de todo el material audiovisual que, desde el origen del cine, haya tenido como protagonistas, bien primeros o secundarios, a esos seres míticos que son los extraterrestres, presentes en nuestra cultura prácticamente desde sus orígenes, y en particular a lo largo del siglo XX.
Deseamos completar todo lo posible nuestra colección. Para ello, agradeceríamos que nos facilitaran cualquier contacto que pueda contribuir a esta tarea. Nuestra ya amplia colección (contamos con cerca de 300 producciones audiovisuales en nuestros archivos, como pueden ver en la información detallada que figura al final de esta carta) servirá en el futuro para que los estudiosos del séptimo arte, y en general de la cultura de masas, dispongan de un material lo más amplio y abarcante posible.
La Fundación Anomalía es una entidad cultural sin ánimo de lucro y regida por la Ley de Fundaciones 50/2002, de 26 de diciembre. Entre sus fines principales se encuentran
- La promoción del estudio de la influencia en la cultura popular de los avances de la ciencia y la tecnología, de las anomalías científicas y de lo maravilloso, así como de las respuestas sociales que generan.
- La preservación y gestión de archivos, bibliografía y legados culturales relativos a estas materias,
con una especial dedicación a la presencia y extensión del mito de los extraterrestres en nuestra sociedad. Esta creencia ha generado un variado y abundante folklore en la cultura popular, desde creencias sin base científica a especulaciones absolutamente irracionales. Y, por supuesto, su repercusión en la cinematografía no ha sido escasa.
Esperamos que nuestro proyecto sea de su interés y podamos establecer una relación de intercambio y enriquecimiento mutuo sobre esta llamativa y significativa parcela de nuestra cultura visual contemporánea.
Quedando a la espera de sus noticias, les saluda atte.:
Matías Morey Ripoll
Presidente de la Fundación Anomalía
Ps.: Pueden adquirir el citado ejemplar del Anuario CdU al precio de 10 € a través de nuestra página web (sección de publicaciones), enviando un mensaje a nuestro correo electrónico fanomalia@hotmail.com o solicitándolo a nuestra dirección postal (Fundación Anomalía, apartado de correos 5041 - 39080 Santander).
__________________________________
La carta se acompaña del siguiente anexo:
CIFRAS DEL PROYECTO MÈLIÉS (abril 2006).
Coordinador: José Ruesga Montiel (Sevilla).
En total se dispone de 294 registros distribuidos de la siguiente forma:
219 películas
37 documentales
22 programas de TV
5 reportajes
5 series de TV
3 vídeos caseros
3 películas de animación
Y los formatos en los que se hallan son:
119 CDs
100 DVDs
100 Vídeos VHS
7 Archivos MOV
domingo, abril 09, 2006
Parapetición a la Ministra de Educación
Desde hace algún tiempo circula por diversos foros de Internet una curiosa petición remitida por los hermanos Marisol y José Antonio Roldán Sánchez a la Ministra de Educación y Ciencia. Pretenden que el Ministerio correspondiente cree una nueva salida profesional que tenga como objetivo la formación "paracientífica" de los interesados. Concretamente, la petición lleva por nombre Paraciencia con Ciencia, por una formación legislada del Mundo del Misterio y los fenómenos Extraordinarios.
La solicitud no tiene elementos que la justifiquen ni poder de convicción.
Los peticionarios comienzan su carta indicando que desean
la inclusión de la Investigación de Enigmas de la Historia, Misterios de la Paraciencia y fenómenos extraordinarios como Licenciatura independiente de las carreras universitarias ya existentes, o una Formación Profesional [...]
... debido a que los temas que estudia esta rama no tienen cabida en las Licenciaturas presentes en el mapa educativo español.
A continuación indican que la situación actual de la "paraciencia" provoca dos problemas a priori. El primero es la falta de profesionalidad de quienes la practican. Sí, esto es un problema a priori, a posteriori, ante rem y post rem. O sea, que no hay por donde coger a los que en España se dedican a estas cosas, habitualmente.
El segundo problema es, resumido, que los "paracientíficos" trabajan mucho, y que no cotizan ni obtienen beneficios de ello. El estado debería tener la generosidad y previsión de crear nuevas posibilidades reguladas de trabajo para esta sufrida para-comunidad. Bueno, creo que es la ingenuidad la que hace decir estas cosas a los hermanos Roldán; si no, no se entiende que digan semejante bobería.
La creación de esas fantasmagóricas especialidades sólo demostraría -al contrario de lo que los Roldán aseguran- no que España es un país de avance de miras hacia el progreso, sino un país de charanga y pandereta, que no tiene claro lo que es la ciencia, cuyas autoridades académicas y legislativas bailan al son que cualquiera toca, al de las manías personales de unos pocos. Y eso, un estado contemporáneo no se lo puede permitir, si no quiere caer en la bancarrota intelectual en diez (o menos) años.
La ley no puede evitar el fraude. Puede disuadir, pero no impide la comisión de estafas u otros delitos más graves. Ni siquiera la investigación científica, que tiene unas leyes de funcionamiento propias, impide que se cometan graves fraudes como el del supuesto fabricante de clones coreano o barbaridades como la del bioquímico de la Universidad de La Laguna Meléndez-Hevia. Así que, en el campo de la "paraciencia", ninguna ley va a evitar que los von Däniken de turno, y toda su cohorte de discípulos en el espacio y en el tiempo, sigan fabricando realidades alternativas y visiones heterodoxas sin fundamento, aptas sólo para consumidores convencidos de antemano de lo que van a escuchar, ver o leer.
A fin de cuentas, la paraciencia es una ciencia experimental que está confundida en los medios de comunicación habitualmente, ya que esta palabra está siendo empleada por personas que presumiblemente poseen facultades de tipo extrasensorial.
Aquí habría que empezar por preguntar a los hermanos Roldán qué entienden por "paraciencia", porque eso de que la "paraciencia" es una ciencia experimental suena muy fuerte. ¿Es una ciencia experimental la ufología? ¿Y la astrología? ¿O es que por disfrazarse con un chaleco multibolsillos y encender una grabadora ya se puede considerar uno un científico experimental, como los seiperitos? Hombre, no seamos ingenuos... Es posible que para los acérrimos de las cosas raras y para los interesados en figurar desvergonzadamente ante ellos como sientificoh de banguardia tal teatrillo sea hacer ciencia, pero quizá deberían darse un salto a cualquier facultad universitaria dotada de laboratorios para que vean lo que es hacer ciencia experimental. Pero un salto corto, un ratito nada más, no sea que se les pegue algo y cierren avergonzados el chiringuito pseudocientífico al que pertenecen. Ah, y no se olviden de la parte teórica, claro, que lo de ciencia experimental lleva adosada una teoría fundamental detrás (una vez convertidas las experiencias personales en enunciados observacionales, públicos y criticables). Pero eso es un rollo (¿qué "teoría" le vamos a pedir a lo paranormal si ni siquiera hay una definición de paranormal?), que lo que interesa es grabar psicofonías, ver a un tipo moviendo objetos con el poder de la mente, y otras maravillas de la experimentación más experimentosa.
El verdadero parapsicólogo es un mero estudioso que evalúa la posible existencia o no de esas facultades, utilizando para ello el propio método científico que se emplea en psicología, más los específicos de física y química, así como fotografía, que requieran cada uno de los casos que se investiga.
Cualquiera diría que los parapsicólogos son Leonardos... Resultados apenas por encima del azar, incapacidad casi congénita para descubrir trucos de magia para principiantes en los "dotados", amaños estadísticos para arrimar el ascua a su sardina, declaraciones rimbombantes no sustentadas en pruebas, interpretaciones de los hechos lastradas por la creencia previa en un fenómeno o por unas ideas sobre la trascendencia demasiado evidentes... Más de 100 años de experimentos (más o menos bien realizados), de ideas, de propuestas, de supuestos descubrimientos y confirmaciones y, al final, queda todo en agua de borrajas, en un correoso intento por demostrar lo imposible, en un agarrarse a un clavo ardiendo fantasmal que ofrezca alguna pista de un "más allá", de una sobrehumanidad psíquica. El mito por excelencia.
En resumen, los abajo firmantes hacemos una petición de que se reconozcan nuestras necesidades educacionales
Alguien malintencionado podría decir que esto es lo único sensato de la carta.
... y legales para la práctica de buscar pruebas de lo extraordinario, aunque sea la ciencia, la madre, que al final deba determinar en la rama precisa que se requiera, según el tema tratado, saber exactamente qué es.
Ajá, creo que voy entendiendo: ustedes saben que lo extraordinario existe (no les voy a pedir una definición precisa de lo que ustedes entienden por "extraordinario", porque seguro que no llegaríamos a buen puerto; nos quedamos con la acepción más compartida, mínima: cosas raras, ¿vale así?) y van a buscar pruebas de ello. Es decir, de antemano, antes de tener delante los hechos, los fenómenos comprobables y reproducibles, ya han determinado que hay cosas "extraordinarias". Es como los pseudo-arqueólogos que "saben" de antemano que las pirámides egipcias o el "astronauta" de Palenque son pistas de la presencia ET en la antigüedad. Sólo resta encontrar las "pruebas". Esto es empezar la casa por el tejado, y en el Ministerio, cuando lean la carta, queridos amigos, van a soltar una estruendosa carcajada.
Claro, al final, será la ciencia, los científicos, los que decidirán sobre el naturaleza de unos hechos como tales o como simples creencias mágicas. ¿Y para este viaje nos hacían falta estas alforjas de la creación de una nueva carrera a medida?
El mundo de los misterios fabricados por la industria cultural seguirá siendo coto de pseudo-periodistas y de desalmados con micrófono, me temo. Eso ya funciona y no va a cambiar hasta que los consumidores se saturen. Ninguna nueva escuela, ni centro de estudios específicos ni facultad va a contar con su beneplácito porque es entrar en un terreno que les importa una colilla de Winston tirada en la calle. Lo paranormal, y todas esas cosas raras, ya es objeto de estudio en diversas universidades del mundo, pero los interesados se someten a las exigencias que los estudios superiores plantean. No piden crear un plan de estudios a medida, a la medida de sus gustos concretos, sino que se esfuerzan por introducir temáticas aparentemente heterodoxas en el circuito de la ciencia legitimada. Todo puede ser objeto de estudio científico, no hay temas tabú, no hay ninguna parcela de la realidad que requiera un tratamiento diferenciado, que necesite unos estudios creados ex profeso, más allá de lo que las ciencias naturales, sociales e históricas nos ofrecen.
Desengáñense: pongan en cuestión sus creencias y descubran que no hay temas excepcionales, ni raros, que la posesión diabólica ya la estudian los psiquiatras, que los ovnis ya los estudian los sociólogos y los psicólogos, que los misterios de la antigüedad ya los estudian los historiadores y los arqueólogos, que al okapi, al celacanto y al kraken ya lo estudian los zoólogos, y que las capacidades paranormales son cosas de magos mentalistas y de, otra vez, los psicólogos, y las psicofonías de los ingenieros de sonido.
En la charla que cerró el primer módulo del Curso Interdisciplinar Ciencia y pseudociencias el pasado jueves 20 (por cierto, en el segundo módulo tendremos cerca de 90 matriculados) el astrofísico del IAC Ramón García López detalló los principales pasos de la comunicación de resultados científicos, el conocido sistema de arbitraje (referee). No es perfecto, pero es lo mejor que se conoce para que cosas como la "teoría" de los astronautas en la antigüedad, los ovnis como naves extraterrestres, el espiritismo y las "capacidades extraordinarias" de Home, Paladino, Kulagina y Geller, entre oros muchos, no hubiesen aguantado un asalto en el mundo del debate científico. En cambio, ahí los tenemos, figuras señeras en el campo de los rumores y las creencias infundadas en los medios de comunicación y en las historias piadosas de la parapsicología.
García López resumió el proceso de publicación en revistas científicas en estos puntos:
- Un investigador (o colectivo) envía un artículo a la revista 'x'
- El editor de la revista pide a un árbitro (un colega competente del pretendiente publicador) que revise el ensayo
- El árbitro emite un informe (coherencia interna, seguimiento del método, justificación de conclusiones)
- El artículo es aceptado o
- es aceptado con condiciones (revisión de sus contenidos)
- es rechazado
- En el caso de que se produzca alguna de estas dos últimas posibilidades, el autor/es del artículo va en busca de otra publicación o revisa a fondo su escrito, o bien interacciona (normalmente de forma anónima) con el árbitro (en ocasiones pueden ser dos)
- De no surgir acuerdo, se puede dar el caso de que se solicite la opinión de un tercer árbitro
Bueno, pues este proceso es el paso final y fundamental de la labor científica. Así que ya pueden ir poniendo la primera piedra de la futura Facultad o centro de estudios de paraciencia de España.
Una vibración en la fuerza me dice que la iniciativa de los hermanos Roldán es sincera, que su interés tiene raíces en la curiosidad natural; pero están completamente equivocados. Espero que, lo antes posible, se aperciban de ello. Y que pidan cuentas a quienes por lecturas, por rumores, por leyendas transmitidas acríticamente, por ejercicio de chulería carismática, les llevaron a imaginarse que la investigación científica se parece a lo que Iker Jiménez hace todos los domingos en Cuatro.
La solicitud no tiene elementos que la justifiquen ni poder de convicción.
Los peticionarios comienzan su carta indicando que desean
la inclusión de la Investigación de Enigmas de la Historia, Misterios de la Paraciencia y fenómenos extraordinarios como Licenciatura independiente de las carreras universitarias ya existentes, o una Formación Profesional [...]
... debido a que los temas que estudia esta rama no tienen cabida en las Licenciaturas presentes en el mapa educativo español.
A continuación indican que la situación actual de la "paraciencia" provoca dos problemas a priori. El primero es la falta de profesionalidad de quienes la practican. Sí, esto es un problema a priori, a posteriori, ante rem y post rem. O sea, que no hay por donde coger a los que en España se dedican a estas cosas, habitualmente.
El segundo problema es, resumido, que los "paracientíficos" trabajan mucho, y que no cotizan ni obtienen beneficios de ello. El estado debería tener la generosidad y previsión de crear nuevas posibilidades reguladas de trabajo para esta sufrida para-comunidad. Bueno, creo que es la ingenuidad la que hace decir estas cosas a los hermanos Roldán; si no, no se entiende que digan semejante bobería.
La creación de esas fantasmagóricas especialidades sólo demostraría -al contrario de lo que los Roldán aseguran- no que España es un país de avance de miras hacia el progreso, sino un país de charanga y pandereta, que no tiene claro lo que es la ciencia, cuyas autoridades académicas y legislativas bailan al son que cualquiera toca, al de las manías personales de unos pocos. Y eso, un estado contemporáneo no se lo puede permitir, si no quiere caer en la bancarrota intelectual en diez (o menos) años.
La ley no puede evitar el fraude. Puede disuadir, pero no impide la comisión de estafas u otros delitos más graves. Ni siquiera la investigación científica, que tiene unas leyes de funcionamiento propias, impide que se cometan graves fraudes como el del supuesto fabricante de clones coreano o barbaridades como la del bioquímico de la Universidad de La Laguna Meléndez-Hevia. Así que, en el campo de la "paraciencia", ninguna ley va a evitar que los von Däniken de turno, y toda su cohorte de discípulos en el espacio y en el tiempo, sigan fabricando realidades alternativas y visiones heterodoxas sin fundamento, aptas sólo para consumidores convencidos de antemano de lo que van a escuchar, ver o leer.
A fin de cuentas, la paraciencia es una ciencia experimental que está confundida en los medios de comunicación habitualmente, ya que esta palabra está siendo empleada por personas que presumiblemente poseen facultades de tipo extrasensorial.
Aquí habría que empezar por preguntar a los hermanos Roldán qué entienden por "paraciencia", porque eso de que la "paraciencia" es una ciencia experimental suena muy fuerte. ¿Es una ciencia experimental la ufología? ¿Y la astrología? ¿O es que por disfrazarse con un chaleco multibolsillos y encender una grabadora ya se puede considerar uno un científico experimental, como los seiperitos? Hombre, no seamos ingenuos... Es posible que para los acérrimos de las cosas raras y para los interesados en figurar desvergonzadamente ante ellos como sientificoh de banguardia tal teatrillo sea hacer ciencia, pero quizá deberían darse un salto a cualquier facultad universitaria dotada de laboratorios para que vean lo que es hacer ciencia experimental. Pero un salto corto, un ratito nada más, no sea que se les pegue algo y cierren avergonzados el chiringuito pseudocientífico al que pertenecen. Ah, y no se olviden de la parte teórica, claro, que lo de ciencia experimental lleva adosada una teoría fundamental detrás (una vez convertidas las experiencias personales en enunciados observacionales, públicos y criticables). Pero eso es un rollo (¿qué "teoría" le vamos a pedir a lo paranormal si ni siquiera hay una definición de paranormal?), que lo que interesa es grabar psicofonías, ver a un tipo moviendo objetos con el poder de la mente, y otras maravillas de la experimentación más experimentosa.
El verdadero parapsicólogo es un mero estudioso que evalúa la posible existencia o no de esas facultades, utilizando para ello el propio método científico que se emplea en psicología, más los específicos de física y química, así como fotografía, que requieran cada uno de los casos que se investiga.
Cualquiera diría que los parapsicólogos son Leonardos... Resultados apenas por encima del azar, incapacidad casi congénita para descubrir trucos de magia para principiantes en los "dotados", amaños estadísticos para arrimar el ascua a su sardina, declaraciones rimbombantes no sustentadas en pruebas, interpretaciones de los hechos lastradas por la creencia previa en un fenómeno o por unas ideas sobre la trascendencia demasiado evidentes... Más de 100 años de experimentos (más o menos bien realizados), de ideas, de propuestas, de supuestos descubrimientos y confirmaciones y, al final, queda todo en agua de borrajas, en un correoso intento por demostrar lo imposible, en un agarrarse a un clavo ardiendo fantasmal que ofrezca alguna pista de un "más allá", de una sobrehumanidad psíquica. El mito por excelencia.
En resumen, los abajo firmantes hacemos una petición de que se reconozcan nuestras necesidades educacionales
Alguien malintencionado podría decir que esto es lo único sensato de la carta.
... y legales para la práctica de buscar pruebas de lo extraordinario, aunque sea la ciencia, la madre, que al final deba determinar en la rama precisa que se requiera, según el tema tratado, saber exactamente qué es.
Ajá, creo que voy entendiendo: ustedes saben que lo extraordinario existe (no les voy a pedir una definición precisa de lo que ustedes entienden por "extraordinario", porque seguro que no llegaríamos a buen puerto; nos quedamos con la acepción más compartida, mínima: cosas raras, ¿vale así?) y van a buscar pruebas de ello. Es decir, de antemano, antes de tener delante los hechos, los fenómenos comprobables y reproducibles, ya han determinado que hay cosas "extraordinarias". Es como los pseudo-arqueólogos que "saben" de antemano que las pirámides egipcias o el "astronauta" de Palenque son pistas de la presencia ET en la antigüedad. Sólo resta encontrar las "pruebas". Esto es empezar la casa por el tejado, y en el Ministerio, cuando lean la carta, queridos amigos, van a soltar una estruendosa carcajada.
Claro, al final, será la ciencia, los científicos, los que decidirán sobre el naturaleza de unos hechos como tales o como simples creencias mágicas. ¿Y para este viaje nos hacían falta estas alforjas de la creación de una nueva carrera a medida?
El mundo de los misterios fabricados por la industria cultural seguirá siendo coto de pseudo-periodistas y de desalmados con micrófono, me temo. Eso ya funciona y no va a cambiar hasta que los consumidores se saturen. Ninguna nueva escuela, ni centro de estudios específicos ni facultad va a contar con su beneplácito porque es entrar en un terreno que les importa una colilla de Winston tirada en la calle. Lo paranormal, y todas esas cosas raras, ya es objeto de estudio en diversas universidades del mundo, pero los interesados se someten a las exigencias que los estudios superiores plantean. No piden crear un plan de estudios a medida, a la medida de sus gustos concretos, sino que se esfuerzan por introducir temáticas aparentemente heterodoxas en el circuito de la ciencia legitimada. Todo puede ser objeto de estudio científico, no hay temas tabú, no hay ninguna parcela de la realidad que requiera un tratamiento diferenciado, que necesite unos estudios creados ex profeso, más allá de lo que las ciencias naturales, sociales e históricas nos ofrecen.
Desengáñense: pongan en cuestión sus creencias y descubran que no hay temas excepcionales, ni raros, que la posesión diabólica ya la estudian los psiquiatras, que los ovnis ya los estudian los sociólogos y los psicólogos, que los misterios de la antigüedad ya los estudian los historiadores y los arqueólogos, que al okapi, al celacanto y al kraken ya lo estudian los zoólogos, y que las capacidades paranormales son cosas de magos mentalistas y de, otra vez, los psicólogos, y las psicofonías de los ingenieros de sonido.
En la charla que cerró el primer módulo del Curso Interdisciplinar Ciencia y pseudociencias el pasado jueves 20 (por cierto, en el segundo módulo tendremos cerca de 90 matriculados) el astrofísico del IAC Ramón García López detalló los principales pasos de la comunicación de resultados científicos, el conocido sistema de arbitraje (referee). No es perfecto, pero es lo mejor que se conoce para que cosas como la "teoría" de los astronautas en la antigüedad, los ovnis como naves extraterrestres, el espiritismo y las "capacidades extraordinarias" de Home, Paladino, Kulagina y Geller, entre oros muchos, no hubiesen aguantado un asalto en el mundo del debate científico. En cambio, ahí los tenemos, figuras señeras en el campo de los rumores y las creencias infundadas en los medios de comunicación y en las historias piadosas de la parapsicología.
García López resumió el proceso de publicación en revistas científicas en estos puntos:
- Un investigador (o colectivo) envía un artículo a la revista 'x'
- El editor de la revista pide a un árbitro (un colega competente del pretendiente publicador) que revise el ensayo
- El árbitro emite un informe (coherencia interna, seguimiento del método, justificación de conclusiones)
- El artículo es aceptado o
- es aceptado con condiciones (revisión de sus contenidos)
- es rechazado
- En el caso de que se produzca alguna de estas dos últimas posibilidades, el autor/es del artículo va en busca de otra publicación o revisa a fondo su escrito, o bien interacciona (normalmente de forma anónima) con el árbitro (en ocasiones pueden ser dos)
- De no surgir acuerdo, se puede dar el caso de que se solicite la opinión de un tercer árbitro
Bueno, pues este proceso es el paso final y fundamental de la labor científica. Así que ya pueden ir poniendo la primera piedra de la futura Facultad o centro de estudios de paraciencia de España.
Una vibración en la fuerza me dice que la iniciativa de los hermanos Roldán es sincera, que su interés tiene raíces en la curiosidad natural; pero están completamente equivocados. Espero que, lo antes posible, se aperciban de ello. Y que pidan cuentas a quienes por lecturas, por rumores, por leyendas transmitidas acríticamente, por ejercicio de chulería carismática, les llevaron a imaginarse que la investigación científica se parece a lo que Iker Jiménez hace todos los domingos en Cuatro.
jueves, marzo 23, 2006
Cripto bichos
El fin de semana pasado, antes de tener conocimiento del fallecimiento de Javier Corzo, había redactado estas líneas para el blog, que subo ahora. Quizá después de leerlas los cripto-buscadoresdeanimalesraros aprendan a distinguir entre lo que es aportar pruebas de un descubrimiento científico y lo que es la palabrería publicitaria a la búsqueda de compradores pre-convencidos.
Por cierto, el martes La Opinión de Tenerife se hizo eco nuevamente de la desaparición de Corzo, insertando una noticia con foto en su página 24. Reproduce unas palabras suyas: "... se mostraba interesado en la divulgación de la ciencia y, sobre todo, en tratar de que la irracionalidad y la superchería sean menos florecientes de lo que son en la actualidad [...] y en difundir el pensamiento crítico de verdad, basado en el análisis de los datos y no en el seguimiento de fervorosos de las beaterías semicientíficas de moda". ¿Entendido?
Hoy, en la tercera jornada del Curso Interdisciplinar del VEU de la ULL Ciencia y pseudociencias, el Rector presentará la charla que habría impartido Corzo sobre los transgénicos, y a continuación se pasará una entrevista grabada a Javier -precisamente sobre el tema de su charla- en el programa Autopista a la ciencia de Radio Campus, la emisora universitaria, todo ello como uno de los homenajes previstos al bioquímico fallecido. De ello se hizo eco ayer La opinión de Tenerife en su página 12.
Sin más, la entrada prometida.
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Los cripto - zoólogos son unas personas que sienten curiosidad por las cosas extrañas y raras del reino animal, más bien de los animalotes, es decir, nada de pequeños insectos, microcrustátecos o anélidos extraños hasta ahora desconocidos, no: cuanto más grandes mejor; un buen Yeti, un buen Moleke-Mbembe, un plesiosaurio imperecedero en un lago escocés... De gran tonelaje, vaya. Las minucias no venden, y la curiosidad desordenada sólo es capaz de enfocarse en lo muy grande, ya sea el rumor de un platillo volante estrellado en un desierto, una leyenda criptozooógica como las citadas, o los bloques de las pirámides egipcias elevados con la "fuerza del pensamiento" de los extraterrestres cabezones que le resolvieron la papeleta a los torpes egipcios. Al mismo tiempo, en ámbitos más académicos que la propaganda en papel cuché y los libros-basura al uso, se detecta desde hace ya bastante tiempo una disminución del tamaño en lo que respecta a las fuerzas psíquico-paranormales, como mostraron Broch y Charpak en su muy recomendable Conviértase en brujo, conviértase en sabio. La desmitificación científica de las supersticiones y los fenómenos paranormales (Ediciones B, Barcelona, 2003): de mover pesados objetos como grandes bloques de piedra en la antigüedad o moais pascuences se pasó a mover mesas y taburetes en el siglo XIX; y luego, a lo largo del siglo XX, dedales, pequeños motores, lápices e hilos; y por último, nos cuentan cosas sobre la micro-psicoquinesis. ¿Para cuándo la microcalifragilística cuántica?
Desgraciadamente, los cripto - zoólogos no han aportado prueba alguna con que sustanciar sus cripto afirmaciones, grandes y desmesuradas como un saurópodo de los que se esconden detrás de un tronco de bambú cuando un zoólogo pasa por sus inmediaciones para no ser descubierto por la ciencia malvada y cerrada de mollera, o de los que no quedan reflejados en película fotográfica porque al inútil criptopersonaje de turno se le quedó enganchada la gorra delante del objetivo de la cámara. Y es que, mientras no haya pruebas, sólo tenemos retórica, rumores y leyendas, y propensión a detectar "revoluciones paleontológicas" donde no hay más que cuentos populares.
¿Y qué pasa con el ADN? Pues pasa una cosa muy importante, por centrarme en este asunto y no citar detalles como las fotografías borrosas, las declaraciones contradictorias y vagas, el celo por ocultarse de estos especímenes, la educación que manifiestan a la hora de no dejar restos orgánicos que puedan delatarlos y otras muchas objeciones críticas que al buen criptozoólogo lo dejan completamente indiferente, como le ocurre a todo portador de una fe.
Los científicos desean fervientemente hallar nuevas especies. Para los zoólogos supone prestigio personal. Pero los requisitos para que un descubrimiento sea aceptado por la comunidad científica son importantes y nada fáciles: el autor del descubrimiento debe publicar un artículo sobre su hallazgo en una revista académica con sistema de arbitraje y debe existir un ejemplar de la especie depositado en un museo u organismo competente a la vista de todos los interesados, o bien un fragmento del organismo original, conformando lo que se denomina el holotipo. A ello hay que añadir en los últimos años las infalibles pruebas de ADN. ¿Dónde está el ADN de Nessie, del Bigfoot o del chupacabras?
Si se quieren enterar con mayor detalle de cómo se procede en la ciencia para dar a conocer hallazgos o publicar réplicas y comentarios, les recomiendo que se pasen por la charla del astrofísico Ramón García López en el Curso Ciencia y pseudociencias el próximo día 6 de abril a las 19:00 horas, La comunicación de los resultados científicos. Aprenderán a distinguir entre publicar y segregar paridas aptas sólo para el papel cuché multicolor que no pasan más filtro que la previsión de ventas.
La última novedad crítica en el campo de la criptozoología es Bigfoot Exposed: An Anthropologist Examines Americas´s Enduring Legend, un ensayo del antropólogo David J. Daegling del que Benjamin Radford publica una reseña en el antepenúltimo número de Skeptical Inquirer (Vol. 29, No 6, November/December 2005).
Daegling se refiere a la baja calidad de las "evidencias" existentes del bicho peludo antropomorfo, y expone las principales falacias de los abogados del Bigfoot, entre ellas la sobrevaloración de los testimonios, esa piedra contra la que tropiezan una vez tras otra los fabricantes de leyendas, las sospechosas huellas, la filmación Patterson (sobre la que el mismo Daegling publicó un clarificador artículo en SI, Vol. 23, No 3, May/June 1999 ) y la ausencia de parientes en el registro fósil. Al contrario que en otras áreas de investigación, el conocimiento de estos presuntos fenómenos o apariciones apenas ha mejorado en los últimos cincuenta años.

La obra fue declarada "mejor libro escéptico de criptozoología" en 2004 por la publicación The Anomalist, pero, con lógica, Radford se pregunta por la razón última de estas clasificaciones (escéptico y no escéptico): ¿acaso se puede ser no escéptico a la hora de tratar seriamente una de estas leyendas?, ¿o es que queremos convencer al público lector para que trague en ausencia de pruebas?
Por cierto, ¿podemos considerar al hombre del saco un espécimen criptozoológico? Probablemente, muchos niños llegaron a vislumbrarlo, y no existe la más mínimo indicio de su existencia, no hay fotos, ni descripciones concordantes, claras y precisas. ¿Qué?, ¿que eso es suficiente para descartarlo de la realidad como leyenda o simple creencia fomentada culturalmente?; hombre, no me joda: abra usted su mente y deje entrar las nuevas realidades alternativas, la conexión cósmica con el más allá. Vislumbre el envés de la trama (no me refiero al desvergonzado afán de lucro de los papanatas del misterio); enamórese de los enigmas socializados; sienta la magia y deje que sus neuronas sean agitadas por el viento facilón de los paranormaleríos aduladores de la condición humana; seleccione las "evidencias" que le interesan para construir su mundo personal autosuficiente; no deje que ningún crítico le venda la moto del examen implacable de sus inmediaciones vitales y de sus pajillas mentales; lea sólo devocionarios del misterio; adore a los soplagaitas del astral; sea un heterodoxo de pacotilla, un romántico de cartón piedra, un Werther de charanga y pandereta; créase todo lo que le cuenten, siempre y cuando encaje con sus esquemas previos y proceda de acrisolados divulgadores de la cultura paralela, de lo alternativo prefabricado, de la mitología ranciognóstica rediviva (o recidiva, más bien). En definitiva, créase lo que le digo porque lo digo yo, y basta, no lo ponga en duda; yo tengo un carisma y usted sabe que lo que digo es verdad, lo siente así, sabe en su intimidad que es así; nadie tiene que venir a cuestionar esta particular relación que hemos establecido entre usted (y otros quinientos millones) y yo, que soy el del carisma, no lo dude. Trague sin masticar, iníciese en las nuevas realidades, compre, compre, compre. No sea pesimista, ni crítico, ni se indigne cuando yo, el del carisma, tenga un mal momento y diga alguna gilipollez más grande de la cuenta (es decir, lo que esos malditos escépticos comeniños creen que es una chorrada estúpida); si no, ¿cuándo iría usted a comprar, comprar, comprar las exquisitas producciones salidas del magín de Coelho, de Chopra o de alguno de los misteriólogos españoles? Tenga fe y comulgue, coño! Dude un poco, pero no mucho. Dude cuando le quieran vender como nuevo un coche con los asientos rajados y con ruidos extraños, pero no cuando alguien le comunique que el chupacabras se merendó siete ovejas en las afueras de su pueblo, o cuando un tipo le cuente que viaja en el "astral" y ve cosas maravillosas. No se pase de listo...
Cripto saludos.
Por cierto, el martes La Opinión de Tenerife se hizo eco nuevamente de la desaparición de Corzo, insertando una noticia con foto en su página 24. Reproduce unas palabras suyas: "... se mostraba interesado en la divulgación de la ciencia y, sobre todo, en tratar de que la irracionalidad y la superchería sean menos florecientes de lo que son en la actualidad [...] y en difundir el pensamiento crítico de verdad, basado en el análisis de los datos y no en el seguimiento de fervorosos de las beaterías semicientíficas de moda". ¿Entendido?
Hoy, en la tercera jornada del Curso Interdisciplinar del VEU de la ULL Ciencia y pseudociencias, el Rector presentará la charla que habría impartido Corzo sobre los transgénicos, y a continuación se pasará una entrevista grabada a Javier -precisamente sobre el tema de su charla- en el programa Autopista a la ciencia de Radio Campus, la emisora universitaria, todo ello como uno de los homenajes previstos al bioquímico fallecido. De ello se hizo eco ayer La opinión de Tenerife en su página 12.
Sin más, la entrada prometida.
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Los cripto - zoólogos son unas personas que sienten curiosidad por las cosas extrañas y raras del reino animal, más bien de los animalotes, es decir, nada de pequeños insectos, microcrustátecos o anélidos extraños hasta ahora desconocidos, no: cuanto más grandes mejor; un buen Yeti, un buen Moleke-Mbembe, un plesiosaurio imperecedero en un lago escocés... De gran tonelaje, vaya. Las minucias no venden, y la curiosidad desordenada sólo es capaz de enfocarse en lo muy grande, ya sea el rumor de un platillo volante estrellado en un desierto, una leyenda criptozooógica como las citadas, o los bloques de las pirámides egipcias elevados con la "fuerza del pensamiento" de los extraterrestres cabezones que le resolvieron la papeleta a los torpes egipcios. Al mismo tiempo, en ámbitos más académicos que la propaganda en papel cuché y los libros-basura al uso, se detecta desde hace ya bastante tiempo una disminución del tamaño en lo que respecta a las fuerzas psíquico-paranormales, como mostraron Broch y Charpak en su muy recomendable Conviértase en brujo, conviértase en sabio. La desmitificación científica de las supersticiones y los fenómenos paranormales (Ediciones B, Barcelona, 2003): de mover pesados objetos como grandes bloques de piedra en la antigüedad o moais pascuences se pasó a mover mesas y taburetes en el siglo XIX; y luego, a lo largo del siglo XX, dedales, pequeños motores, lápices e hilos; y por último, nos cuentan cosas sobre la micro-psicoquinesis. ¿Para cuándo la microcalifragilística cuántica?
Desgraciadamente, los cripto - zoólogos no han aportado prueba alguna con que sustanciar sus cripto afirmaciones, grandes y desmesuradas como un saurópodo de los que se esconden detrás de un tronco de bambú cuando un zoólogo pasa por sus inmediaciones para no ser descubierto por la ciencia malvada y cerrada de mollera, o de los que no quedan reflejados en película fotográfica porque al inútil criptopersonaje de turno se le quedó enganchada la gorra delante del objetivo de la cámara. Y es que, mientras no haya pruebas, sólo tenemos retórica, rumores y leyendas, y propensión a detectar "revoluciones paleontológicas" donde no hay más que cuentos populares.
¿Y qué pasa con el ADN? Pues pasa una cosa muy importante, por centrarme en este asunto y no citar detalles como las fotografías borrosas, las declaraciones contradictorias y vagas, el celo por ocultarse de estos especímenes, la educación que manifiestan a la hora de no dejar restos orgánicos que puedan delatarlos y otras muchas objeciones críticas que al buen criptozoólogo lo dejan completamente indiferente, como le ocurre a todo portador de una fe.
Los científicos desean fervientemente hallar nuevas especies. Para los zoólogos supone prestigio personal. Pero los requisitos para que un descubrimiento sea aceptado por la comunidad científica son importantes y nada fáciles: el autor del descubrimiento debe publicar un artículo sobre su hallazgo en una revista académica con sistema de arbitraje y debe existir un ejemplar de la especie depositado en un museo u organismo competente a la vista de todos los interesados, o bien un fragmento del organismo original, conformando lo que se denomina el holotipo. A ello hay que añadir en los últimos años las infalibles pruebas de ADN. ¿Dónde está el ADN de Nessie, del Bigfoot o del chupacabras?
Si se quieren enterar con mayor detalle de cómo se procede en la ciencia para dar a conocer hallazgos o publicar réplicas y comentarios, les recomiendo que se pasen por la charla del astrofísico Ramón García López en el Curso Ciencia y pseudociencias el próximo día 6 de abril a las 19:00 horas, La comunicación de los resultados científicos. Aprenderán a distinguir entre publicar y segregar paridas aptas sólo para el papel cuché multicolor que no pasan más filtro que la previsión de ventas.
La última novedad crítica en el campo de la criptozoología es Bigfoot Exposed: An Anthropologist Examines Americas´s Enduring Legend, un ensayo del antropólogo David J. Daegling del que Benjamin Radford publica una reseña en el antepenúltimo número de Skeptical Inquirer (Vol. 29, No 6, November/December 2005).
Daegling se refiere a la baja calidad de las "evidencias" existentes del bicho peludo antropomorfo, y expone las principales falacias de los abogados del Bigfoot, entre ellas la sobrevaloración de los testimonios, esa piedra contra la que tropiezan una vez tras otra los fabricantes de leyendas, las sospechosas huellas, la filmación Patterson (sobre la que el mismo Daegling publicó un clarificador artículo en SI, Vol. 23, No 3, May/June 1999 ) y la ausencia de parientes en el registro fósil. Al contrario que en otras áreas de investigación, el conocimiento de estos presuntos fenómenos o apariciones apenas ha mejorado en los últimos cincuenta años.

La obra fue declarada "mejor libro escéptico de criptozoología" en 2004 por la publicación The Anomalist, pero, con lógica, Radford se pregunta por la razón última de estas clasificaciones (escéptico y no escéptico): ¿acaso se puede ser no escéptico a la hora de tratar seriamente una de estas leyendas?, ¿o es que queremos convencer al público lector para que trague en ausencia de pruebas?
Por cierto, ¿podemos considerar al hombre del saco un espécimen criptozoológico? Probablemente, muchos niños llegaron a vislumbrarlo, y no existe la más mínimo indicio de su existencia, no hay fotos, ni descripciones concordantes, claras y precisas. ¿Qué?, ¿que eso es suficiente para descartarlo de la realidad como leyenda o simple creencia fomentada culturalmente?; hombre, no me joda: abra usted su mente y deje entrar las nuevas realidades alternativas, la conexión cósmica con el más allá. Vislumbre el envés de la trama (no me refiero al desvergonzado afán de lucro de los papanatas del misterio); enamórese de los enigmas socializados; sienta la magia y deje que sus neuronas sean agitadas por el viento facilón de los paranormaleríos aduladores de la condición humana; seleccione las "evidencias" que le interesan para construir su mundo personal autosuficiente; no deje que ningún crítico le venda la moto del examen implacable de sus inmediaciones vitales y de sus pajillas mentales; lea sólo devocionarios del misterio; adore a los soplagaitas del astral; sea un heterodoxo de pacotilla, un romántico de cartón piedra, un Werther de charanga y pandereta; créase todo lo que le cuenten, siempre y cuando encaje con sus esquemas previos y proceda de acrisolados divulgadores de la cultura paralela, de lo alternativo prefabricado, de la mitología ranciognóstica rediviva (o recidiva, más bien). En definitiva, créase lo que le digo porque lo digo yo, y basta, no lo ponga en duda; yo tengo un carisma y usted sabe que lo que digo es verdad, lo siente así, sabe en su intimidad que es así; nadie tiene que venir a cuestionar esta particular relación que hemos establecido entre usted (y otros quinientos millones) y yo, que soy el del carisma, no lo dude. Trague sin masticar, iníciese en las nuevas realidades, compre, compre, compre. No sea pesimista, ni crítico, ni se indigne cuando yo, el del carisma, tenga un mal momento y diga alguna gilipollez más grande de la cuenta (es decir, lo que esos malditos escépticos comeniños creen que es una chorrada estúpida); si no, ¿cuándo iría usted a comprar, comprar, comprar las exquisitas producciones salidas del magín de Coelho, de Chopra o de alguno de los misteriólogos españoles? Tenga fe y comulgue, coño! Dude un poco, pero no mucho. Dude cuando le quieran vender como nuevo un coche con los asientos rajados y con ruidos extraños, pero no cuando alguien le comunique que el chupacabras se merendó siete ovejas en las afueras de su pueblo, o cuando un tipo le cuente que viaja en el "astral" y ve cosas maravillosas. No se pase de listo...
Cripto saludos.
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